ALEJANDRO SÁNCHEZ DE MIGUEL || Fundador del Grupo de Contaminación Lumínica de la UCM
El fundador del Grupo de Contaminación Lumínica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Alejandro Sánchez de Miguel, ha trabajado durante años como vocal de actividades de la Asociación de Astrónomos de Madrid y lucha continuamente contra la contaminación lumínica que afecta a España y especialmente a la Comunidad de Madrid. Afirma que en la capital ha dejado de verse su símbolo, la Osa Mayor, e intenta proponer soluciones al problema.
El fundador del Grupo de Contaminación Lumínica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Alejandro Sánchez de Miguel, ha trabajado durante años como vocal de actividades de la Asociación de Astrónomos de Madrid y lucha continuamente contra la contaminación lumínica que afecta a España y especialmente a la Comunidad de Madrid. Afirma que en la capital ha dejado de verse su símbolo, la Osa Mayor, e intenta proponer soluciones al problema.
La contaminación lumínica es un tipo de contaminación de la que la población apenas tiene conocimiento. En la mayor parte de las ocasiones la respuesta es siempre "¿eso qué es?". Existen numerosos grupos encargados de intentar concienciar a los ciudadanos del problema tan grave que supone y de intentar solucionarlo. Además, Madrid es una de las ciudades que mayor contaminación lumínica posee no sólo de España, sino de toda Europa.
P. La mayor parte de la población desconoce qué es la contaminación lumínica. Exactamente en qué consiste la contaminación lumínica, cómo se genera y cómo se haya actualmente el tema.
R. Contaminación lumínica se consideraba toda la luz que se mandaba por encima de la horizontal, porque esa luz directamente se perdía irremediablemente, no tenía ningún sentido. Lo que pasa es que con el tiempo esa definición técnica ha ido evolucionando a lo que es el aumento artificial del brillo del cielo provocado por la difusión de luz. En ese sentido, toda luz que pongas en la oscuridad contamina lumínicamente porque la luz que pones en una calle pues refleja en el suelo, ese reflejo del suelo se manda hacia arriba y entonces perturba lo que es el brillo natural del cielo y la oscuridad natural de la noche, entonces contamina lumínicamente.
P. ¿Se está haciendo algo para paliarlo?
R. En España hay una ley del cielo en Canarias desde los años 80 lo que pasa que a pesar de que es una ley nacional, sólo se tiene ámbito en lo que es la isla de La Palma y parte de Tenerife porque se puso para proteger los observatorios astronómicos de la zona. Aparte de eso, no hubo conciencia ni ninguna iniciativa hasta prácticamente finales de los años 90, el año 2000, cuando los astrónomos aficionados empiezan a ver cómo la contaminación lumínica está haciendo que nos tengamos que ir a cientos de kilómetros de nuestra casa. La Asociación de Astrónomos de Madrid fue una de las pioneras. Por ejemplo en Madrid teníamos todo farolas tipo globo que su eficiencia máxima era del 12%, y entonces conseguimos que el Ayuntamiento renovase el parque de farolas prácticamente por completo. Lo que pasa es que en ese momento éramos poco ambiciosos y se consiguió que por lo menos se racionalice y en términos económicos al menos el éxito ha sido muy grande. Lo que pasa es que el boom inmobiliario ha hecho que lo que hemos ganado por un lado, si hemos ahorrado uno, nos hemos gastado tres. No ha habido ninguna mejoría en términos netos, simplemente igual hemos frenado un poco el crecimiento, pero mejora no, hasta el día de hoy no ha mejorado en absoluto.
P. ¿Qué efectos tiene sobre la salud de las personas?
R. El tema de seguridad vial y en contaminación atmosférica normal. El dióxido de nitrógeno, que es uno de los residuos de la combustión de la gasolina y las fábricas, se genera principalmente durante el día y se destruye durante la noche porque hay oscuridad. Si no hay oscuridad el dióxido de nitrógeno no se destruye tan rápido como se debería destruir. Al haber contaminación lumínica impides que se destruya parte del dióxido de nitrógeno y al día siguiente tienes más contaminación. De manera que nosotros en las ciudades, como en Madrid que hemos llegado a tener problemas muy importantes de contaminación por dióxido de nitrógeno, pues lo que afecta la contaminación lumínica es muchísimo, es como un 3%, se ha visto que sí que está relacionado, hay investigaciones que demuestran que realmente la contaminación lumínica afecta a este proceso.
P. ¿Cuáles son los sectores más afectados?
R. Sectores todos. Por ejemplo en la seguridad vial, una mala iluminación hace que a ti te deslumbren los focos y que tengas accidentes. De hecho hay varios estudios que dicen que una gran parte de las calles españolas están superiluminadas. Además, por la noche, cuando la gente lleva una sustancia mínima de alcohol la probabilidad de deslumbramiento aumenta mucho y el envejecimiento de la población también hace que la gente más mayor se deslumbre mucho más fácilmente. Iluminar no es poner un foco, es que la gente vea bien. Por ejemplo, ahora mismo está de moda poner farolas LED, que son muy bonitas, son blancas y no sé qué, pero la densidad de brillo es muy importante. Tú no tienes que ver el punto que genera la luz, tú tienes que ver el suelo iluminado, no el foco, porque el foco te deslumbra. En este momento eso no se hace. Como los túneles de la M-30, que entrabas y te quedabas ciego. Muchas veces lo que se hace para dar más seguridad lo que se hace es lo contrario. Otro problema es la iluminación blanca.
P. ¿Cómo ha evolucionado en Madrid?
R: Por ejemplo, en Madrid capital, el mayor observatorio que había hasta el año 50 eran el Real Observatorio de San Fernando y el Real Observatorio Astronómico de Madrid. Y hasta el año 50 eran los dos únicos observatorios, los más importantes del país, pero al estar ambos en el centro, el de Madrid en Atocha, pues murieron por la contaminación lumínica, pero no pasaba nada porque tú te ibas a 10-30 kilómetros y estabas otra vez en una zona oscura. Ahora mismo, la contaminación lumínica de Madrid capital es detectable fácilmente a 270 kilómetros, en la Cordillera Cantábrica, y probablemente se pueda detectar en cualquier lugar de la península, lo que pasa que tenemos una geografía muy accidentada, con muchas montañas, pero las estibaciones de la Cordillera Cantábrica es la parte más llana más lejana que tenemos y podemos detectar la contaminación lumínica de Madrid sin problema. Realmente no hay ningún lugar del país sin contaminación lumínica porque con la contaminación lumínica de las ciudades plagamos toda la geografía española.
Contaminación lumínica de la ciudad de Madrid. Fotografía: María Santiago
P. ¿Cuáles son las principales fuentes de contaminación de la capital?
R. El tener edificios con unos focos de luz impresionantes como pueda ser la torre Picasso, pues no es que ayude mucho. Igual antes de limitar por ejemplo el acceso a coches o subir o poner una tasa que siempre es un gasto para los contribuyentes, una cosa que se puede hacer es prohibir iluminar determinados monumentos a partir de determinada hora, que siempre es un ahorro. Lo bueno de la lucha contra la contaminación lumínica es que siempre se puede luchar contra la contaminación lumínica ahorrando en vez de gastando. Lo único que hace falta es apagar. No vas a apagar toda la ciudad, no vamos a apagar nada que realmente necesitemos, pero por ejemplo el alumbrado ornamental, por definición de alumbrado ornamental, puede ser apagado todo a partir de una determinada hora. ¿Quién pasea por Madrid a las tres de la mañana un lunes? Nadie. Entonces no tiene sentido que hoteles, muchas instalaciones aquí mismo en la Complutense tengan encendida una iluminación cuando eso está generando un consumo de energía que es dinero, que es generación de CO2, pérdida de recursos, aumenta la contaminación del lugar, te gastas el dinero de uso de la lámpara… básicamente es como si ahora mismo un país como España que tenemos problemas con el agua, a nadie se le ocurriría tener una manguera encendida toda la noche echando agua, tirándola por ahí, sería un escándalo.
P. Entonces, según usted, los ayuntamientos y administraciones públicas en vez de solucionarlo lo que hacen es agravarlo más.
R. Sí. Ha habido una campaña muy importante para que usemos lámparas de bajo consumo. Pero la pregunta es: ¿qué es más fácil, convencer a 47 millones de habitantes del estado Español que cambien sus bombillas o que la Administración obligue a sus propios ayuntamientos, que también son Administración, a usar de manera racional sus recursos? Ya que la Administración es Administración, en principio debería ser más fácil, porque son los que tienen que dar ejemplo. Pues no. Por ejemplo los datos del Ministerio de Industria estaban mal. Entonces claro, se hizo un programa de planificación energética en el que está incluido cómo reducir la contaminación lumínica, pero claro, si los datos que utilizas están mal, pues no sirve de nada, no puedes. Yo fui a hablar con uno de los responsables de estadística del Ministerio de Industria y ya saben que está mal. Eso sí, ¿sabe qué orgullo fue para nosotros el oír de manos del vicepresidente del Gobierno en ese momento decir que las calles más iluminadas de Europa eran las españolas? Impresionante, pero es que el único estudio que dice es el nuestro y con nosotros no ha contactado nadie. Al final sois los periodistas los que contando lo que nosotros contamos al final llegan los políticos y entonces actúan.
P. ¿Cómo se podría solucionar el alumbrado de las calles?
R. Las bombillas de las farolas tienen una vida de 5 años, o sea, que en 5 años tú tienes obligatoriamente que cambiar las bombillas de todo el país, lo único que tienes que hacer en vez de poner una bombilla de 180 vatios o de 160, poner una de 100 o de 70. No hace falta gastar más, hace falta gastar bien. En este momento salió que el Gobierno iba a obligar a todos los ayuntamientos a tener iluminación eficiente en 5 años y evidentemente, no sé cómo saldrá, pero no hay ningún ayuntamiento que pueda poner ninguna pega porque es que no puede, los datos da que no puede. Otra cosa es que luego hay excusas como el tema de la seguridad.
P. Además de los problemas de salud y medioambientales, ¿qué problema destacaría que se está produciendo en Madrid?
R. En Madrid no se ven las estrellas. Es muy triste porque el símbolo de Madrid es el Oso y el Madroño, que no es un oso, es una osa porque era la Osa Mayor el escudo original de Madrid, una osa con siete estrellas en el lomo, que por eso tiene el escudo de Madrid una orla azul con siete estrellas. El símbolo de la Comunidad de Madrid son las siete estrellas del escudo de Madrid capital, que se consideraba un lugar con muy buen cielo, con muy buenas escuelas de astronomía y tal. Pues ese símbolo tan patriótico y tan bonito de la astronomía en Madrid ha sido destruido porque no se puede ver la Osa Mayor en Madrid capital. Yo me pregunto si igual Madrid debería tener una ley para proteger ese patrimonio.
P:.¿Qué proyectos o grupos existen ahora mismo para intentar solucionarlo?
R. En este momento hay varios agentes trabajando en el tema. Por un lado están las asociaciones de astrónomos aficionados que intentan concienciar en este tema, son los pioneros. En la Agrupación de Astrónomos de Madrid había un grupo que como era casi una asociación ecologista acabó separándose que es el grupo al que pertenezco y soy uno de los socios fundadores que era la sección de astronomía de Madrid que se separó para dedicarse sólo a la defensa del cielo oscuro, y es una organización ecologista. Están las organizaciones ecologistas, luego están los investigadores, y dentro de las organizaciones ecologistas están las ecologistas genéricas como puede ser Ecologistas en Acción, que tratan el tema de manera muy puntual, y luego hay alguna asociación como el Grupo de Protección del Cielo o Cel Fosc, que es la asociación estatal de lucha contra la contaminación lumínica. Luego está la Administración, con algunas entidades como es el IDAE, que promueve y gestiona las ayudas para que los ayuntamientos ahorren y sea más fácil acometer la inversión que a veces hace falta para iluminar mejor. Luego están las empresas que ahora están promoviendo la iluminación LED, que tiene una serie de ventajas. El problema que tienen los LED es que tienen una duración de 20 años, no de cinco. Entonces nosotros estamos muy asustados porque ahora se está empezando a poner LED blancos a tutiplén y vamos a tardar para cambiarlo 20 años.
P. ¿Cree que esto tiene solución?
R. Yo pienso que sí. Soy un optimista y pienso que sí, porque realmente la contaminación lumínica es puro sentido común. Tú en tu casa cuando te vas de una habitación qué haces, apagas la luz. En este momento hay tecnología suficiente como para cuando tú pases por una calle se ilumine esa calle, y sólo se ilumine esa calle. Y si por la noche a las cinco de la mañana no hay nadie en la calle, no haya luz, porque es que estás gastando inútilmente. Hay gente que piensa que tiene que haber una cantidad mínima de luz por seguridad, pues que haya una cantidad mínima de luz por seguridad. Yo entiendo que no se pueda cambiar de la noche a la mañana, pero si no hay nadie para verlo no hace falta. Es que la contaminación lumínica de Madrid no sólo afecta a Madrid, es que la principal fuente de contaminación de Castilla y León es Madrid. Hace falta una ley nacional porque la contaminación lumínica es un problema de alcance nacional.
Fragmento de la entrevista:
C.luminica by alyra
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