Las
mujeres y niñas con discapacidad intelectual son más vulnerables a situaciones
de violencia de género, abusos sexuales, maltrato y explotación.
Son
víctimas perfectas: tienen dificultades de comunicación, dependen del cuidado
de otros y les falta conocimiento sobre sexualidad y relaciones personales.
Ante el testimonio de quien ha sido abusador, violador o maltratador, “lo que
digan las mujeres con discapacidad intelectual queda cuestionado”, asegura la
responsable del área de Calidad de Vida de la Federación de Organizaciones en favor de Personas con DiscapacidadIntelectual (FEAPS), Gisela Villaró.