La opresión de las mujeres palestinas

En la actual Palestina, las mujeres son quienes, con diferencia, se ven doblemente esclavizadas y castigadas. Por una parte tienen que sufrir, como todo el pueblo palestino, la ocupación israelí y por otra parte son oprimidas por los valores de su propia sociedad.

La petición de reconocimiento del Estado palestino ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) llevada a cabo por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbás, abre un pequeño camino hacia la esperanza del pueblo palestino y de sus mujeres.

La presidenta de la asociación Pau Ara i Sempre (Paz Ahora y Siempre) y coordinadora del proyecto Palestina amb Ulls de Dona (Palestina con Ojos de Mujer), María Vila Miras, señala: “hace tiempo que la sociedad palestina se está preparando para tener un estado. Están llevando a cabo todo un proceso de transformación legislativa para ejecutar el recién aprobado Plan Contra la Violencia de Género 2011-2020 para Palestina”.

Las mujeres son una pieza vital de la sociedad palestina, son quienes sustentan la organización familiar, pero a su vez son uno de los colectivos que más discriminación sufren. “La situación de las palestinas de hoy es una situación parecida  a la mujer española de los años 50”, comenta María V. Rebolo del Observatorio de Mujeres Palestinas. Además, añade que “la sociedad palestina sigue siendo altamente patriarcal y machista, siguen existiendo los mal llamados ‘crímenes por honor’ que no son más que el extremo de la violencia de género”.

A pesar de esta situación de desigualdad que sufren las palestinas, su lucha y su implicación en el movimiento político no cesa. En el año 1921 se creó en Jerusalén la primera Unión de Mujeres Palestinas. Años después, en 1926, se celebró en el mismo Jerusalén el primer Congreso de la Mujer Palestina. Desde entonces se crearon más de 200 asociaciones. 


Con la creación del estado de Israel en 1948 las mujeres, y todo el pueblo palestino, se vieron obligadas a abandonar su pueblo y refugiarse en las fronteras. La mujer palestina adoptó entonces su rol de sustento familiar, ya que muchos hombres habían caído en la guerra, se encontraban prisioneros o emigraron a otros países.

Mujeres palestinas en Gaza. Autor: ISM Palestine

El papel de la mujer en la intifada fue notable. Ellas se encargaban de difundir las ideas entre los niños y participaban activamente en los movimientos contra la ocupación. La represión por parte de los israelitas hacia las mujeres palestinas se dio con los denominados ‘castigos de honor’. Muchas mujeres que estuvieron involucradas en diversas acciones políticas fueron vejadas y violadas por el ejército israelí y otras muchas fueron fuertemente amenazadas. Estos ‘castigos de honor’ actualmente siguen vigentes y son muchas las mujeres palestinas que a diario los sufren.

Muchos son quienes confían en que el reconocimiento del Estado palestino venga acompañado de cambios y mejoras en la sociedad y suponga un paso adelante en la resolución del conflicto que persigue a Palestina desde hace décadas, pero muchos son también quienes observan esta petición con recelo y desconfianza. La presidenta de Pau Ara i Sempre apunta que “el simple hecho del reconocimiento no garantizará una mejor calidad de vida para las palestinas ni para los palestinos, si no va acompañada de un compromiso del Estado de Israel de respetar algunos de los muchos acuerdos que no han cumplido desde su creación, como el derecho de retorno de los refugiados, la desocupación de los territorios palestinos, la vuelta a las fronteras del 67 o la destrucción del famoso muro de la vergüenza, entre muchas otras cosas”.

Desde el Observatorio de Mujeres Palestinas, tampoco confían en que la constitución de un Estado palestino acabe con la desigualdad: “reconocer a Palestina como estado no cambiará mucho la situación porque la opresión de la mujer allí viene por la ocupación israelí y por la sociedad machista. La creación del estado no acaba con la ocupación ni con el Muro ni con la injusticia. La ONU dividió Palestina y ahora la ONU quiere devolver al pueblo palestino las migajas que han quedado después del saqueo israelí”.

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