Un bar de amigos se convierte en plataforma para el jazz más underground

La vecina de Enfrente es el nombre de una peculiar taberna del centro de Madrid que se convertirá desde el próximo mes en un local de conciertos.     

Flayer del Bar      Diseño: Fernando Baviera García

Empezó hace 8 meses como una aventura profesional de un grupo de amigos y se ha convertido en un espacio original y diferente donde la clientela recibe un trato especial y reina un espíritu hogareño.
Este pequeño bar de la calle Huertas de Madrid hace pública su iniciativa de sumar conciertos de jazz underground a la fórmula de negocio que les caracteriza, un espacio familiar con una oferta alternativa y original.
En tiempos difíciles, nuevas ideas y nuevas soluciones para salir adelante.



La Vecina de Enfrente es el negocio de 6 amigos de Madrid. Marta Domínguez y Sergio Barreda  terminaron sus estudios de formación profesional hace dos años. Alberto Markus, Juan Barroso, Laura Fernández y Pepe Sanz finalizaron los suyos en universidades de la capital hace 3 años, y desde entonces han estado buscando trabajo.
La idea de alquilar un local y montar un bar les llevaba rondando por las cabezas a todos desde hacía varios meses, pero no fue un proyecto serio hasta que Alberto, de 26 años y Diplomado en Educación Social, encontró algunos locales en alquiler y lo comentó a sus compañeros. "Al principio sonaba a locura, pero creo que como todo. Construimos la idea poco a poco y al final se convirtió en un proyecto viable" explica Alberto.

En estos ocho meses, La Vecina de Enfrente ha crecido como negocio hasta conseguir una clientela estable y prácticamente diaria. "Algunos de nosotros trabajamos como camareros en el bar y otros como relaciones públicas invitando a la gente de la zona, pero siempre nos turnamos" dice Sergio.

Todos ellos comenzaron este negocio con una ilusión que aseguran seguir teniendo. Confían en un modelo de negocio basado en un trato familiar con los clientes. "En nuestro bar no hay empleados y clientes, todos somos amigos y todos hablamos con todos" asiente Alberto.
Todo lo que tienen lo han logrado con el esfuerzo, la ilusión y el compromiso. Marta y Pepe hicieron varios cursos de coctelería y Alberto se puso en contacto con amigos grafiteros para que se encargaran de la decoración del bar.

Son perfectamente conscientes de los tiempo difíciles que corren y no cesan en la búsqueda de alternativas y novedades para mejorar su negocio. Hace dos semanas, compraron la licencia para poder ofrecer conciertos en el bar y ultimaron los preparativos de un pequeño escenario situado al fondo del establecimiento. "Siempre quisimos ofrecer conciertos, pero no está siendo fácil, los permisos, los requisitos, habilitar el bar..." explica Juan, licenciado en Derecho, que se ha encargado de los trámites legales.

Ya tienen cerrados algunos de los conciertos que darán comienzo la próxima semana. Por La Vecina de Enfrente pasarán agrupaciones jóvenes de jazz, grupos que están empezando y otros que llevan más tiempo en el mundillo de la música. "Queremos ofrecer conciertos y jam sessions, creo que de esa forma mejoramos el bar, a los clientes y también les damos la oportunidad a grupos para que tengan un espacio donde sonar" explica orgulloso Alberto.

Alternativas de negocio, amigos que cooperan para un objetivo innovador y común, ideas originales que en tiempos de crisis y con ayuda del trabajo y la ilusión ayudan a más de uno a salir adelante.

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