Dentro unas semanas Médicos Sin Fronteras volverá a lanzar la campaña contra las enfermedades olvidadas “Pastillas para el dolor ajeno” que cosechó un considerable éxito durante el año pasado.
El objetivo es paliar las enfermedades consideradas “desatendidas” u “olvidadas”. La Organización Mundial de la Salud acuñó este nombre para designar las afecciones que, o bien tienen un tratamiento muy barato o están prácticamente erradicadas en los países desarrollados. Aun así continúan haciendo estragos en las comunidades más pobres y precarias donde no siempre llega la ayuda suficiente.
La campaña de MSF (Médicos Sin Fronteras) busca financiar fármacos e investigaciones sin ánimo de lucro a través de publicidad con caras conocidas y con la venta de cajas de pastillas de menta que simboliza cada una seis de las enfermedades olvidadas. En total se superó los tres millones de cajitas vendidas el año pasado.
los males olvidados
Según los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), las enfermedades desatendidas se cobran un total de 14 millones de muertes al año, causadas por afecciones que tendrían una fácil solución si el mundo desarrollado no mirase a otro lado. “Es lo peor de trabajar en África”, señalaba la responsable de comunicación de Cáritas Marisa Salazar, “la impotencia que se siente de no poder hacer nada y que estas personas mueran por unas enfermedades que en occidente ya están erradicadas”. Además, la mayoría de las víctimas son los niños, con una situación más precaria en Somalia; “las familias de Kenia y Etiopia suelen tener una media de seis o siete hijos”, aclaraba el responsable de Acción Humanitaria y Emergencia de Adra, Kevin Hernández, “pero es en Somalia donde la mortalidad infantil es realmente crónica”.
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| Niños en un orfanato de Kenia, foto por Linz_ellinas |
Los males contra los que luchará en su campaña MSF son: la enfermedad del sueño, la fiebre negra, la enfermedad de Chagas, la tuberculosis, la malaria y el sida infantil. De las muertes provocadas por estas dolencias, el 90% sucede en los países en desarrollo. Según datos de UNCHR (la agencia de la ONU de refugiados) se trata de una situación en espiral: La malnutrición y las condiciones insalubres causan o empeoran las enfermedades que a su vez provocan menos absorción de los alimentos y condiciones todavía más nocivas para la salud. Por esta razón, si no se evita, la pobreza llamará a más pobreza.
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