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III. Información local/regional
La información local ha sido una constante de los medios de comunicación. No hay que olvidar que la proximidad es uno de los criterios clásicos de noticiabilidad y que, por lo tanto, lo más cercano es de especial interés para la audiencia.
En el caso de España, algunos autores (1) señalan que la Transición supuso la eclosión de los periódicos locales gracias a la democratización de los Ayuntamientos, si bien reconocen que los diarios siempre habían contado con secciones dedicadas a lo más próximo, aunque con espacio limitado. La expansión de los medios locales aparece estrechamente ligada a los intereses de los partidos y dirigentes políticos municipales, que necesitan de los medios para poder realizar sus campañas electorales y mantenerse en contacto con la ciudadanía.
Exite además un segundo condicionante, no menos trascendental que el político: la publicidad. La prensa local y las secciones locales de los medios de comunicación logran con la cobertura de esta información atraer a los pequeños anunciantes —comercios y servicios de la ciudad (sin olvidar los Ayuntamientos)—, que normalmente no colocan sus anuncios en medios ni secciones que no son estrictamente de interés para sus vecinos y clientes. Algunos de estos proyectos —los que más han sobrevivido al paso del tiempo— están ligados a grandes corporaciones mediáticas, pero son muchos —posiblemente la mayoría— los periodistas o grupos de reporteros que han impulsado pequeñas experiencias —con una vida más o menos breve—, un fenomeno que se ha incrementado con la popularización de internet y la consiguiente caída en los costes de producción. Sin embargo, como es evidente, estos negocios periodiísticos suelen presentar como notas características la precariedad e inestabilidad laboral por falta de una estructura empresarial potente y profesional.
El primer soporte en desarrollar el periodismo local en España es la prensa y quedará reflejado en medios privados —de empresas regionales y exclusivamente locales, además de la ampliación de páginas de local en diario nacionales—, en su mayoría; y algunas iniciativas públicas municipales, si bien estas últimas no pueden considerarse periodísticas porque acostumbran a convertirse en boletines con fines políticos.
Entre las propuestas más destacadas de periodismo local se encuentran algunas como la desarrollada por el actual grupo Vocento, con su extensa red de diarios provinciales y ediciones multilocales, es decir, un solo periódico con páginas específicas para cada comarca y que sólo se editan para la zona correspondiente. Son cuadernillos o páginas que aparecen en el distrito correspondiente, mientras se mantienen las páginas de información provincial, autonómica, nacional e internacional.
Hasta los noventa no se regulariza la situación de los medios audiovisuales en España, si bien ya había experiencias en este campo audiovisual —radio y televisión— por medio de lo que se conocían como emisoras 'piratas'. El desarrollo y aplicación de la normativa de ordenación del espacio radioeléctrico supuso la desaparición, por orden administrativa, de muchas de esas estaciones de radio y televisión locales 'libres' y 'piratas', aunque todavía persisten algunos de estos medios 'alternativos' o incluso 'comerciales' en situación alegal. La reglamentación permitió el surgimiento primero de radios y después de televisión locales —estas últimas ya en los noventa— promovidas tanto por pequeñas empresas locales como por los grandes medios de ámbito nacional, que en muchos casos diversificaban su negocio de prensa con apuestas también el ámbito de lo audiovisual. A ellos se sumaron también los Ayuntamientos, que abrieron radios y televisiones, en su mayoría con los mismos problemas de falta de imparcialidad que los periódicos o boletines públicos. La implantación de la televisión digital terrestre (TDT) ha supuesto, a comienzos del siglo XXI, una nueva ola de televisión públicas y privadas o privatizadas de ámbito local, aunque en muchos casos las privadas funcionan en cadena, con sólo una franja de su parrilla con información local, mientras la mayoría de la programación es común con la red regional o nacional de la que forman parte. Ejemplo de estas cadenas de televisión local son proyectos como Localmedia, Punto TV (de Vocento), Popular TV (de la Iglesia católica) o la desaparecida Localia (del grupo Prisa).
La popularización de Internet a partir de mediados de los noventa ha abierto una nueva fase de desarrollo de la información local. Así lo demuestran las múltiples iniciativas tanto profesionales —públicas y privadas— como las aficionadas —periodismo ciudadano— que se han desarrollado, con especial intensidad gracias a los blogs desde comienzos del siglo XXI. Los grandes portales multinacionales, como Yahoo! o Terra apostaron inicialmente por la información local y después se sumaron proyectos como los del gratuito 20minutos.
El periodismo local registra ya entrada la primera década del siglo XXI un especial desarrollo por medio de lo que se han dado llamar medios hiperlocales —incluso se ha comenzado a hablar de microlocal—. Una muestra de la importancia del fenómeno son proyectos respaldados por los grandes medios estadounidenses como 'The Local' con participación del 'The New York Times'; 'EveryBlock', propiedad del gigante 'MSNBC', además de otras iniciativas como 'Outside.in'. Sin embargo, la experiencia más extrarodinaria es la del blog de orientación demócrata 'The Huffington Post', fundado en 2005 y cuya combinación de política y local han logrado consolidarlo como uno de los proyectos periodísticos con mayor seguimiento: en mayo de 2011 superó en audiencia al 'New York Times', con 35,6 millones de usuarios.

(1) BEL, Ignacio. 'La información local y regional', en FERNÁNDEZ DEL MORAL, Javier (coord), Periodismo especializado. Ed Ariel Comunicación, Barcelona, 2004

Características de la prensa y el periodismo local
Cuando se habla de periodismo local en realidad debemos distinguir entre la sección de local y los medios locales porque sus características y comportamiento tienen algunas peculiaridades que les distinguen.
Así, algunos estudiosos destacan como elemento característico la gratuidad, aunque en este caso hace referencia a los medios locales —periódicos, radios y televisiones creados y distribuidos únicamente en el ámbito local—. Esta característica no es aplicable a los grandes medios que ofrecen una sección de local, aunque también la gran prensa —las grandes empresas de los medios de comunicación— ha experimentado con los productso gratis —financiados al 100% con la publicidad—. Ejemplo paradigmático de periodismo local a través de una gran empresa es la red de diarios regionales y provinciales de Vocento, que tiene 14 cabeceras y una audiencia conjunta de 4,5 millones de lectores con 1,4 millones de ejemplares vendidos al día. De todas sus cabeceras, el ejemplo más característico de información local es el Diario Vasco, de Gipuzkoa, líder absoluto en su territorio y que cuenta con nueve ediciones diferente para otras tantas comarcas. Se trata de las que se conocen internamente como 'páginas de intercambio', que es una sección de local —también deportes local— que únicamente llega a la zona correspondiente. Además, el periódico ofrece como páginas comunes —iguales para las nueve ediciones locales— la sección de política autonómica, Nacional, Internacional, Sociedad, Deportes general y Economía. Su estrategia, según revelan los números, ha sido un éxito porque Diario Vasco supone actualmente el 77% de todos los diarios que se distribuyen en esta provincia vasca. Este mismo grupo de medios Vocento también ha experimentado de forma repretida con la gratuidad y una muestra de ello fue la experiencia de los semanarios o quincenales 'Vecinos', diarios gratuitos comarcales con información 'blanca' —tono amable y nada de controversia— que funcionaron en varias comarcas vascas durante los noventa; y que ya entrado el siglo XXI han sido reemplazados por las ediciones provinciales del gratuito 'Qué!'
Los manuales también señalan como característica un "fuerte grado de politización". En este campo, en realidad, los estudiosos confunden el periodismo local con las publicaciones que realizan las instituciones —Ayuntamientos y Diputaciones—, pero en este segundo ámbito no se puede hablar de periodismo sino, en el mejor de los casos, de divulgación y promoción, cuando no directamente de propaganda política al servicio de un determinado partido. Sin embargo, sí es cierto que incluso los medios locales de naturaleza privada estan muy condicionados por la política, pero —en general— no desde una perspectiva ideológica sino económica porque los Ayuntamiento son, en muchos casos, los principales financiadores de la prensa por medio de la publicidad institucional, lo que —aunque atenta contra los principios básicos del periodismo— condiciona los contenidos para sigan llegando y no se pierdan los anuncios institucionales controlados por los políticos.
Por otro lado, la característica evidente del periodismo y la prensa local es la proximidad, que es la clave del éxito de este modelo porque resuelve las necesidades de información más cercana para el lector, las cuestiones que afectan a su día a día, desde el colegio de los hijos, a sus centros de salud, los impuestos, actividades de ocio y cultura o seguridad ciudadana.

Riesgos. El periodismo local no está exento de riesgos sino que, por el contrario, pueden ser incluso más intensos que en otras secciones debido sobre todo a la proximidad entre el informador y sus fuentes.
El primer problema que padece el informador es el de la precariedad laboral, que en lo local es más grave que en medios regionales y nacionales. Las empresas con medios locales tienen en ocasiones muy poca capacidad organizativa y problemas de gestión que provocan que los periodistas estén con malos salarios, sin contrato y, por lo tanto, en condiciones inadecuadas para realizar con profesionalidad su labor.
Entre los errores más frecuentes de la prensa y el periodismo local se encuentra el abuso en la utilización de fuentes oficiales. Con demasiada frecuencia, las noticias surgen únicamente del Ayuntamiento y de los actores políticos, mientras que se ignora qué sucede con el resto de las instituciones públicas y privadas —hospitales, juzgados, centros educativos y culturales—, así como los organismos representativos —asociaciones—. El olvido de estas fuentes no oficiales supone la pérdida de mucha información que resulta además de mucha utilidad para la ciudadanía.
Otro de los peligros se produce por la relación constante, intensa y muy cercana con las fuentes, lo que puede derivar que se produzcan tanto fenómenos de identificación y 'amistad' con las fuentes como, por el lado opuesto, de rechazo y 'persecución'.
En esta misma línea, también suele ocurrir que el periodista local sufre las presiones y amenazas de las fuentes con mayor intensidad que en otras secciones, con advertencias de que puede perder fuentes informativas o padecer otro tipo de represalias.
Las empresas de medios locales se además ven frecuentemente sometidos a presiones publicitarias y políticas. Las instituciones públicas —Ayuntamientos— se suelen convertir en el principal anunciante y, ante el riesgo de perder una vía de financiación, es relativamente habitual que se acabe actuando en consecuencia y bien se rebaje el control al poder, bien se oculten los aspectos negativos y se ensalcen los 'logros' reales o ficticios de quien tiene el poder y el dinero para insertar publicidad.
Con la crisis del sector de los medios impresos se ha sumado además el fenómeno de los empresarios constructores —o de otro tipo—, que ponen en marcha empresas periodísticas con fines espurios, como presionar a los políticos locales en favor de sus promociones urbanísticas.


Fuentes de información local
Hacer periodismo en cualquier especialidad supone, antes que nada, conocer profundamente las características del ámbito a investigar. Así, igual que para hacer periodismo científico hay que saber quiénes son los profesionales e instituciones/empresas involucrados en la ciencia, en el caso del periodismo local hay que entender y conocer la organización social y sus instituciones en el ámbito municipal, comenzando por el propio Ayuntamiento.
Para poder hacer un buen trabajo en Local es necesario tener un conocimiento básico de las normas y leyes que regulan el funcionamiento de las instituciones públicas municipales o provinciales. En el caso de España, la norma fundamental es la Ley de Bases de Régimen Local, que regula cómo funcionan las instituciones locales; cuáles son las competencias y funciones que pueden ejercer y deben desarrollar; cómo se elige a los cargos públicos y cómo se ordena el Ayuntamiento; o qué documentos son obligatoriamente públicos, entre muchos otros aspectos. Además, cada Ayuntamiento tiene su propio Reglamento Orgánico Municipal (ROM), que detalla y concreta algunos aspectos que no prevé la superior Ley de Bases de Régimen Local. Hay que recordar siempre que tanto en el ámbito local, como en el provincial o nacional, las normas superiores —las recogidas en la Constitucional o aprobadas por el Parlamento español— se imponen siempre a las normas inferiores —acordadas en parlamentos autonómicos y provinciales—, de tal modo que las leyes y reglamentos locales nunca pueden contradecir ni recortar —aunque sí mejorar— medidas previstas en leyes más importantes.
El Ayuntamiento. Las tres instancias de decisión principales en los Ayuntamientos son el alcalde, la junta local de gobierno (o comisión de gobierno) y el pleno, en los que se deciden desde normativas hasta el nombramiento de cargos o contrataciones de servicios o productos (bienes).
Las reformas legales de las últimas décadas han dado cada vez más poder al alcalde, que es elegido por el pleno y que controla el funcionamiento de toda la institución. Sus decisiones se reflejan en los decretos de alcaldía que firma cada día, documentos que son públicos, aunque es frecuente le denegación de acceso a estos documentos con la excusa de la protección de datos de carácter personal o por la escasez de personal. Cuando el alcalde o el partido en el gobierno se niegue a facilitar información, los concejales y partidos de la oposición son la vía habitual para conseguir esos mismos datos.
La junta local de gobierno es convocada por el alcalde y está formada por los concejales —normalmente de su propio partido político— que dirigen las distintas áreas del Ayuntamiento: Urbanismo, Hacienda, Cultura, Seguridad Ciudadana o Medio Ambiente, entre otras. La reunión de la junta local de gobierno es a puerta cerrada, pero tanto los órdenes del día —lista de los temas a debatir— como las actas —resumen de los acuerdos alcanzados— son públicos y deben estar expuestos en el tablón de anuncios y en la web municipal. Además, se entrega una copia de las actas a todos los partidos políticos, que pueden facilitar a la prensa esa información.
El pleno es el órgano máximo de decisión y en él están presentes todos los concejales, tanto del partido gobernante como de la oposición. Las reuniones del pleno son públicas y, por lo tanto, puede asistir cualquier ciudadano, aunque el alcalde puede establecer restricciones por razones fundadas o incluso desalojar el salón de plenos y celebrar la sesión a puerta cerrada cuando se registren hechos que alteren el orden. El pleno decide sobre asuntos sobre los que no puede intervenir directamente el alcalde, que normalmente suele tener un límite económico para sus decretos. Cuando las medidas del alcalde superan los límites económicos fijados por las leyes, las decisiones las tiene que adoptar el pleno. El pleno permite al periodista asistir al debate y confrontación entre gobierno y oposición, y conocer de este modo muchos detalles que normalmente no se difunden porque se discuten a puerta cerrada en el Ayuntamiento. Los temas que se debaten y aprueban en el pleno son previamente analizados en las comisiones informativas de área (comisión de Urbanismo o de Economía o cualquiera otra), pero estas comisiones son a puerta cerrada y no se conocen oficialmente los detalles de lo hablado. Salvo que el alcalde disponga lo contrario —por motivo justificado—, es posible la grabación audiovisual y toma de fotografías durante el pleno.
Las decisiones más importantes que debe acordar el pleno son:
– la elección del alcalde, tras las elecciones municipales
- los presupuestos municipales, que se deben debatir y aprobar en el último trimestre del año para que estén en vigor el 1 de enero. En este asunto, se establecen tanto en qué se va a gastar el dinero —inversiones, sueldos, servicios sociales, seguridad o cultura, entre otros muchos aspectos— como de dónde se va a conseguir, lo que supone regular los impuestos —sobre obras (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras —ICIO—) o sobre las viviendas y locales (contribución o Impuesto de Bienes Inmuebles —IBI—)—, tasas —por recogida de basuras o limpieza de la calles, entre otros— y precios públicos municipales —piscinas y equipamientos deportivos, casas de cultura o residencias de ancianos, por ejemplo—. La mayor parte del dinero de los Ayuntamientos procede del Gobierno autonómico o el central, salvo en el País Vasco, donde —a diferencia del resto de España— las diputaciones provinciales son las que recaudan directamente los impuestos de los ciudadanos.
- el plan general de ordenación urbana (PGOU), que señala a qué se puede dedicar el suelo de cada zona de la localidad: urbano (construcción de vivienda), industrial-terciario (empresas), equipamiento público (colegios, centros de salud o instalaciones deportivas y culturales), zonas verdes (jardines y plazas urbanas) y suelo rústico (zonas fuera de la ciudad, dedicadas a la agricultura o ganadería o áreas naturales sin explotación económica).
Diputación provincial, Gobierno autonómico y Gobierno central. Sobre el municipio no sólo actúa el Ayuntamiento, sino que también lo hacen las diputaciones provinciales —donde las haya— así como los Gobiernos autonómico y central, por lo que el periodista de Local debe estar atento también a los acuerdos de estas otras instituciones, cuya estructura de funcionamiento es similar al Ayuntamiento.
Boletines oficiales y contrataciones. Los acuerdos más importantes de Ayuntamientos, diputaciones y Gobiernos central y autonómicos tienen que difundirse públicamente y lo hacen por medio de los boletines oficiales:
– boletín oficial de la provincia
– boletín oficial de la comunidad autónoma
Boletín Oficial del Estado
Diario Oficial de la Unión Europea
Además, los Parlamentos nacional —Congreso y Senado—, autonómico y provincial tienen también diarios o boletines oficiales en los que se recogen los debates y acuerdos que se adoptan.
Los contratos realizados y la convocatoria de contratos (licitación) se tienen que anunciar públicamente y para eso los datos se difunden en los boletines oficiales y también en una base de datos conjunta denominada Plataforma de Contratación del Estado, en la que se informa de los contratos de las instituciones públicas, desde el Ayuntamiento al Gobierno nacional.
Empresas y propiedad inmobiliaria. La actividad de las empresas locales y nacionales también es pública en algunos aspectos. Así, las empresas deben depositar cada año sus cuentas en el Registro Mercantil y los datos básicos son públicos y gratuitos y se difunden a través del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). Otra parte de la información es de pago, aunque hay instituciones que están suscritas —como la universidad— a bases de datos donde se pueden conseguir esos detalles y también hay servicios en Internet que los ofertan y que incluso proporcionan algunos gratis a modo de prueba, de tal modo que se pueden investigar las empresas por su nombre como por sus accionistas o directivos.
Del mismo modo, en cada municipio hay una oficina del Registro de la Propiedad Inmobiliaria, en donde, normalmente los compradores, pueden consultar las características de las viviendas y terrenos, sus dimensiones, si existen deudas y quiénes son los propietarios. Los datos son públicos, pero son de pago si se solicita un documento impreso.
Fuentes no oficiales. El periodismo local no puede limitarse sólo a la actividad de las Administraciones públicas sino que tiene que recoger información de toda la comunidad a través de las entidades representantivas e instituciones públicas y privadas —centros escolares, conservatorios, casas de cultura, juzgados centros sanitarios, iglesias y empresas, entre otras—.
Las asociaciones son una fuente informativa muy importante y que alcanza todos los aspectos de la vida de la comunidad: desde los deportes, a la organización de los barrios (asociaciones de vecinos y familias), la cultura, la música, la infancia y la juventud, la asistencia social y sanitaria, la economía o la reivindicación política al margen de las instituciones establecidas. Por el contrario, es un error y no se debe hacer citar como fuente a las personas individuales, salvo que ocupen un puesto relevante en la sociedad —tanto político como en la vida cultural y social— o representen a un colectivo. También está la excepción de las personas que, debido a alguna circunstancia extraordinaria, se han convertido en protagonistas de la actualidad, como ocurre con determinados sucesos o por haber padecido actuaciones irregulares de las instituciones.
La ley regula el funcionamiento básico de asociaciones y grupos, que normalmente están legalizados y figuran en los registros oficiales que tienen tanto los Ayuntamientos, como los Gobiernos autonómico y central.

Documental. Periodismo regional del Canal Encuentro del Ministerio de Educación de Argentina
Este documento de televisión tiene una fuerte carga ideológica vinculada al actual Gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner, asociado al movimiento político denominado Socialismo del siglo XXI, que cuestiona el actual modelo sociopolítico, lo que también afecta a los medios de comunicación.

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