El pasado 20 de octubre salio a
la luz un estudio realizado por la Asociación Española para el Registro y Estudio de las Malformaciones Congénitas (ASEREMAC) que
sostiene que cada vez es mas sencillo, para las personas con malformaciones
congénitas, integrarse en la sociedad. A eso también ayuda el programa del
Gobierno español que, conjuntamente con otras empresas, ofertan puestos de
trabajo para personas que hasta ahora estaban un poco dejadas de lado por parte
de la esfera social.
Julio Polo, miembro de la ASEREMA |
“Una malformación congénita no es
algo contra lo que se pueda luchar, no es justo que los demás les den la
espalda por no seguir los cánones de estética predefinidos” afirma la médico
especializada en malformaciones congénitas, Dolores Gallardo. Es una enfermedad
que se adquiere mientras el feto está en el útero materno y no se puede luchar
contre ello, “es de muy mal gusto que la gente se ría de un problema tan grave
como es ese” dice Gallardo.
Hasta hace pocos años, “las
personas que padecían la enfermedad eran consideradas no válidas para ejercer
un trabajo, pero por suerte eso ha cambiado, pues muchos de los afectados ya
cuentan con un puesto que les permite poder desarrollarse como personas”
sostiene el especialista y miembro de la ASEREMAC Julio Polo. Bien es
cierto que no todas las malformaciones congénitas son iguales ni tienen el
mismo grado de gravedad, pues “mientras unos pueden llevar una vida
medianamente normal, otros de ellos no pueden atarse ni los cordones de los
zapatos” dice Polo. Un claro ejemplo de una persona que no puede desarrollar su
vida plenamente es el del hombre árbol, un chico indonesio de 35 años al cual
empezaron a brotarle por todo el cuerpo una especie de raíces que han
sustituido caso el 80% de su piel. A este respecto Gallardo añade que “a raíz
de aquello su mujer le abandonó, sus amigos le dejaron de lado y tuvo que
cuidar y educar a sus hijos sin apenas ingresos”, “a eso me refiero con que se
les aparta de la sociedad injustamente”.
Debe: hombre árbol. Foto: mischuminadas.blogspot.com |
Por suerte este fenómeno de
abandono cada vez se ve menos, son mas las personas que se solidarizan y
entienden la enfermedad con gran respeto. Pero “para que esta patología se
pueda llevar mejor, en la medida de lo posible, es necesario que, a parte del
cambio de pensamiento de la sociedad, la
persona enferma sepa mirar hacia delante con optimismo” asegura Polo. Aunque
esto no siempre sirve. Muchos de los enfermos sólo tienen asilo en circos en
los que explotan su enfermedad, pues es uno de los únicos trabajos que les
aceptan tal y como son. Aunque es una pena muchos de ellos no salen de casa, no
quieren exhibir lo que ellos mismos consideran una monstruosidad, pero ¿Quién es
más monstruo? Quien lo padece o quien lo castiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario