Una capital como Madrid tiene mucho que ofrecer culturalmente
hablando, de eso no cabe duda, y durante estas dos últimas décadas Madrid ha evolucionado
hasta proponer un ocio nocturno totalmente tentador y diferente.
Allá por los ochenta, justo cuando despuntaba la movida,
varios garitos comenzaban su andadura en la noche madrileña, y hoy están de
actualidad ya que son de los pocos que sobreviven a la crisis económica que nos
invade: nos referimos a La Vía Láctea, el Tupperware, el Penta, y El Sol.
Las señas de identidad de dichos locales las conocen bien
aquellos asiduos visitantes que semana tras semana son fieles a la cita: decoración
desde el pop más extremo hasta el kitsch más urbano; el público de pose
alternativa y gustos cool y modernos; y lo más importante, un repertorio musical digno de cualquier club que se precie.
La Vía Láctea |
La Vía Láctea comenzó su andadura en 1979, al igual que El
Sol; sus dos plantas albergan una amalgama de carteles musicales, portadas de
discos, y pósters de lo más variado, aunque uno de los más míticos es el del
concierto de Ramones que se encuentra en
la escalera que sube a la segunda planta. Tiene sofás y mesitas repartidos por
las dos plantas, pero dado el aforo y el número de visitantes es difícil
pertenecer a la élite que los disfruta. La música hace un recorrido por lo más
granado del rock nacional e internacional, y el público suele rozar la
treintena, con algunas excepciones.
Tupperware |
El Tupperware mantiene un estilo muy parecido al de La Vía
Láctea por su distribución en dos plantas, aunque la decoración está más
elaborada. El público es de la franja de edad de los dos anteriores, y suele
haber más turistas que en los demás. La música mezcla la de los ochenta con grandes hits del rock de
todos los tiempos; uno de los grupos que más suena es Nirvana. El dj residente es Adrian LeFreak, que llena las noches del Tupperware de sonidos tan dispares como AC/DC, pasando por Air, tocando el punk precursor de Buzzcocks, desde el indie de Editors, hasta uno de los grupos que más sonaron hace un par de años, los llamados Clap Your Hands Say Yeah, banda estadounidense que se empezó a dar a conocer mediante blogs y numerosos medios de la Red.
The Cabriolets en concierto, sala El Sol. |
La lista de locales de la zona que aportan algo alternativo
al ocio es larga, aunque la crisis ha hecho que cierren unos cuántos clásicos
como el Yesterday o el Mojo. Esperemos
que estos templos de la noche madrileña y sus camaradas perduren muchas crisis
más y sigan demostrando que aún quedas alternativas en la noche madrileña.
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