Los campus de fútbol están en auge

Imagen cedida por www.campusvicentedelbosque.com

Los campus de fútbol nunca han sido algo especialmente conocido para los usuarios y seguidores de tal deporte, sino que estos siempre han prestado más atención a los mismos equipos, y dentro de ellos a los partidos de los fines de semana. Sin embargo, desde hace un tiempo, desde el 2004, estos campus han comenzado a funcionar y aunque esos seguidores a los que se hacía referencia le siguen sin hacer demasiado caso, los usuarios han descubierto en ellos un sitio donde pasarlo bien y aprender un poco más la mecánica del fútbol.

Y es que precisamente para eso están. Los campus nacieron con esa vocación de enseñanza para que los jugadores que acudieran pudieran perfeccionar sus habilidades técnicas y tácticas. Es la continuación de la temporada, de los entrenamientos, ya que se celebran en verano debido a la incompatibilidad horaria de poder acudir a un campus en plena temporada. Obviamente por el tema del tiempo de los propios jugadores, pero también por el campo.

Uno de los casos más sonados en cuanto a campus se refiere es el Vicente del Bosque, que se celebra en Salamanca, ciudad natal del seleccionador. A través de esta 'escuela de verano' se va a explicar el funcionamiento de todas las españolas ya que no varían demasiado unas de otras. Este campus nació hace ya nueve años con solo cinco monitores y unos 60 niños apuntados. En aquel momento resultaba hasta cierto punto “fácil” manejar a los pocos niños que había y dividirlos por horario en tan solo un campo como comenta uno de aquellos entrenadores de nombre Chuchi Pereira que se ofrecieron para enseñar sus conocimientos a aquellos jugadores que decidieron comenzar algo que hoy ya es muy grande, al menos en cuanto a número, como luego se comprobará.

Precios

Aquel primer año la inscripción era de 100 euros y, al ser público, era uno de los más baratos de por entonces. También es cierto que pocos más existían por la zona de Salamanca. ¿Por qué lo de público? Porque también hay los que se denominan privados, aquellos que se hacen a través de empresas o clubes de fútbol como el del Real Madrid, ejemplo que se pone por ser el más sonado. Para explicarlo con otro caso deportivo, este podría ser el de los gimnasios. Por un lado existen los privados, más caros por lo general, que son negocios particulares. Por otro, los públicos, que pertenecen a las administraciones estatales o locales, casi siempre a Ayuntamientos, por lo que también se les puede llamar municipales. Sin embargo, los beneficios en sendos casos no son los mismos. Mientras que con el gimnasio es cierto que el Consistorio consigue grandes ingresos, con los campus no ocurre lo mismo. Sí ganan dinero con ellos, pero es más algo para poder continuar otros años.

Imagen cedida por A.D.Navega

Aún así los precios, como ocurre en los equipos de fútbol federados, han ido aumentando, pero al contrario que dicho ejemplo, también lo han hecho los niños. Así, si se decía que el primer año las plazas no se cumplimentaron y solo acudieron 60 al campus a razón de 100 euros; en el último, celebrado el verano de 2011, sí que se consiguió con creces copar todas los sitios con los que se contaba. Estos eran 500 divididos en dos quincenas y “tan solo en dos semanas” se sabían los nombres de los que este año debían pagar 185 euros como indica el ya presentado Chuchi Pereira, quien sigue siendo una pieza importante del campus. Él mismo afirma que “en los últimos años” se han tenido que ampliar los lugares donde desarrollar las diversas actividades porque “un campo de fútbol se quedaba pequeño”.

Actividades

Entre ellas se encuentran, además del fútbol, el baloncesto, el bádminton o incluso el piragüismo. Pero el plato fuerte de este campus es la visita del actual seleccionador español, Vicente del Bosque, que es quien da nombre a esta 'escuela de verano' y al campo donde se desarrollan la mayoría de las actividades. Así lo comenta otro de los monitores del campus, Fermín del Bosque, quien también habla de la “ilusión de los chicos” el día que el seleccionador acude. Precisamente, uno de esos niños, Rafael Sánchez, de 11 años asegura que ha sido una de las cosas “más bonitas” que le ha pasado en la vida.

Sin embargo, los padres no envían a sus hijos al campus para que vean a Vicente del Bosque, como dice Javier Sánchez, padre de Rafael. “Estos son los nuevos campamentos. Antes a nuestro hijo mayor le enviábamos a Sanabria”, afirma antes de comentar que de esta manera sus hijos se mantienen ocupados en verano al tiempo que hacen deporte. “También están apuntados a un equipo de fútbol durante el curso, pero eso es completamente diferente”, dice, “esto es un rato para pasarlo de manera agradable. La competición, aunque debería ser eso, se la toman mucho más en serio. Se aprenden otros valores”.

Forma de pasar el tiempo o escuela de fútbol para perfeccionar las habilidades, lo cierto es que los campus de fútbol son ya una realidad. Muchos son los padres que eligen esta manera para que sus hijos hagan del verano una estación amena. Tanto que el campus Vicente del Bosque, en nueve años, ha visto multiplicados por más de siete las personas inscritas lo que se refleja también en unas cuentas que ahora sí salen. Son más de 80.000 los euros que se han ganado este año con respecto al principio, dinero que ahora sirve para mejorar las actividades que se ofrecen. Y lo mismo que ocurre aquí también lo hace en los diferentes campus que existen por España.

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