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Las artes escénicas sufren los recortes en cultura

Imagen de la obra teatral 'La Barraca del Zurdo'


El Festival de Teatro Madrid Sur arranca su XVI edición y en esta ocasión con menos presupuesto y localidades participantes. La reducción de la inversión en Cultura por parte de las Administraciones Públicas afecta no sólo a la celebración del Festival sino al resto de programaciones, eventos teatrales y contratación de espectáculos.

Así el Gobierno redujo en el año 2011 la inversión en Cultura en un 12.3%. Los Presupuestos que se destinan a Cultura  se cifran en 1.051,03 millones de euros de los cuales  53,93 millones son para teatro.
La Comunidad de Madrid también ha reducido las ayudas a la producción teatral para el bienio 2011-2012 en 900.000 euros. La cifra actual, 3.600.000 euros,  es menor que  la del bienio anterior, 4.500.000 euros. Una situación que demandan los colectivos y compañías teatrales. La  Asociación de Empresas de las Artes Escénicas de Madrid (ARTEMAD) ya se criticó esta medida en junio.

Carlos Sobera, presentador de televisión, actor y productor asegura que las Artes Escénicas atraviesan su peor momento. “Si caen chuzos de punta en general, en nuestra profesión caen de una manera bestial.  Y en el teatro ni te cuento porque nosotros dependemos muchísimas veces del bienestar del estado, osea, de los Ayuntamientos, de las Diputaciones que no es que se hayan quedado sin dinero sino que van a tener que trabajar durante mucho tiempo para poder pagar todas las deuda que han contraído por hacer el gilipollas”, asegura Sobera. El reconocido presentador de televisión también expande su faceta profesional al mundo teatral en el que ahora está en activo. El actor representa la obra ‘La Guerra de los Rose’ junto a Mar Regueras.

Emilio Goyanes, director de la compañía Laví e Bel representa la obra teatral ‘La Barraca del Zurdo’ en el Festival Internacional Madrid Sur. El dramaturgo, actor y director  alerta de la situación de riesgo que corre la supervivencia de muchas compañías: “Estamos en serio peligro y nadie parece tomarnos demasiado en serio”. A su juicio, la crisis en el mundo de la cultura está siendo demoledora. “Van a caer compañías, ya están cayendo y me temo que van a caer los mejores, los más interesantes, los que no son mercaderes sino artistas. Y bueno, parece que las instituciones están preocupadas por otras cosas, somos un problema mínimo, por eso es cosa nuestra seguir” concluye. Y de eso va su obra de la resistencia del oficio.

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