La política ha sido la forma la vida de uno de los dirigentes más antiguos de la democracia. Vivió el golpe de estado del 81 dentro del hemiciclo, fue presidente de Castilla-La Mancha durante 21 años,
quiso ser candidato a presidente del Gobierno enfrentándose al mismísimo Zapatero, fue ministro de Defensa y en sus últimos años de carrera
ha presidido el Congreso de los Diputados.
José Bono, Presidente del Congreso / Fuente: PSOE |
José Bono, ahora presidente en funciones
del Congreso, dirá adiós a la política activa tras las próximas elecciones
generales del 20 de noviembre, en uno
de los momentos más complicados para el PSOE.
R: Cambiar la ley electoral, -afirma tajante- y que
cada distrito elija a sus diputados. Por
ejemplo que el distrito de Alcaraz elija a uno y ese uno seguro que va a al distrito a preocuparse de ese lugar en concreto. Ahora, esto tiene
un problema porque si yo me preocupo del
puente de Alcaraz, ¿quién se preocupa de la defensa o la sanidad?,
pues entonces sistema mixto, el mejor el alemán, la mitad de la cámara
elegida de modo específico por distritos y la otra mitad a nivel nacional. Pero
para eso las cúpulas de los partidos políticos tienen que dejar de tener tanto
poder, las cúpulas de los partidos tienen un poder excesivo, los jóvenes tienen que luchar para conseguir hacerse un hueco entre los altos cargos políticos. La gente se ha dado cuenta de que los
partidos tienen mucho poder, lo tuvieron de forma justificado al principio
porque salíamos de la dictadura, había que hacer cambios, pero ya han pasado
casi 40 años y habría que modificarlo. Para que la gente se identifique con sus
políticos, sus políticos tienen que ser más cercanos, muy cercanos.
PREGUNTA: ¿Qué siente al marcharse de la política después de tantos años?
RESPUESTA: Me voy contento, he administrador el reglamento con
imparcialidad y nunca he dejado de votar con mi partido. Me voy a gusto, pero yo me pregunto, ¿voy a
saber vivir sin el Congreso? Pues si no
sé, vendré a la biblioteca del Congreso
a leer, porque yo ya he hecho lo que una monja cuando entra un convento,
yo me he "cortao" el pelo. También tengo una hija pequeña de 10 años, esto me
motiva mucho, estar más con ella de lo
que estuve con mis hijos mayores.
P: En
lo profesional, ¿con qué se queda de estos años?
R: De los años de la política, lo más positivo para mí ha sido la retirada de las tropas de las Irak. Cuando yo tomé posesión
como Ministro, al Presidente lo asesoraba gente muy importante, muy importante
del PSOE y de fuera. Le aconsejaban que dejásemos a los soldados hasta junio
y yo le dije al Presidente, como no los retiremos el primer día no los
retiramos. Me hizo caso, me fui a Diwaniya,
en Irak y nos recibieron con una explosión de mortero, retiramos las tropas y
aquello para mí fue muy emotivo.
Negativo, me llevo el golpe de estado.
P: ¿Y
en lo personal?
R: Yo he conocido aquí a mucha gente, he hecho muchos
amigos, gente importante... Como experiencia de aprendizaje, es que yo cuando
tenía 20 años era más radical. Yo he aprendido algo que no es fácil y es seguir
con las mismas convicciones pero escuchando a quien piensa en contra. Yo en mi
época creía que tenía toda la verdad y
el que no pensaba como yo era un facha pero ahora con 60 años de los que 42 los he vivido
en la política, os diría que el partido y la política forman parte de mi
familia.
P: ¿Cree
que el PSOE puede evitar la debacle electoral que vaticinan?
R: Sí, yo creo que no es imposible que ganemos. La crisis la identifica mucha gente con
nuestra manera de gobernar y es injusto, es un acto de injusticia lo que se
comete con Zapatero sobre todo. Pero claro, hay mucha gente que quiere trabajar
y no tiene un puesto de trabajo, aunque también
hay mucha gente que no quiere trabajar, que le das un puesto de trabajo y dice,
“con el paro tan bueno que tenemos”. Tú vas a contratar a alguien y te dice, “no
cuando se me acabe el paro”, es que así el paro no se acaba nunca. Vamos a ver si tú tienes un trabajador y le
dices “yo te voy a pagar mil euros, pero cuando hayas cumplido seis meses te
voy a despedir, te vas a ir a la paro, te van a pagar 800 y yo te voy a dar 200
euros”. Todos ganan, ¿no? El cobrará 1000 euros y yo solo pagaré 200. ¿Todo es
así? No, pero hay mucho fraude y eso también hace que haya más paro.
P: ¿Qué
políticas piensa que deberían llevarse a cabo para acabar con el problema del paro?
R: Pues en España está muy complicado, en Suecia, aunque es un país más rico, tienen un salario
de inserción, tú decides si trabajar o no, si decides no trabajar, te dan un
salario pequeño pero te pagan. En la mentalidad española esto no se concibe, y cuando te encuentras con gente que dice, “no, yo voy a trabajar
porque tengo el paro”, pues eso también nos lo cargan en nuestro haber y
deberíamos resolverlo.
P: ¿Qué
opina sobre la derrota del PSOE en Castilla – La Mancha?
R: En mi tierra hemos tenido la mala suerte de tener
todo el poder y perderlo de manera
fulminante. Yo creo que este fenómeno de haber perdido todo el poder nos va a
pasar factura. A mí me pasa esto y me muero, -dice con rotundidad-. A mí me
preguntaron en una ocasión, que qué pasaría si perdia las elecciones, era en Castilla-La Mancha, en el 95, yo contesté sin pensarlo me muero. No concebía perder, cuando tú no concibes
perder es más fácil ganar.
P: ¿Está
de acuerdo con los recortes impuestos por
Mª Dolores Cospedal?
R: Yo he dicho en público y lo pienso, que como
presidente que fui 21 años, no me corresponde hacer juicios de los gobiernos
posteriores, si no ayudar. A mí me interesa más que Castilla-La Mancha vaya
bien, a que gane uno u otro. Pero yo no debo hacer un discurso contra los gobiernos que ha habido o que haya. Dicho
esto yo he recibido nueve querellas para meterme preso, de esas nueve,
tres firmadas por Cospedal, ya te he dicho todo.
P: Algunos
debates en el Congreso son muy duros, ¿es difícil lidiar con los diputados?
R: Aquí lo más difícil es que se callen, hay una
técnica muy antigua que consiste en no dejar hablar a aquellos que molestan o interrumpen, aunque
eso los diputados ya se lo saben. ¿Cómo no se les deja hablar?, pues con el
llamado "efecto cóctel”. Tú estás tomándote un cóctel en un bar donde
hay mucha gente, el ruido ambiente es muy fuerte, nadie grita, pero es imposible
hablar. Aquí en el Congreso cuando el orador está en la tribuna
hablando, el resto de diputados cuchichean entre ellos, dando lugar a
ese efecto cóctel que es insufrible. El orador piensa que lo escuchan, pero en
realidad nadie está oyendo nada de lo que dice.
Yo, como Presidente del Congreso, puedo ordenar que se suba el volumen del
micrófono del orador para que se oiga mejor
lo que dice por los altavoces de
cada escaño, intentando así que los diputados dejen de hablar. Sin embargo al
subir el micrófono del orador, la gente habla más alto todavía. Cuanto más
volumen tiene el orador, más ruido
ambiente se genera pero cuando el diputado que está en la tribuna deja de
hablar, hay más silencio que cuando está hablando, por lo tanto intentar que
haya silencio en la sala es prácticamente imposible. Al final ya dije,
aquí voy a reclamar silencio para los portavoces de cada grupo, cuando
subía alguien que no era portavoz, me desentendía un poco, pero si subía el
presidente del Gobierno no les dejaba hablar y les llamaba la atención y si subía Rajoy también,- contesta entre
risas-.
P: ¿Qué
hacer para que los ciudadanos tengan más confianza en la política actual?
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