El pasado 29 de
septiembre la prensa musical abría sus informaciones con el siguiente titular:
Pereza se separa. Ellos mismos daban un comunicando adelantándolo. Después de
toda esta década juntos, Rubén y Leiva han decidido tomar diferentes rumbos
para explorar lo que pueden llegar a ser como solistas. Seguirán coincidiendo
en el escenario, pero no lo harán como los Pereza.
Rubén y Leiva, integrantes de Pereza, en una uno de sus conciertos.
En ese mismo
comunicado aseguran que en este último año han creado mucha música y que es
imposible reunirla en un mismo disco. Sienten que es el momento de probar cosas
nuevas y afirman sentirse felices por el hecho de que ese “buen rollo” que
siempre han tenido no va a esfumarse.
Pereza publicó su último trabajo en el año 2009, bajo el título “Aviones” y con
colaboraciones de los argentinos Andrés Calamaro y Ariel Rot en dos de los
tracks.
El grupo español
se une así a otras bandas como R. E. M. u Oasis, que después de una carrera llena
de éxito, han preferido cortar antes de seguir vendiendo discos unidos. El
público se veía venir lo de Oasis, ya que eran innumerables las noticias que
han protagonizado los hermanos Gallagher, y no por su música (que también),
sino por la cantidad de peleas que tuvieron desde 1991 hasta el 2009, año en el
que fundaron la banda y año en el que la disolvieron, respectivamente.
Noel y Liam Gallagher.
Menos se esperaba
la separación de los rockeros estadounidenses R. E. M., que tras treinta años
juntos y quince álbumes de estudio y otras tantas recopilaciones, anunciaron el
pasado 21 de septiembre que ponían punto y final a su aventura en la música. Stipe,
Buck, Mills y Berry no se olvidaron mencionar en el comunicado el
agradecimiento que sentían por haber llegado a los corazones de tantas personas
que han querido entender sus canciones.
R. E. M. actuando en directo.
Tres casos de una
práctica que estos años tiene lugar día así día también, para la tristeza de
los fans. No obstante, hay que diferenciar entre grupos exitosos y grupos de la
calle, ya que en estos segundos esos “divorcios musicales” no se dan de la
misma manera. “La fama hace que surjan diferencias entre los miembros de los
grupos. Eso no ocurre en los grupos como el mío, que somos más bien amigos que
se lo pasan bien tocando”, afirma el guitarrista de Testigo Mudo
Emilio Rodríguez.
Lo mismo o algo
muy parecido opina el exproductor musical Carlos Francisco, quien asegura que
la fama y la rutina “aburren” a los artistas y tienden a cambiar sus maneras de
hacer música en busca de “nuevas vivencias”, aunque con la anterior fórmula
tuvieran el éxito asegurado.
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