El Castillo de Villaviciosa de Odón es uno de los últimos castillos de tipo señorial levantados en España y el edificio más notable de esta villa, en el cual se encuentra el Archivo Histórico del Ejército del Aire (AHEA). Según el R.D 2598/1998 de 4 de diciembre, que aprueba el Reglamento de los Archivos Militares, es uno de los ocho Archivos Nacionales que forman parte del Sistema Archivístico de Defensa.
El director técnico del Archivo Histórico del Ejército de Aire, Pablo Herradón Llorente, profundiza en la evolución histórica que ha sufrido el Castillo de Villaviciosa de Odón a lo largo del tiempo, desde su levantamiento hasta el día de hoy.
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| Archivo Histórico del Ejército del Aire. Foto: Archivo Histórico |
El Castillo se levanta a finales del siglo XV para los Marqueses de Moya, don Andrés de Cabrera y doña Beatriz Fernández de Bobadilla, los cuales fundan el Mayorazgo de Chinchón en 1505. La construcción es de carácter defensivo contra los ataques de la morisma. En 1520 tras el ataque de Padilla y sus Comuneros, la fortificación es incendiada y destruida, en ausencia de don Fernando de Cabrera -tercer hijo de los marqueses de Moya- . Por ello, el Rey Carlos I le honra con el título de Conde de Chinchón.
A finales del siglo XVI (1583-1590) comienzan las obras de reconstrucción del Castillo, de la mano de Juan de Herrera, impulsadas por don Diego de Cabrera y Fernández de Bobadilla, III Conde de Chinchón.
En 1738, Felipe V compra el Condado de Chinchón con sus respectivas fortalezas, entre ellas el Castillo, para su hijo don Felipe de Borbón y Farnesio, convirtiéndose éste en el XII Conde de Chinchón. En 1740 vende el Condado a su hermano el Infante don Luis Antonio de Borbón y Farnesio, el cual pasa junto a su hermanastro Fernando VI una larga estancia en el Castillo, hasta la muerte de este último. Fernando VI, en 1754, dota a la villa con el nombre de Villaviciosa. Tras la muerte de su esposa, doña Bárbara de Braganza, se encierra en el Castillo y no vuelve a salir hasta su muerte. Durante su enfermedad presenta enajenación mental y el 10 de agosto de 1759 fallece en el mismo Castillo.
El 3 de abril de 1808 es albergado, de manera incomunicada y en calidad de prisionero, don Manuel de Godoy, Príncipe de la Paz, que era uno de sus dueños, debido a su matrimonio con María Teresa de Borbón y Vallabriga. Su encarcelamiento se debe al Motín de Aranjuez, el 19 de marzo de 1808, con el cual pierde su privanza. El Castillo se convierte así en el centro de atención de Europa, dada la categoría del prisionero.
En 1846 se crea en el Castillo, por Real Decreto la primera Escuela Especial de Ingenieros de Montes y más adelante, en 1886 se instala en él el Colegio del Cuerpo de Carabineros. Durante el primer tercio del siglo XX el abandono hace mella en el Castillo hasta la contienda civil, momento en el que es ocupado por ambos bandos para ser utilizado como puesto de mando y de observación. Tras la Guerra Civil, menos la vivienda de los guardeses, el resto queda totalmente abandonado y en ruina. En fechas posteriores es utilizado como casa de labranza por inquilinos y arrendatarios.
En marzo de 1965, el Castillo es adquirido por Patrimonio del Estado a las Duquesas de Sueca y Acapulco, para el Ministerio del Aire, por un importe de 4.515.000 pesetas, haciéndose cargo del mismo el Servicio de Propiedades. En 1972 se crea el Archivo General e Histórico del Aire con sede en el Castillo, mediante un Real Decreto, iniciando sus actividades como tal en enero de 1973.
La ayudante de gestión y servicios comunes del Archivo Histórico del Ejército del Aire, Juana Téllez Bautista, manifiesta que a día de hoy, los cerca de 7.000 metros lineales de documentación del AHEA son una fuente de primera mano para los estudios sobre la aviación española desde sus inicios, sobre el Ejército del Aire en todos sus aspectos, y sobre la historia militar en España.
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