En pleno siglo XXI las enfermedades mentales siguen siendo un tema tabú para la sociedad, éste es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las personas que sufren estas anomalías. El ciudadano de a pie desconoce por completo la sintomatología de estas enfermedades y piensa, sin percatarse del daño que hace con ello, que se trata de un loco, concepto que se utiliza de una manera genérica y equívoca con demasiada frecuencia. Al oír que se ha cometido un asesinato, el ciudadano medio lo atribuye automáticamente a una persona que no está bien de la cabeza.
El psicólogo y miembro de la Asociación Española de Psicología Conductual, José Carlos de Prada Pareja, afirma que "las personas que no han sufrido durante su vida ninguna enfermedad mental tienden a rechazar todo lo relacionado con este tema, es su mecanismo de defensa y de afianzamiento de su cordura, lo que desconocen es que nadie está a salvo de sufrir un problema de este tipo" Añade, además, que en sus más de 30 años de profesión se ha percatado de que " al final de la mayoría de los tratamientos que ha lleva a cabo con sus pacientes, éstos le reconocen que estaban equivocados al relacionar enfermedad mental con locura" Cierto es que existen trastorno graves que sí se pueden tachar de demencia, pero la mayoría de los casos "son enfermedades transitorias, que con el debido tratamiento son subsanables al 100%".
Reflexiona "que el problema es de educación. Desde pequeños se debería enseñar en las escuelas a respetar a los demás, sobre todo, a los que son diferentes o tienen un problema". Sin embargo, "nuestro sistema educativo en este campo dista mucho de ser ideal"
Los medios de comunicación tampoco ayudan a que se tenga una mayor comprensión a éstos pacientes. A menudo bombardean los telediarios con sucesos en los que se presenta la enfermedad mental como causa de algún episodio de violencia. Por ello la gente acaba vinculando un concepto con el otro, creando una soledad y un vacío en la persona que lo sufre que no ayuda precisamente a su recuperación. Tal y como afirma el Pareja " unos de los grandes retos de la nueva era de la comunicación debe ser romper con el tabú de las enfermedades mentales, por el bien de los perjudicados, en primer lugar, y de la sociedad en general. Al igual que en la actualidad enfermedades como el cáncer están socialmente aceptadas, las enfermedades mentales deben seguir el largo camino que lleve a su normalización y todos deberíamos contribuir a ello, los medios de comunicación en primer lugar, ya que tiene una gran responsabilidad en está época en la que su influencia sobre la sociedad ha crecido exponencialmente".
Reflexiona "que el problema es de educación. Desde pequeños se debería enseñar en las escuelas a respetar a los demás, sobre todo, a los que son diferentes o tienen un problema". Sin embargo, "nuestro sistema educativo en este campo dista mucho de ser ideal"
Los medios de comunicación tampoco ayudan a que se tenga una mayor comprensión a éstos pacientes. A menudo bombardean los telediarios con sucesos en los que se presenta la enfermedad mental como causa de algún episodio de violencia. Por ello la gente acaba vinculando un concepto con el otro, creando una soledad y un vacío en la persona que lo sufre que no ayuda precisamente a su recuperación. Tal y como afirma el Pareja " unos de los grandes retos de la nueva era de la comunicación debe ser romper con el tabú de las enfermedades mentales, por el bien de los perjudicados, en primer lugar, y de la sociedad en general. Al igual que en la actualidad enfermedades como el cáncer están socialmente aceptadas, las enfermedades mentales deben seguir el largo camino que lleve a su normalización y todos deberíamos contribuir a ello, los medios de comunicación en primer lugar, ya que tiene una gran responsabilidad en está época en la que su influencia sobre la sociedad ha crecido exponencialmente".
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