La masculinidad, una traba frente a la erradicación de la violencia

Los días 7 y 8 de octubre se celebra en Barcelona el Congreso de Masculinidades y Equidad 2011. En él profesionales del sector ofrecerán conferencias y talleres en torno al tema de la masculinidad y la igualdad de género.

La Asociación Catalana Homes Igualitaris, federada a nivel estatal con la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), organiza desde hace dos años unas jornadas sobre la temática del género. La edición de este año supone el primer encuentro sobre las masculinidades que se realiza en España. El Congreso de Masculinidades y Equidad (CIME), así se llama el evento, se celebra los días 7 y 8 de octubre en el Centro Cultural de Mujeres F. Bonnemaison de Barcelona. Su contenido se va a centrar en tres ejes fundamentales: las medidas dirigidas a hombres para fomentar la equidad, el activismo propio de los hombres y la investigación en masculinidad.

Muchos de los conflictos de hoy en día tienen su origen, ya sea directa o indirectamente, en la masculinidad. Es decir, la mayor parte de los problemas sociales de la actualidad, como los delitos sexuales, la violencia física o las conductas incívicas surgen a raíz de una forma predominante de entender la masculinidad. Para ello se celebra el CIME, para intentar por los medios disponibles impulsar las políticas de igualdad y profundizar en su investigación.

Esos son los tópicos principales sobre los que versará el congreso, pero no los únicos. Con la asistencia de numerosas e importantes asociaciones y organizaciones vinculadas con la temática del género de España y América, se prevé la creación de alianzas estratégicas para promover y trabajar juntos en la lucha por la igualdad de género. Al CIME 2011 acudirán profesionales de la sociología, psicología, derecho y educación, entre otros servicios sociales.

Entre las asociaciones más destacadas que participarán en estas jornadas se encuentran el Instituto Catalán de las Mujeres, la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el Instituto Vasco de la Mujer, AHIGE, Hombres por la igualdad y Heterodoxia. Como invitada de renombre dará la conferencia inaugural, Raewyn Connell, de la Universidad de Sydney y la mayor autoridad mundial en sociología de las masculinidades.

Programación y valoraciones

Como suele ser habitual en jornadas de este tipo, el congreso se dividirá en conferencias y talleres. Los paneles de las ponencias girarán en torno a diversos asuntos. Uno de ellos es la vida laboral, familiar y personal de los hombres, en el que cabe destacar “El papel de los hombres en la igualdad de género” y “Los hombres, el amor y la pareja”.

Otro de los paneles recurrirá a la relación entre la violencia y la masculinidad, destacando sobre el resto “El programa de intervención con hombres que ejercen violencia”. En esta ponencia, el miembro de la Asociación CONEXUS e investigador psicosocial, Heinrich Geldschläger, expondrá una “panorámica de la situación actual de los programas de intervención”.


Heinrich hará hincapié en los principales aspectos a mejorar, como el contacto y la atención con las parejas e hijos de los hombres agresores, la coordinación con la Justicia y la Policía, la implementación de seguimiento una vez transcurrido un año de tratamiento y la relevancia de mantener una supervisión de los profesionales. “Muchos [programas de intervención] no cumplen con importantes estándares de calidad internacionales, sobre todo referentes al contacto, la asistencia y la seguridad de las víctimas”, concluye Heinrich.

Un hombre muestra su masculinidad.
Fuente: Esther Marí www.flickr.com

Otros paneles abordarán los temas de la educación y los jóvenes, la salud y la sexualidad masculina, y la diversidad y masculinidad. En este último grupo de conferencias, tendrá lugar “una reflexión sobre los sistemas simbólicos de la masculinidad y su contestación por parte del movimiento gay”, explica el licenciado en Políticas y doctor en Sociología y antiguo trabajador del Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, Laurentino Vélez Pellegrini. “Soy muy crítico con el movimiento gay y cómo ha asumido algunos de los peores valores del hombre virilizado heterosexual. Considero que la homofobia también es una forma de violencia de género y un sistema de dominación”, confiesa Vélez. “El movimiento gay ha acabado asumiendo los peores valores de las representaciones de la masculinidad hegemónica como, por ejemplo, con la violencia de género en las parejas gays”, continúa.

“Hay que tener en cuenta que la violencia de género no está determinada por el sexo; nuestros genitales no condicionan nuestros comportamientos, sino que lo hace el género, que son los sistemas normativos, los valores culturales y las formas de dominación que se le suponen a los ‘verdaderos hombres”, concluye.

El miembro de AHIGE-Cantabria y conferenciante en el CIME 2011, Manuel Buendía Bercedo, ofrece su visión y conclusiones de su investigación sobre la espiritualidad masculina liberada de los patriarcados religiosos: “La práctica de cualquier confesión es compatible con la igualdad de género pero exige algunos cambios, reflexiones, reformas y conocer la parte patriarcal de cada tradición”. Buendía también añade: “Son las mujeres, mayores consumidoras del hecho religioso, por medio de las teologías feministas, las que darán luz y guía ante numerosos conflictos sociales y religiosos. Los hombres que queremos librarnos de un modelo de masculinidad dominante, también podremos podar la parte machista de cada tradición, cultura, pero salvando lo esencial”.

Por otro lado, los talleres estarán relacionados con el placer, las relaciones, la sensibilización y la sexualidad, entre otros. Entre las actividades presentes destacarán el baile, los masajes para la relajación, las prácticas para aprender a relacionarse y otras actividades de carácter sensorial.

Misión de los congresos

Es importante conocer el valor que los asistentes realmente confieren a este tipo de congresos. Hay profesionales del sector que no lo consideran suficiente en la labor de erradicación de la desigualdad y la violencia de género. “Puede que este congreso ayude, pero hace falta actitud pedagógica y políticas preventivas: en la escuela, en las instituciones, en la publicidad, etc. Hay que resocializar a los hombres”, expone Laurentino Vélez.

Un padre sostiene a su hijo en brazos.
Fuente: Melanie Parejo www.flickr.com

Sin embargo, hay otros que consideran que los congresos juegan su propio papel en el proceso de la educación y la prevención. “El CIME, al mostrar la transversalidad de la perspectiva de género, incluida la propia violencia, pone las bases para prevenirla”, declara Manuel Buendía. Además, hace mención a la ayuda que supone tratar estos temas en las jornadas: “Al trabajar la corresponsabilidad de tareas domésticas y cuidados, sobre salud y sexualidad, sobre paternidad responsable, equidad en el empleo, conciliación de vida laboral y personal, masculinidades, jóvenes, activismo y políticas de igualdad, etc., toda la sociedad, mujeres y hombres, podremos entender más fácilmente que la violencia no surge de la nada”.

Buendía no es el único conferenciante que valora positivamente los congresos. El coordinador del proyecto Convivir, Compartir, Conciliar y presidente de la Asociación Hombres por la Igualdad de Aragón, José María Galdo Gracia, comparte su opinión al respecto: “Me parece muy importante este tipo de congresos, ya que nos permiten conocer y compartir experiencias en el campo de la coeducación, la igualdad y la prevención de la violencia”. Además añade: “A veces creemos que hemos descubierto la pólvora y ese trabajo ya está desarrollándose en otro lugar”.

La coordinadora de proyectos de la Asociación para la Convivencia Aspacia, Marta Monllor, ofrece su punto de vista sobre el Congreso de Masculinidades y Equidad: “Es importante porque intenta cuestionar cómo la sociedad ha construido un modelo dominante de masculinidad y los efectos negativos que este modelo tiene sobre la vida de niños y hombres, pero también sobre la vida social”.

“Este congreso intenta reflexionar sobre estas cuestiones, por ejemplo, la violencia de género como una de las consecuencias negativas que tiene el patriarcado como sistema de organización social sobre la vida de hombres y mujeres”, puntualiza Monllor.

El coordinador de metodología de Gendes-México, Ricardo Ayllón, ve muy clara la función de los congresos: “Es un momento para escucharnos, aportar, resignificar, mirar en qué lugar nos encontramos con este tipo de trabajo, hacia donde vamos y qué nos ha faltado”.

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