El vino es uno de los principales motores económicos de la comarca de
la Ribera del Duero
La temporada de vendimia finalizó hace pocos días y ahora
toca el turno de iniciar el proceso por el cual la Denominación de Origen prevé
una de las mejores añadas de los últimos años.
La climatología de este año, en
la que ha sido decisiva la temperatura de este mes de septiembre, provocó que
el inicio de las vendimias se adelantase con respecto a años anteriores. De
hecho, el director técnico de la D.O., Agustín Alonso, comentaba con los medios
a mediados de la campaña que este hecho ha provocado que los caldos de esta temporada tengan mayor grado alcohólico con respecto a años anteriores. Eso sí,
remarca Alonso que en esta ocasión, los vinos Ribera del Duero tendrán ‘un gran
color y un buen componente para hacer vinos de larga guarda, y de vinos con una
acidez equilibrada’.
Foto: Peñafiel, de Luis G. Cabello |
Lo cierto es que, en palabras del reconocido enólogo de las
Bodegas Hermanos Pérez Pascuas Jose Manuel Pérez ‘nos encontramos ante una cosecha con grandes
posibilidades’.
En torno al vino, la comarca de la Ribera ha sabido
estructurar una serie de rutas y servicios mediante los cuales promociona, ya
no sólo las marcas de vino más reconocidas del panorama nacional, sino también
los pueblos que componen la Denominación de Origen.
La ‘Ruta del Vino’ que patrocina Ribera del Duero está
compuesta por un conglomerado de pueblos entre los que destacan Aranda de Duero,
Roa de Duero o Peñafiel, los tres mayores núcleos de población de la zona.
Cierto es que también ha favorecido el desarrollo turístico
de la zona las denominadas ‘rutas verdes’. En concreto, la conocida como ‘Vía
del Duero’, una ruta cicloturista que recorre Castilla y León de punta a punta siguiendo
la orilla del río con mayor cuenca hidrográfica de España, el río Duero.
Foto: El Lagar de Isilla |
Muchas son también las bodegas que se dedican a realizar
visitas turísticas en esta época, mostrando al visitante el proceso por el cual
se elaboran los vinos y mostos que, meses más tardes, estarán en nuestras
mesas.
Entre ellas, destaca ‘El Lagar de Isilla’, en la pequeña localidad de La
Vid. En esta bodega, sus técnicos explican con paciencia y de manera entretenida las
diferentes clases de vinos que existen en sus barricas, además de ayudar
mediante catas didácticas, a diferenciar los matices con los que la tierra dota
a cada uno de los diferentes productos de la denominación.
La comarca vive, dejando aparte a las grandes marcas como
Leche Pascual o Michelín, del vino y todo lo que le rodea. Pero eso sí,
sirviéndose de los conocimientos y acervo cultural de una zona en la que el
vino es parte fundamental de su cultura.
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