El
cumplimiento terapéutico de los esquizofrénicos beneficia a toda la sociedad
El documento inédito y
en exclusiva que se presenta revela por sí mismo la importancia del
cumplimiento correcto de las prescripciones terapéuticas. La lectura de la
carta permite a un profano valorar las consecuencias. La imagen es la de un
hombre a la deriva, profundizando en su mundo y alejándose de la realidad que
le circunscribe. Los beneficios del respeto a la dosificación medicada se
reparten entre los propios esquizofrénicos, los familiares y la sociedad en su
conjunto.
Con la ayuda de la
psiquiatra de la Unidad
Docente Multiprofesional de
Salud Mental de Palma
de Mallorca,
Carmen Hidalgo se valorará el sentido
y la necesidad de la medicación impuesta, ya que el autor de la carta, paciente
esquizofrénico, la incumplía.
La psiquiatra es
coordinadora de la unidad
comunitaria de rehabilitación Son Gibert de Palma
de Mallorca. De la lectura de la carta, se extraen,
a su juicio “las alucinaciones reiteradas; los
delirios permanentes. La excitación se exhibe entre líneas a lo largo de los
muchos folios de que consta la misiva”, indica la médica, y añade “la carta
está llena de pensamientos delirantes, de persecución o de grandiosidad,
incoherencia y aislamiento social”.
El equipo de
investigación en salud mental de la universidad Autónoma de Madrid, con la
colaboración del hospital psiquiátrico de la comunidad de Madrid, ha
realizado un documental que permite profundizar en las distintas clases de
esquizofrenia y en los síntomas que se manifiestan en la enfermedad. (Para
ver el vídeo pinche aquí)
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Preguntada
por la historia abreviada del paciente, la psiquiatra Hidalgo detalla: “Es un
hombre de mediana edad. Desde niño destacó en el colegio y llegó a ser el
estudiante con mejor expediente”.
Era un niño muy brillante en el colegio
“A los 18 años - prosigue-
comenzó dos carreras en la Universidad, y allí tuvo su primer brote
esquizofrénico. Su vida se orientó entonces hacia una fase de autodestrucción
en la que el alcohol y las drogas fueron los protagonistas. Una noche fue
rescatado de un cuarto de baño de un bar en el que estaba inconsciente. En ese
momento la familia lo tuteló y se lo llevo de nuevo al que había sido su
domicilio familiar”.
Se iniciaba entonces un
largo camino, sembrado de incertidumbres, vacilaciones y desconfianzas. La
dificultad del diagnóstico y sobre todo la aceptación de la enfermedad tanto
del paciente, como de su familia, fue la primera de las dificultades. A ésta,
se sumó el incumplimiento del tratamiento terapéutico, que derivó de forma
permanente y sucesiva en ingresos en unidades de agudos de hospitales
psiquiátricos.
La
importancia del cumplimiento terapéutico en pacientes se ha destacado en el VIII
Encuentro Nacional del Proyecto de Estudio de la Adherencia en la Esquizofrenia
(ADHES), celebrado en Córdoba
y que reúne a psiquiatras de todo el mundo.
El grupo ha creado un
registro electrónico de pacientes con esta dolencia, denominado e-Star, con la
intención de rebajar las consecuencias negativas que se suceden del
incumplimiento de los tratamientos que afectan, al menos, a 400.000
esquizofrénicos residentes en España.
A este colectivo
pertenece Carmen Hidalgo, que insiste en que “uno de los grandes problemas con
los que se topan los psiquiatras es el irregular cumplimiento terapéutico. Se
estima que un alto porcentaje, que algunos sitúan alrededor del 90% de los
pacientes no toma correctamente la medicación prescrita”.
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Los resultados del
registro en las primeras muestras realizadas son alentadores, ya que sólo un
porcentaje muy pequeño, cercano al 7%, requirió el ingreso en los primeros seis
meses de tratamiento. De esta forma se reduce en cerca del 80% el número de
hospitalizaciones.
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Este incumplimiento se
producía también de forma reiterada en el autor de la carta, ya que los padres
continuaron sin admitir la enfermedad y él prosiguió con brotes de distinta
intensidad. Los ingresos psiquiátricos eran precedidos de violencia,
intimidación y coacciones varias. Sus huellas quedaron en puertas, ventanas y
otros objetos. En alguna ocasión llegó a arrojar cosas por la ventana.
Unidad de agudos de Lugo
/PALOMA FISAC
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Y mientras
tanto la situación permanecía idéntica. Los ingresos se sucedían en contra de
su voluntad, los padres continuaban engañándose y atribuían el comportamiento
de su hijo al desengaño amoroso sufrido a los 18 años cuando empezó sus
estudios universitarios. Los ingresos se prolongaban unas semanas en las que
como a todos los que allí estaban se les suministraba lo que denominamos los
psiquiatras un `coctel terapéutico”.
El incumplimiento
terapéutico y la falta de conciencia de la enfermedad repercuten en la relación
médico-paciente, en la dinámica del entorno asistencial y, sobre todo, en la
calidad de vida del esquizofrénico y de su familia. Todo ello no hace sino
empeorar y agravar el pronóstico de la enfermedad.
Concluye la
psiquiatra: “Una vez que tomé cartas en el asunto, hablé con los familiares y
les convencí de que las cosas sólo cambiarían cumpliendo la prescripción
terapéutica de forma exacta y escrupulosa. Con el tiempo, hemos conseguido que
la situación fuera mejorando. Existe un compromiso sincero de los familiares de
colaboración, y se ha controlado el imprescindible y puntual tratamiento
terapéutico”.
Imagen correspondiente a la película
El silencio de los corderos
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“El cine ha manifestado siempre un enorme interés por las enfermedades mentales, aunque no siempre hace justicia con estos enfermos”.
“La fecha de aparición de la enfermedad es diferente para hombres y mujeres. Mientras que los primeros, la mayor incidencia se sitúa en los inicios de la edad adulta, entre los 18 y 25 años. Surge más tarde, alrededor de los 23 y hasta los 30 años, en el caso de las mujeres”.
El
matemático estadounidense, John Forbes Nash, era esquizofrénico.
En
1994 recibió el Premio Nobel de Economía por sus aportaciones a la teoría de
juegos y los procesos de negociación.
“Pese
a las creencias generalizadas, muchos esquizofrénicos tienen un alto cociente
intelectual”
El
psicólogo responde
A la pregunta de si
existe un tratamiento alternativo al farmacológico en pacientes
esquizofrénicos, la respuesta del psicólogo del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA)
de Lugo, Eduardo Varela Puga, es
tajante: “Dejar a un esquizofrénico sin medicar sería, incluso, denunciable.
Los fármacos neurolépticos son indispensables para cualquier psicosis, incluida
por supuesto, la esquizofrenia. Podría hablarse, caso de no administrárselos, de
mala práctica”.
PALOMA FISAC |
Aunque
se publican estadísticas que afirman que la sociedad actual produce un mayor
número de psicóticos que en el pasado, Varela Puga expresa no estar de acuerdo.
“El número de enfermedades mentales se mantiene estable en España y en otros
países. Concretamente, el número de esquizofrénicos se mantiene estable por
habitante y año”.
El
origen de esta enfermedad ha sido y sigue siendo tema de discusión. “Existen
usos y costumbres generadoras de estrés y otros estados que contribuyen a la
aparición de algunos trastornos, como la anorexia. Desde luego, no incide en
las psicosis. En éstas últimas se apunta a lo genético, más como una tentativa”,
añade el psicólogo.
Interrogado
sobre la carta inédita, observa: “Es de una claridad meridiana. Se solapan las
frases inconexas, la hipomanía disparada, la verbalidad sin límite, la
dispersión de ideas, lo que se conoce como fuga de ideas incomprensible, en
torrente”.
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