Con
la incursión del Real Decreto Ley 16/2012 sobre medidas urgentes para
garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad
y seguridad de sus prestaciones, han surgido opiniones muy diversas desde todos
los ámbitos afectados por los recortes. La sanidad de entendía como un derecho
universal, pero debido al momento económico por el que está pasando el país el
gobierno ha visto necesario realizar cambios en la estructura de la sanidad con
la finalidad de conseguir una cohesión e igualdad en toda la nación, como se
establece en el sumario del Real Decreto “son necesarias reformas que permitan
reforzar la sostenibilidad, mejorar la eficiencia en la gestión, promover el
ahorro y las economías de escala…”. Ante esto los partidos de la oposición no
han tardado en expresar sus valoraciones.
Fotografía: Jacilluch |
Uno de los cambios que más ha hecho mella entre la
población joven es la noticia de que a partir del Real Decreto no se garantiza la
asistencia sanitaria a los colectivos, en concreto a los mayores de 26 años que
no hayan cotizado nunca. Rubén Bejarano
aclara que “Parece que
van a arreglar esta "chapuza" con la nueva regulación que viene a modificar
el propio decreto ley. El proyecto de decreto ley divide en dos grupos
a los mayores de 26 años que nunca hayan cotizado, algo cada vez más
habitual: los que antes del 1 de septiembre hayan contado con una tarjeta
sanitaria individual, y los que no. Para los primeros se dice, simplemente, que
se les deje como están. Eso sí, tienen tres meses para presentar la
documentación correspondiente. Los otros, los que cumplan más de 26 años a
partir del 1 de septiembre, tendrán que hacer un proceso similar al de antes
—(solicitar el certificado de que no tenían ingresos), solo que esta vez
deberán acreditar que no ganan más de 100.000 al año. Con esto la inmensa
mayoría de los casos quedarán cubiertos.”
La rapidez con la que se ha hecho el Real Decreto y lo
cambios en él introducidos no parece dar solución a todos los problemas
económicos por los que atraviesa la sanidad española. Enrique Normand
afirma que “se ha tramitado de forma urgente algo que debería haberse hecho con
más calma por su trascendencia y para poder incorporar enmiendas de otros
grupos políticos durante la tramitación parlamentaria. Es un real decreto ley
que el propio gobierno ha modificado en dos ocasiones en menos de un mes. A la
primera modificación la llamaron "corrección de errores". Globalmente
estamos en contra aunque es cierto que introduce algunas mejoras”. Desde
Izquierda unida el descontento con la aplicación del Real Decreto esta patente
ya que como asegura Rubén Bejarano, “es una auténtica contrarreforma, que va a tener un
impacto muy negativo en cuanto a la calidad asistencial. Ya no podemos hablar
de una sanidad pública, gratuita, universal, solidaria y equitativa. Es excluyente
y la puerta al copago, aumentando un progresivo proceso de privatización”.
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