La violencia intragénero da un primer paso hacia la luz

La formación de un grupo de trabajo por parte del Gobierno en octubre para ahondar en la violencia en parejas del mismo sexo pretende conseguir datos oficiales y crear un sistema de atención social en España específico para estos casos. Sin embargo, por el momento, la realidad de la violencia intragénero sigue oculta a los ojos de la sociedad española.

Tras años de reclamaciones por parte del colectivo homosexual de contar con igualdad de derechos de asistencia en términos de violencia en pareja y de luchar a favor de la concienciación social, el Gobierno español ha dado un paso al frente. Dos meses después de que anunciara en agosto que iba a abordar la violencia en parejas homosexuales en profundidad, analizando los problemas de este colectivo, el Gobierno ha creado este mes de octubre un grupo de trabajo dispuesto a dar voz a estas parejas que se ven silenciadas por la falta de mecanismos de denuncia específicos y de atención social.

Este equipo de trabajo está formado por representantes de los ministerios de Sanidad, Política Social e Igualdad, Justicia e Interior, además de las organizaciones de colectivos homosexuales como la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), la Coordinadora de Gays y Lesbianas de Cataluña, la Fundación Triángulo y Colega.

La creación de este grupo se debe principalmente a la necesidad de contar con una unidad que trabaje en exclusiva los problemas de la violencia en parejas del mismo sexo, ya que “no puede ser abordada de la misma manera ni con las mismas herramientas [que la violencia de género]”, según indica la secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara Sobrado. Será importante ver si las elecciones generales del 20-N, y la consecuente creación de un nuevo gobierno, no hace que esta iniciativa quede en nada y se pierda en el olvido.

Una mujer sufre en silencio el dolor de los maltratos.
Fuente: Kenny Rivas www.flickr.com

Esta es la primera acción real que realiza el Gobierno para llevar un control de las agresiones en parejas del mismo sexo, lo que se denomina violencia intragénero. En comparación con otros países, como Estados Unidos, que cuenta con un alto número de servicios asistenciales específicos con una larga tradición, España tiene todavía “mucho por hacer respecto a Estados Unidos o a nuestros vecinos europeos que llevan bastante más tiempo transitando”, subraya el director de la Asociación Tyerra y psicólogo en violencia de género, Juan Macías Ramírez.

A pesar de esta iniciativa del Gobierno, la violencia en parejas homosexuales es una realidad oculta para la sociedad. La mayoría de los casos de maltrato acaecidos en este colectivo se desconocen. No existen estadísticas oficiales de los asesinatos como sí la hay en violencia de género. “La realidad de la violencia en parejas del mismo sexo está a día de hoy al mismo nivel que podía estar la violencia hacia la mujer en la pareja heterosexual hace 30 o 40 años”, explica Macías Ramírez. “En primer lugar, no hay una conciencia de maltrato como algo claro y definido y, en segundo lugar, no existe un sistema de atención ni de asistencia adecuados”, añade.

La principal diferencia entre la forma de abordar la violencia de género y la intragénero se encuentra en la Ley Integral contra la Violencia de Género. Esta ley, nacida en 2004, solo tiene en cuenta aquellos maltratos propinados en parejas o ex parejas, pero siempre de hombre agresor a mujer víctima. Si la agresión se produce de mujer a mujer, de hombre a hombre, a hijos o a abuelos, la Ley Integral no se aplicará, sino que el proceso se llevará por la vía penal, como un delito más.

Una representación del maltrato en parejas homosexuales.
Fuente: Katrien www.flickr.com

Macías Ramírez explica cuáles son las diferencias entre las parejas homosexuales y heterosexuales ante la ley: “La mujer maltratada, tras la denuncia, o incluso sin ella, tiene derecho a asistencia psicológica, jurídica, programas de apoyo residencial para salir del domicilio y un largo etcétera de servicios asistenciales y de atención. Sin embargo, como comenta él mismo, las parejas homosexuales “cuentan únicamente con el marco penal para denunciar la agresión entre adultos, dando por hecho que no necesitan del apoyo y asistencia que se da a la mujer maltratada, hecho que no es cierto, evidentemente”.

Muchas organizaciones y asociaciones del colectivo homosexual reclaman su inclusión en la Ley Integral mediante una reforma. Sin embargo, cierto sector a favor de ello saben las diferencias que existen entre la violencia de género y la intragénero. “La violencia doméstica entre personas del mismo sexo es menor, de menor intensidad y menos frecuente que la que ejercen los hombres sobre las mujeres y tiene, además, unas características propias”, expresa la ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, Beatriz Gimeno Reinoso. Por esta razón, saben que no es sencillo llevar a cabo esta reforma debido a la diferencia de gravedad entre maltratos, pero sí quieren un reconocimiento.

Macías Ramírez sugiere incorporar la violencia intragénero a un tópico común para una posible reforma o una ley específica: la violencia en la unidad de convivencia. Ésta englobaría “cualquier tipo de violencia en pareja, también los hombres maltratados por mujeres, que siguen en el filo de lo vergonzante y sin ningún recurso ni entidad de apoyo, la violencia ascendente [de hijos a padres], descendente [de padres a hijos], transversal [entre hermanos], etc.”. Beatriz Gimeno la englobaría en “violencia familiar o doméstica”. Formas diversas de denominar las ‘otras’ violencias más allá de la de género, pero todas con una misma idea: crear una legislación que las trate en profundidad y sin discriminación.

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