La retrospectiva sobre el diseñador francés, que se mantendrá hasta el 8 de enero, ha recibido buena acogida en la capital
Exposición YSL Fuente: K.G |
La exposición, instalada en la sede de la Fundación Mapfre , se organiza en 11 espacios que albergan 141 modelos de alta costura y pret-a porter apoyados por fotografías, proyección de desfiles y una serie de animaciones entre las que destaca una recreación del estudio real del artista. En la planta baja de la fundación se encuentra el proceso de creación del modisto, espacio en el que se pueden admirar 81 bocetos junto con las 46 toiles, prototipos de tela, que se convertirían en piezas de alta costura. Los moldes y patrones de los sombreros son el objeto de exposición de la última sala.
“Para nosotros es un verdadero orgullo contar con estas piezas para nuestra exposición. Su obra fue mucho más que la de un simple modisto. Yves Saint - Laurent fue un artista que revolucionó su época. Cambió el mundo de las mujeres, las dio confianza y poder que las permitió aceptarse”, resume jefa de prensa de la Fundación Mapfre , Alejandra Fernández.
Con motivo de la exposición Yves Saint Laurent, el profesor de semiótica de la moda y catedrático de la Universidad Complutense , Jorge Lozano reunió entre el 17 al 27 de octubre a historiadores del arte, diseñadores y especialistas en el ámbito de la moda para analizar aportaciones del artista que revolucionó el panorama del siglo XX. “Con estas jornadas intentamos acercar el mundo de la moda a las personas interesadas en este ámbito y es una oportunidad para que los especialistas se formen a su vez”, recalca Lozano. “La iniciativa reunió a expertos semiólogos de universidades de Italia y España, además de contar con las impresiones de uno de los diseñadores más importantes de nuestro país, David Delfín”.
Desde la sahariana al esmoquin, la muestra recrea el cambio que supuso Yves Saint Laurent en el mundo de las mujeres. Durante los años que trabajó para Dior, la elegancia y prendas de estilo barroco fueron su principal seña de identidad. Sin embargo, fue en 1963 cuando marcó el punto de inflexión en el mundo de la época con la revolución de género con el traje de pantalón. Su aporte más significativo a la moda fue en otoño de 1966, lanzando el primer esmoquin femenino como alternativa al vestido negro de gala obteniendo un éxito inmediato. Destacan vestidos de ricas sedas, lentejuelas, llenos de color y personalidad. Su nacionalidad argelina marcó a la hora de creación de la famosa sahariana inspirada en las tierras cálidas de África.
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