El Palacio Municipal de Congresos de IFEMA, situado en el Campo de las Naciones, albergó en sus entrañas los pasados ocho y nueve de octubre la primera edición del Arnold Classic Europe, un certamen de ‘Body Building’ repleto de grandes deportistas y especialistas que apostaban por ser los mejores del mundo. Era la primera vez que la competición se celebraba fuera Ohio, Estados Unidos, y ha sido un éxito rotundo entre los forofos que llenaron sus gradas y que ya están esperando que llegue la próxima edición.
Concursante de la modalidad Women's Bikini |
Pero no es oro todo lo que reluce. Este encuentro no ha estado exento de polémica, pues las participantes españolas de la categoría de Women’s Bikini se quejaron del favoritismo que los jueces ejercieron en pro de las candidatas de sus países. Sonia Cabrera admitió que era muy evidente “cómo entre el jurado se encontraban padres de las candidatas” o “cómo los jueces hacían señas de aprobación a las participantes de su delegación”. Añade además que el si se pretende que “el culturismo llegue lo más lejos posible en nuestro país y que entre a formar parte del Comité Olímpico este tipo de aspectos deberían controlarse rigurosamente”, y lanza un órdago al Presidente del FIBB, Rafael Santoja, al que atañe que “aunque sabe que su labor en la competición es sobre todo de carácter ejecutivo, ha de intentar controlar e impedir las irregularidades que, como esta, suelen ser frecuentes en este tipo de concursos”.
Entrada principal del Arnold Classic Europe enIFEMA |
También se han suscitado quejas por parte de los asistentes, quienes alegan que después de haber obtenido las entradas no han podido disfrutar por completo del certamen. La entrada básica para acceder al encuentro y cuyo precio era de 10 euros no ofrecía la posibilidad de poder disfrutar de los concursos, tan sólo daba la opción de poder hacer uso de la parte ferial, es decir, sólo se podían visitar los puestos sobre dietética y fitness en las que empresas de todo el mundo mostraban sus productos y ofertas. El resto de las entradas tenían un valor que oscilaba entre los 20 y los 100 euros y estas sí que permitían en acceso íntegro a todas las instalaciones. Uno de los afectados fue Cristian Paredes, que compró las entradas a través de internet y que alegó que “en ningún sitio decía que ese ticket tan solo valía para poder ver puestos de feria ambulante”, como catalogó a la parte ferial. “Hay muy poca información y muy pocos sitios donde poder consultarla” alega el afectado.
Ya queda menos para la próxima edición del Arnold Classic Europe, exactamente 353 días de espera con al expectación puesta en la solución de los errores este año cometidos, que son muchos tratándose de un certamen que lleva ya 23 años celebrándose.
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