“En el judo sólo te prestan atención cuando eres campeona"

Carmen herrera, doble campeona paralímpica de judo.

Judoca profesional desde hace aproximadamente 20 años y dos veces campeona paralímpica en los juegos de Atenas y de Beijing. Carmen Herrera (Málaga 1974) está a un paso de convertirse, por tercera vez consecutiva, en la representante de España en unos Juegos Paralímpicos en la modalidad de judo, que el próximo año 2012 se celebrarán en Londres.

Los Juegos Mundiales para Ciegos y Deficientes Visuales celebrados el pasado mes de abril, en los que la malagueña quedó campeona, prácticamente han garantizado su presencia en Londres. Le queda un último escalón, cuyo ascenso se disputará en el Campeonato de Europa de Judo para Ciegos a partir del 17 de este mes de noviembre en Crawley (Reino Unido). “Espero que después de este europeo consiga mi plaza segura, sea el resultado que sea y pueda aspirar a hacer mis terceros Juegos Paralímpicos”, asegura Herrera.

Carmen Herrera en una exhibición con niños.
Foto: Judo Ciudad Jardín @Flickr

Pregunta: ¿Cuándo se asegura el pase definitivo a los Juegos Paralímpicos de Londres 2012?

Respuesta: Ahora el 17 de este mes comienza el Campeonato de Europa de Judo y es ahí donde si consigo un buen resultado tengo la plaza asegurada porque quedaría por delante, en puntos, de la mayoría de mis competidoras. En abril quedé campeona del mundo y conseguí bastantes puntos, lo que me facilita asegurar la plaza en este campeonato. En judo hay un ranking en el que se van acumulando puntos por cada competición. Al final las plazas para participar en los Juegos Paralímpicos se cubren con las siete competidoras que hayan obtenido la mejor puntuación a lo largo de los campeonatos que se han ido haciendo en estos cuatro años de ciclos olímpicos.

P: ¿Cuál es su situación en el ranking?

R: Pasé de no tener nada a tener el primer puesto. En el Campeonato del Mundo de 2010 me rompí la rodilla en el primer combate y por tanto no puntué. Entonces sólo tenía la opción en el segundo Mundial y en el Europeo de conseguir la plaza. En este segundo Mundial conseguí la medalla de oro y con este golpe me he situado por delante de todas. Pero bueno realmente no le presto mucha atención a cómo van exactamente las puntuaciones, me fio de lo que me van indicando, de cuando me dicen que tengo sacar una plaza porque voy mal con los puntos del ranking.

P: Y en este Campeonato de Europa, ¿a quién describiría como el rival más fuerte?

R: La gente que viene de Rusia, Bielorrusia y Hungría son rivales a tener muy en cuenta. Luego está Turquía que me he enfrentado con ellas un par de veces y en principio no habría problemas. Pero yo soy muy prudente y pienso a priori que todo el mundo es muy fuerte y que tengo que darlo todo en todos los combates. No suelo subestimar a mi rival como tampoco intento sobreestimarlos. Nunca suelo pensar que un combate lo tengo ganado antes de ganarlo.

P: ¿Cómo es su preparación para cada competición? ¿Es diferente cuando se trata de olimpiadas?

R: Ahora estoy en un pico de forma bueno para competir en este Campeonato de Europa porque lo necesito, es un trámite necesario para Londres, pero una vez que consiga mi plaza hay una preparación exclusivamente orientada a los juegos. Tengo que procurar en ese día preciso tener el mejor pico de forma de toda mi vida, porque es el momento en el que voy a necesitarlo todo y darlo todo. Todos los esfuerzos mentales y físicos se convierten en un estilo de vida que converge en el día que tengo que participar en la competición paralímpica.

P: En caso de que consiga su plaza ¿Qué significa para usted participar por tercera vez en unos Juegos Paralímpicos?

R: Yo ya me siento ganadora si consigo la plaza para Londres. Tener la posibilidad de por tercera ver plantar los pies en un tatami olímpico eso ya para mí es ganar. Una vez que he conseguido esto aspiro al bronce, después a la plata y otra vez a ser campeona, no tengo por qué no aspirar a eso. ¿Por qué ponerme límites? Ya bastantes límites me ponen otros aspectos de la vida.

P: ¿Por qué eligió el judo?

R: Siempre de pequeña me llamaron la atención los deportes de lucha, los deportes de combate. Cuando me inicié en el deporte pude escoger entre atletismo y judo y elegí judo porque retas a alguien y te retas a ti misma, se da una situación de voluntad contra voluntad, algo que dentro del atletismo no tenía. Además en este deporte he conseguido algo que para mí es un orgullo y es poder participar en competiciones con videntes, ganarles en combates y estar entre las mejores de España.

P: ¿Qué es lo más importante en la práctica del judo?

R: Lo más fundamental es la actitud mental porque al enfrentarte al otro en realidad te enfrentas a ti misma. Primero tienes que vencer tu miedo al fracaso, las frustraciones, las agresividades sin sentido para después hacer frente al rival que también quiere ganar y tu obligación es vencerle. Esta actitud mental, ese conocimiento de uno mismo a la hora de enfrentarse a los demás y esa capacidad de dominarse para dominar la situación se ve tanto en un tatami olímpico como en uno paralímpico, sin diferencias.

P: ¿En qué aspectos son diferentes el judo olímpico y el paralímpico?

R: A nivel de reglamento la única diferencia remarcable es que empezamos agarrados. Las técnicas, las puntuaciones, la forma de estar en el tatami y las penalizaciones se rigen por el reglamento de la Federación Internacional de Judo. En 20 años haciendo judo todas las reglas que se han aplicado a nivel olímpico también se han aplicado en el tatami paralímpico. Es más, se estuvo pensando hacer que el judo olímpico se acercara al judo paralímpico en el hecho de que se obligara a los competidores a tomar más contacto. Si vemos los inicios del judo japonés, los competidores empezaban el combate como se empieza en el judo paralímpico, agarrados. Es curioso ver que hay más similitud entre el judo antiguo y el paralímpico que con el judo convencional.

P: ¿Imaginó alguna vez que llegaría tan alto?

R: No lo imaginé, pero siempre lo ambicioné. Yo no sabía si lo iba a conseguir pero nunca me negué a no lograrlo. Hay pocas cosas en la que vida que se dan con certeza, pero si algo he tenido clarísimo casi desde que me inicié en el judo es que quería pisar un tatami paralímpico, creo que por eso no hice otro deporte. También podía no haberlo alcanzado porque en este deporte he de reconocer que sólo te prestan atención cuando eres campeona, pero me alegro de haberlo intentado y haber podido con ello, a pesar de haber tenido unos inicios duros y muchas dificultades en el camino.

P: De todos los títulos que ha conseguido, ¿Cuál es el que más destaca o el que más le emociona?

R: Las dos medallas olímpicas, sin duda. La de Atenas fue una fiesta como quien dice y la de Pekín fue la que más trabajo me costó porque era volver a revalidar el título. Esto ejerció más presión sobre mí porque yo era la campeona abatir.  Las reseñas periodísticas de aquella época me describían como la monarca mundial de la categoría de 70 kilos y había muchas aspirantes a derrotarme.

P: ¿Cómo son los minutos previos a un combate?

R: El autocontrol y el dominio de tus emociones es absolutamente fundamental. Que en una final paralímpica, el momento en el que te estás jugando el todo por el todo, consigas que el miedo al fracaso y el miedo al futuro no te superen es lo más importante.

P: ¿Qué significado ha tenido y tiene el deporte en su vida?

R: Me ha enseñado a superarme en situaciones complicadas. Cuando llegue el momento de la retirada, que nadie sabe si está cerca o lejos, estoy convencida de que lo que me ha enseñado la vida del deporte lo puedo aplicar a la vida laboral o a lo cotidiano con solvencia porque he aprendido lecciones de vida muy importantes.

P: Tras 20 años dedicada al judo, tantas medallas obtenidas y retos superados, ¿Qué diría a las personas que están planteándose iniciarse en este deporte?

R: Que vayan por pasos y en segundo lugar que el deporte les va a aportar muchísimos beneficios. Luego cuando ya llevasen un tiempo y con el apoyo suficiente,  les diría que se lanzaran a obtener algo más, que no se cierren puertas ni dejen de ser ambiciosos, en el buen sentido de la palabra.

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