Los best seller suponen más de dos tercios en las ventas de libros
literarios en España., sin embargo, el número de títulos aumenta cada año según
las estadísticas del INE. El lector medio cuenta a su vez con un mayor espectro
de soportes, así como de puntos de venta y distribución, lo que supone la
necesidad de un filtro para la elección de la lectura. Los libreros han sido
hasta hace poco los únicos responsables de asesorar a los usuarios, posición
que han ido perdiendo con la desmitificación de su profesión, “en los grandes
almacenes hay vendedores, dependientes que despachan como en una tienda de
ropa, no gente que sabe de libros”
comenta Miguel Casasola, responsable en Lé, la librería autónoma más
grande de todo Madrid. En referencia a su trabajo nos cuenta que “es más la
gente que va con las ideas claras que la gente que pide asesoramiento. Si
tuviera que hacer un porcentaje diría que un 70% van con las ideas claras y un
30% preguntan, y normalmente porque quieren hacer un regalo”, a lo que añade
respecto a las ventas que “los grandes premios y best seller tienen la mejor colocación en las estanterías, así como
la reseña más grande en las revistas, es normal que el lector los conozca, a
esto se suma la falta de interés por conocer”.
Además de la perdida de la figura
del librero como asesor y la promoción de las grandes editoriales, la elección
por parte del lector se ha visto modificada por Internet. El usuario que desea
adquirir la versión digital de un libro se ve condicionado a la existencia de
dicha versión. En España, según las estadísticas del Gremio de Editores, sólo
el 5% de títulos impresos en papel alcanzan la pantalla. A esto se suma la
oferta gratuita que proporcionan proyectos como 24 Symbols, una plataforma
digital en la que el usuario puede leer libros en línea, aunque sólo aquellos
cuyas editoriales han pactado con la empresa.
Frente a los grandes comercios y
el poco margen que de momento ofrece la
Red , las presentaciones y recitales intenta captar la
atención de los futuros compradores. El responsable del espacio poético Niram
(donde cada semana acuden distintos escritores con sus propuestas), David
Bobis, asegura que “vender un libro es difícil si lo dejas en una estantería
con quinientos más. El autor debe acercar su obra a los lectores. En Alemania
la presentación de un libro supone una mini-gira por todo el país, y el sector
editorial alemán no ha sufrido ninguna crisis”.
Foto: Francisco Najarro / Presentación del poemario "Esquinas y rincones"
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