Un patio de colegio bien vendido

Asefa Estudiantes busca cualquier tipo de recurso para su maltrecha economía

El Polideportivo Magariños, mítico recinto de Asefa Estudiantes, está en obras. La cantera formada por un millar de niños sufre la remodelación, pero saben que al término de ellas disfrutarán de las mejores instalaciones para hacer lo que más le gusta: jugar al baloncesto.

En la parte de arriba del polideportivo, los diferentes departamentos de la entidad trabajan como pueden, apiñados, sin apenas salas en las que poder recibir visitas o despachar entrevistas. El director de marketing y comunicación, Juan Useros, sabe de la situación, pero trata que todo vaya lo mejor que se puede, confiado de que una vez más sus labores comerciales darán sus frutos.

Useros se muestra abierto a todas las preguntas, cuenta con todo tipo de detalles todos los trabajos que han desarrollado él y sus compañeros, pero al ser preguntado por futuras iniciativas, no nos desvela nada y sale al paso como puede: “No te puedo decir nada porque no lo hemos cerrado. Estamos dándole una vuelta”. Se está tirando un farol. La campaña para captar aún más abonados se está cociendo.

Ayer por la mañana salta la noticia. Una página web especializada en baloncesto (TuBasket) adelanta que un empresario sirio de nombre impronunciable ha realizado una oferta por el 95% de las acciones de la sociedad estudiantil. La noticia la confirma poco después otra página especializada en baloncesto (Encestando). Rápidamente, los foros estudiantiles y la red social Twitter se inundan de comentarios al respecto. Dudas y más dudas. ¿Quién será este posible comprador? ¿Será bueno para el club?

Vídeo en el que se filtran las primeras imágenes del empresario sirio. Fuente: Gigantes

A mediodía, el club, mediante un comunicado oficial en su página web, confirma la oferta y llaman a la calma. Por la tarde, se filtra un vídeo en internet con imágenes del misterioso comprador árabe. La afición, que se prepara para acudir por la noche a la final del Torneo de la Comunidad de Madrid, siempre ha estado a favor del Estado de Palestina y es frecuente ver a dementes (una peña estudiantil se llama Demencia) con turbantes en la grada. Aunque está aturdida por la noticia, hace bromas con este aspecto y es que algunos de sus cánticos empiezan a tomar sentido. “Dónde vas con turbante y chilaba y con esa camiseta azul, al Palacio a ver al Estudiantes” es la mejor metáfora de esta presunta unión entre Estudiantes y el mundo árabe.

Incertidumbre y estupor

La velocidad a la que se propaga la noticia es muy grande, más aún cuando la revista Gigantes adelanta que Abd Al Rahman Saad, nombre del empresario, va a asistir al partido que por la noche disputan Asefa Estudiantes y Real Madrid. Ante el ajetreo, Estudiantes decide que su presidente salga en la rueda de prensa posterior al partido para dar explicaciones.

Llega el partido y justo antes de empezar aparece el poderoso magnate árabe. Tiene pinta de no saber dónde está. Mira con detenimiento el lugar. Parece que es la primera vez que asiste a un partido de baloncesto. La afición de Estudiantes se percata de su nuevo mecenas. Empiezan a cantarle y una traductora le dice lo que está pasando. Él, agradecido, saluda a su afición. El partido se disputa y llega la rueda de prensa.

El presidente de Asefa Estudiantes, Juan Francisco García, comparece ante los medios y explica que ha decidido salir a hablar para aclarar la propuesta del inversor sirio, pero antes da paso a un vídeo e invita a hacer “una reflexión” a los presentes.

El vídeo, que saldrá a la luz durante el día de hoy para todos, comienza con un discurso del empresario árabe dirigiéndose a la afición. Se presenta como “la persona que este club necesita” y explica cómo su llegada propiciará que Estudiantes pueda mantener sus valores de cantera y su organigrama tan grande. Sin embargo, el vídeo, poco a poco, va dando un giro radical para dar a entender que Estudiantes es un club singular, cuyos valores son intocables. Finalmente, el presunto comprador es un actor profesional que vive en Madrid y deja claro que si Estudiantes no cambia, “será el Estudiantes de toda la vida, un club que nació en el patio de un colegio y que seguirá jugando siempre como si jugase en ese patio”. Descubierta la broma y la campaña, el presidente pidió disculpas a los que se pudieran haber sentido ofendidos y dio las gracias a los que habían hecho posible el engaño. Posteriormente, un grupo de aficionados infiltrados en la rueda de prensa alternaba los cánticos de “el Estu no se vende” con “Somos un equipo de patio de colegio”.

Nik Caner-Medley en Pasarela Cibeles. De espaldas, Jayson Granger. Fuente: RTVE

Otras iniciativas
Esta campaña comercial de publicidad de la marca Estudiantes no será la última que realice Estudiantes, pero tampoco ha sido la primera. Con un “departamento comercial muy activo”, Juan Useros coordina todo el trabajo que desarrolla su equipo. Es un departamento que no espera que las empresas vayan a él, sino que en “el 99% de los casos” es el equipo colegial “el que toma la iniciativa”, remacha el comercial.

Los problemas económicos que asolan al club escolar hacen que este departamento sea uno de los principales pilares en los que se sustenta el presupuesto. Sabedores de las dificultades que atraviesan, con patrocinios y campañas, este departamento busca “la mayor cantidad de ingresos posibles”. Saben que este tipo de publicidad a base de vídeos o concursos los días de partido supone un empujón para vender su producto y, por eso, desarrollan frecuentemente estas iniciativas.

Momento en el que la afición tira los aviones. Fuente: d6

A destacar, dos proyectos que celebraron el pasado año. La Pasarela Cibeles se celebró el pasado mes de febrero. La semana de la moda no tiene nada que ver con el baloncesto, pero los responsables de marketing lograron que cuatro jugadores de la primera plantilla (Granger, Clark, Asselin y Nik Caner-Medley) desfilasen por la pasarela ante la incredulidad de todos. A decir verdad, no desentonaron y se consiguió lo que se buscaba: salir en los medios de comunicación y dar publicidad a la marca.

El segundo gran proyecto del año pasado se realizó en el último partido de la temporada, en el mes de mayo. Junto con un patrocinador, EasyJet, la entidad estudiantil ideó un concurso muy peculiar. Los aficionados tenían que hacer aviones de papel para durante el descanso hacerlos volar hacia la pista. Los que cayeran en la pista entrarían en un sorteo que daría al ganador un viaje para dos personas al destino que eligiese. El éxito fue nuevamente mayúsculo, todos los niños disfrutaron y la masa social, que “es muy potente” en palabras de Useros, salió reforzada.

El departamento de marketing trabaja por y para el club y para la afición. La imagen hay que venderla y los comerciales lo están haciendo de la mejor forma posible. La crisis económica acecha, pero los profesionales que trabajan para el club consiguen que se note lo menos posible. ¿Cuál será la próxima campaña?

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