Las nuevas "plumillas" del erotismo

Foto: Stock.xchng

Sensualidad, belleza, placer, deseo, erotismo. Todos estos conceptos evocan desde hace siglos las líneas de la mujer. Su figura, ligada al sentimiento de atracción sexual, ha sido fuente de inspiración de todo tipo de arte en todos y cada uno de sus sentidos.

La semana pasada pudimos ver cómo las mujeres se hacían un hueco dentro de la literatura, incluso abordando los nuevos campos como son las redes sociales. Pero no conformes aún con esto, se atreven a ayudar a impulsar nuevos géneros.

La eroticidad que desprende el concepto de lo femenino lo han sabido transportar de una forma elegante a la literatura, contribuyendo a lo que hoy se conoce como el género de literatura erótica. Pero la posible perpetuación de connotaciones negativas al respecto han podido ser la causa de que muchas mujeres quieran eliminarlas. Y para ello, puede que hayan sabido utilizar sus armas. Aunque como bien se apunta,sólo puede. ¿Asistimos a una falsa liberación del tabú del sexo?

HABLAMOS DE LITERATURA ERÓTICA

Aunque parezca que la sociedad evoluciona a gran escala, aún se encuentran ciertos rasgos negativos que se aplican sin motivo aparente a la mujer que escribe sobre sexo o erotismo. Así lo afirma Elia Martinez-Rodarte, periodista, escritora y autora del blog ‘Ivaginaria’, el cual ella misma define como un “espacio periodístico sobre sexo y relaciones humanas”. “Muchas poetas o féminas que hablan de sexo o erotismo lo hacen de una forma en que no comprometa su persona pública o su ser social”, afirma la periodista.

La elección del anonimato de algunas mujeres que escriben sobre literatura erótica es una práctica muy habitual que éstas llevan a cabo desde los inicios del género literario. Aunque los motivos, han cambiado en ciertos casos. Hace décadas, la utilización de seudónimos para firmar sus relatos no era opción sino obligación para toda aquella que osara a intentar publicar un relato. La sociedad y su educación del momento impedían ver dichos actos como algo más que vergonzosos escándalos, obligando a éstas a firmar bajo seudónimos y nombres de varón.

DOS CARAS... ¿O UNA MONEDA?

Hoy, algunas mujeres continúan utilizando el anonimato, pero por diferentes razones. Susana Moo, seudónimo de la anónima escritora gallega que acaba de lanzar su obra ‘Microrelatos eróticos’ (Pensódromo21) y autora del blog Erotómana, afirma que, en su caso, escribe bajo seudónimo de forma opcional. “Es una ventaja porque aporta un toque de misterio muy favorecedor”, afirma la escritora.

Sin embargo, Martinez - Rodarte apunta que hay casos donde “en una falsa liberación, muchas han abordado el tema de lo erótico, pero aún existe mucho anonimato al escribir sobre ello. Aún el pudor acota a las autoras”. Aunque afirma que con ella “no va eso de no dar la cara”.


¿PORNOGRÁFICO O ERÓTICO?
La línea que separa aquello a lo que llamamos erótico de lo pornográfico es tan frágil que resulta muy difícil definirla. Puede que dependa de la insinuación que desprenda lo escrito, o simplemente de la forma de escribirlo. Encontrar la diferencia es la asombrosa y verdadera tarea. “El límite es muy individual y quizá la diferencia la marque la calidad artística” comenta con Prensa Especializada Susana Moo.

Sin embargo, Elia Martínez cree que la línea se sitúa en el lenguaje utilizado para ambos conceptos. “Existe un manejo del lenguaje distinto en relación a lo erótico y lo pornográfico, y la línea se sitúa en el abordaje del mismo lenguaje”, señala. Además, afirma que otra de las claves para diferenciar ambos términos es la estética, “la pornografía es más coital. El erotismo es placer educado y expresado de una forma más exquisita”.


Dos ejemplos de dos mujeres que han sabido hacerse un hueco en el arte de la escritura erótica. Con la ayuda de lápiz o teclado, han creado textos que han sabido atrapar a sus lectores, haciendo que el deseo fluya por cada letra escrita desarrollando cada una de sus imaginaciones.

Un juego de letras que cruza deseo, erotismo y deshinibición. Apto para cualquiera que pretenda encontrar otro tipo de sentimientos. Paraísos de letras para todo aquel que ame el placer.

Que lo disfruten.

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