La crisis
económica en la que está sumida España y el resto del mundo abarca todos los
sectores. El sector apícola ha visto disminuir las ayudas procedentes de
organismos públicos aunque no los ingresos por la venta de su producto
estrella: la miel.
En los próximos
tres años está previsto que la apicultura reciba una ayuda de 33 millones de
euros repartidos equitativamente de manera anual. Su objetivo es apoyar la
investigación y desarrollo de programas apícolas, la lucha contra las
enfermedades que afectan a las abejas como la varroosis y establecer apoyo
económico a los apicultores para el desempeño de su actividad. Estas ayudas
están contempladas en los Planes Nacionales Apícolas y corresponden a un
programa conjunto entre la Unión Europea y cada uno de las Comunidades
Autónomas que componen España.
El dinero
destinado a estas ayudas depende de los Presupuestos Generales del Estado por
lo que en función de ellos puede variar la cifra establecida inicialmente. Esta
ayuda es sensiblemente menor a la del trienio anterior, en la que las cifras
superaban los 11 millones de euros.
Las ayudas a los
apicultores se establecen en función del número de colmenas que formen parte de
la explotación ganadera y se reparten entre los apicultores que tengan al menos
320 colmenas. Juan Antonio Morales López, apicultor y miembro del sindicato UPA
UCE Extremadura, se queja de que aún no ha recibido las ayudas solicitadas a la
Junta de Extremadura en enero de este año: “ Otros años para estas fechas ya
habíamos recibido las ayudas, pero este año con la crisis todavía no nos han
confirmado la cantidad de dinero que recibiremos”, declara.
Otra fuente de
financiación que encuentran los apicultores es la venta de los productos
apícolas como la miel, el polen o la cera. Paradójicamente y a pesar de la
situación económica los precios han conseguido mantenerse e incluso superar los
de años anteriores.
Tras superar el
bajón en las ventas que supuso la apertura de las fronteras europeas a la miel
procedente de China en el año 2004, los ingresos por la venta de miel han
conseguido mantenerse, al igual que el precio de la miel comercializada por
cooperativas, como declara Juan Antonio, se ha mantenido en 2,60€ por kilógramo
de miel. Entre las consecuencias del mantenimiento de estos precios los
apicultores declaran que es debido a unas condiciones medioambientales benignas
con inviernos menos duros y el aumento de flores en primavera unido a un menor
número de incendios.
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