Los bosques rumanos empiezan a despertar cada vez más el interés de los cazadores españoles
Aficionados españoles, esperan con ansia los mejores días de la temporada para poder practicar la actividad cinegética o la caza. Rumanía, que en los últimos años ha tenido un papel emergente de gran prestigio en las actividades cinegéticas, atraye cada vez más a un número considerable de turistas, favoreciendo la economía del país y abriéndose paso en ferias tan prestigiosas como es la Feria de Pesca, Caza y Turismo (FERCATUR). Según la Federación de Asociaciones de Caza de la Unión Europea (FACE), Rumania “es el país europeo con mayor número de cazadores por superficie en la región sureste”.
Además, FERCATUR ha servido como carta de presentación para atraer a numerosos apasionados a la caza al país de este ya que durante la pasada edición la Real Federación Española de Caza (RFEC), hizo una honorable mención sobre este territorio, calificándolo de “uno de los paraísos cinegéticos con los que cuenta el continente europeo”. No obstante, es importante recalcar que la RFEC, el director de prensa, Ángel López afirma que “Rumania no ofrece más y mejor que España. La península Ibérica es uno de los mejores paraísos cinegéticos del mundo. Sin embargo, en Rumania por regla general, hablando de las mismas especies de animales, éstos desarrollan un tamaño mayor que en España y el precio de la caza mayor, es menor”.
Sin duda, es un factor que tienen en cuenta numerosos cazadores españoles, ya que según la directora del departamento de economía, estadísticas y pronósticos de la Dirección Nacional de Bosques Rumana (ROMSILVA), Gatû Gabriela, más de 1.500 españoles acuden anualmente a su país a cazar, suponiendo unos ingresos en las arcas estatales rumanas de unos 200.000 euros anuales. Gatû Gabriela ha añadido que uno de los mayores atractivos del país es “los cazadores encuentran trofeos a precios muy asequibles y que no pueden encontrar en España. El oso Cárpatos es el más demandado, por su elevada población en nuestros bosques y también porque es un espécimen que solo lo tienen los bosques rumanos".
El factor económico es otro de los principales motivos a tener en cuenta del sector cinegético, ya que, detrás de este deporte, hay una serie de procesos que favorecen el flujo económico, como por ejemplo, la fabricación y transporte de todo tipo de materiales para poder cazar. Según afirma el director de prensa de la RFEC, Ángel López, “la caza es uno de los recursos económicos más importantes del sector agrario. En España son miles las cacerías que se celebran al año. Directa o indirectamente suponen ingresos para las Administraciones. Podemos hablar de que la caza genera un volumen de negocio de 4.000 millones de euros anuales”.
Como se puede observar, detrás de cada disparo no sólo hay diversión y conflictos morales en algunos casos, sino una serie de beneficios que generan un movimiento económico casi necesario en tiempos de crisis como los actuales, sin olvidarnos del turismo especializado en sectores como la caza, siendo Rumania un destino ‘paradisiaco’, sin olvidarnos del territorio español, al que le acompaña un clima sobresaliente y unas estadísticas notables en capturas e interés económico según los datos del Anuario de Estadísticas Agrarias (AEA).
Por último, hay que destacar que el creciente número de turistas cazadores a Rumanía, ha desencadenado un nuevo perfil de practicantes de caza. Generalmente son personas con un nivel económico medio-alto cuya vinculación al entorno rural es escasa y que encuentran en la cinegética un nuevo canal de ocio que además generan relaciones sociales. También son exigentes con los servicios, aunque se pagan numerosas cantidades de dinero para garantizar la mejor experiencia posible tanto a nivel de trofeos como de organización.
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