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Agorafobia, una cárcel en tu propia mente


En los últimos años se ha producido un incremento notable de casos de agorafobia, tanto es así, que se estima que alrededor de dos millones de personas sufren este trastorno en España, según datos de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM).

Se conoce a esta enfermedad como la del miedo a tener miedo, ya que se caracteriza por el pánico que se tiene a diferentes situaciones. En los casos más extremos puede llegar incluso a confinar a la persona en su casa, sin posibilidad de salir a la calle. 


Vídeo que resumen brevemente las características de la agorafobia 

Una de las instituciones más importantes en este campo es la Asociación Madrileña de Agorafobia de Madrid (AMADAG), que lleva en la actualidad más de 50 casos y ha resuelto en sus 10 años de historia cerca de 1.000, según cuenta su creador el psicólogo Rubén Casado.  
Rubén Casado/Foto David Agudo 

Esta asociación inició sus actividades en 2002 y cuanta, además, con la experiencia propia de su fundador, ya que en una etapa de su vida sufrió este tipo de trastorno. "Creo que el hecho de haber pasado por el problema hace que tenga mayor facilidad para  interactuar con los pacientes, ya que puedo mezclar mi experiencia como terapeuta y como paciente", señalada Casado. "Además siempre existe la duda por parte de enfermo de si el terapeuta comprende realmente los síntomas físicos, en mi caso éso no es así, porque yo también los he pasado"






Uno de sus pacientes es David Álvarez, un madrileño de 22 años que lleva dos años acudiendo a la asociación. Todo surgió hace alrededor de dos años y medio cuando empezó a notar taquicardias, sudores fríos, hormigueo en la cara y demás síntomas, cuando salía de su casa. Al principio no le dio mucha importancia, pensaba que estaba resfriado, pero poco a poco entendió que se trataba de algo más.

No tardó en acudir a la Asociación Madrileña de Agorafobia de Madrid, dónde el psicólogo Rubén Casado  dio con el diagnostico adecuado. David habla de él como de su amigo, no le gusta la palabra psicólogo, le da "mal rollo" "sé que somos paciente y médico pero yo la trato como un amigo a la que le cuento mis problemas, así es más fácil" añade con una sonrisa. "Al principio todo es muy desconcertante, no sabes que te pasa, no entiendes nada, a medida que empiezas a comprender porque tienes esos síntomas físicos ante determinas situaciones empiezas a mejorar, pero lo realmente difícil viene en las exposiciones en vivo, (cuando se enfrenta a las situaciones y pone en práctica lo aprendido durante las sesiones con Rubén) allí es  adonde realmente te enfrentas cara a cara con el problema".

La terapia más adecuada para superar la Agorafobia es la Cognitiva Conductual, que según explica Casado "consiste en mostrar al paciente que la ansiedad y el miedo que siente ante determinadas situaciones corresponde a un pensamiento irracional y alejado de la realidad. Tienen poco apoco que ir quitándose ese pánico ante las situaciones que hacen que la ansiedad se dispare. David, por ejemplo, experimenta el pánico al montar en un coche, en un ascensor, en el metro e incluso estar en el propio baño de su casa". Sin embargo añade que "cada paciente tiene su propia idiosincrasia y tienen diferentes situaciones problemáticas. Pero todos ellos coinciden en anticipar que la situación les va a dar pánico, lo que les crea una especie de cárcel, una barrera en su propia mente, ya que, en un primer momento, la mayoría opta por no enfrentarse al problema, lo que a la larga hace que la terapia se extienda en el tiempo".

Esta enfermedad mental se supera en el 90% de las ocasiones a través de esta terapia en una media de tiempo de dos a tres años, según datos de la propia asociación, por lo que se puede decir que es muy efectiva. Eso si, según el psicólogo "en todo momento se necesita la fuerza y las ganas de mejorar del paciente, ya que es él el único que puede salir de su situación".

Como dice de forma muy gráfica el paciente "se trata de mejorar a base de hostias" (de pasarlo mal), ya que en la exposición en vivo el paciente sufre todos los síntomas y miedos que teme, pero los debe afrontar una y otra vez hasta que la ansiedad se estabilice y la persona se dé cuenta que no tiene nada que temer.

Otra situación difícil a la que se enfrentan los pacientes es la incomprensión por parte de sus familiares, la mayoría son incapaces de entender porque su hijo, hermano, padre o madre se encuentra en esta situación. "Al principio mis padres no entendían nada, me decían que espabilase, que era muy vago y que no podía quedarme todo el día en el único sitio dónde me sentía seguro, mi casa. Ahora ya con el paso del tiempo entienden algo, pero todavía sé que piensan que es una cosa menor, cosas de niños" afirma el paciente .

Por suerte la terapia ya está haciendo efecto con David, ha conseguido que el problema no afecte a su vida cotidiana. Únicamente quedan algunas situaciones por superar, pero lo peor ya lo ha pasado, según él mismo dice "estoy volviendo a disfrutar de la vida".

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