Rafael Ortega en uno de los plenos celebrados en Molina de Segura (Murcia). |
El pinteño, Rafael Ortega, es concejal de UPyD en el pueblo murciano de Molina de Segura.
Los resultados de los últimos comicios municipales, del pasado 22 de
mayo en Pinto, dieron un vuelco al gobierno local. El Partido Popular arrasó en
las urnas, logrando el 51% del total de votos, es decir 12 concejales de 21. El mejor resultado de toda su historia. El PSOE quedó relegado a la oposición con 5 concejales, junto al MIA-Pinto (2) y el UPyD (2), estos dos últimos partidos
debutaban en el consistorio pinteño. El mayor perjudicado fue el partido
independiente, Junto por Pinto (JpP) de Reyes Maestre, que pasó de 2 concejales
a recibir tan solo 191 votos.
A pesar de estos resultados, Pinto cuenta con un tercer
concejal de UPyD. Se trata de Rafael Ortega Sainero. Este joven pinteño, de 30
años, es concejal de UPyD en el municipio murciano de Molina de Segura. Allí,
como ocurre en Pinto, gobierna el PP con mayoría absoluta y Unión Progreso y
Democracia tiene representación en el consistorio municipal con dos concejales.
Un pinteño de los
Sainero de toda la vida.
Rafael, descendiente de una de las familias más longevas en
el municipio pinteño, los Sainero, vivió en Pinto hasta mediados de los
noventa. Tras residir muchos años en la Calle Diego de Alcalá, muy cerca de la
plaza de la Rábida y estudiar en el Colegio Calasanz, tuvo que emigrar junto a
sus padres en busca de oportunidades.
El propio Rafael todavía recuerda con mucha añoranza sus
años en el colegio pinteño: “todavía tengo grandes recuerdos. Nuestras
convivencias en Gredos, en Los Molino… y sobre todo recuerdo con mucho cariño a
profesores como Juan, Carmen, Margarita, Prado, Ángel o Higinio… son tantos
recuerdos. Un tesoro imborrable”.
Su padre trabajaba en la empresa Chicles Americanos, situada
en el polígono de la Estación. Tras su cierre, golosinas Vidal compró parte de
la maquinaria y su padre encontró empleo en su planta de producción en el
municipio murciano de Molina de Segura. Por este motivo Rafael tuvo que
abandona su Pinto natal.
A pesar del paso de los años en Molina de Segura, Rafael
todavía recuerda como si fuera ayer esas fiestas patronales con la peña “Tos
Presos”; una de las más longevas del municipio, los domingos en ‘Las Bravas’,
un paseo de otoño por el Parque del Egido o los saladitos mañaneros de las
Capuchinas. Muchos recuerdos que guarda a buen recaudo en su particular baúl.
Una nueva vida como
murciano de adopción.
La tradición familiar ha hecho que el pinteño acabe como
programador de maquinaria industrial. Su actual residencia se encuentra en
Ceutí, un pueblecito muy cercano a Molina de Segura, donde es actual concejal
por UPyD.
Hablando sobre las diferencias que encuentra entre Pinto y
Molina de Segura, Rafael reconoce las diferencias en las infraestructuras de
ambos municipios: “Aunque Molina es un pueblo más grande que Pinto, tiene alrededor
de 70.000 habitantes, la cercanía con Madrid hace que tenga muchos más
servicios públicos. Sobre todo en materia de transportes públicos y zonas
verdes. En contraposición, Molina cuenta con sus huertas y sus pedanías algo
inimaginables en el Pinto de hoy, que le dan un encanto extraordinario y una
calidad de vida muy alta.”
Aunque hace más de una década que no vive en Pinto, Rafael
siempre tiene un ratito para ojear lo que sucede. Hablando sobre la política
local, reconoció que ha sido lamentable lo sucedido en la última legislatura:
“el esperpento de la última legislatura no se puede explicar. Como pinteño me
he sentido avergonzado cada vez que veía las noticias. Quién va a pagar el daño
que se le ha hecho a Pinto. Los políticos tenemos responsabilidades”.
Aunque confiesa que no conoce personalmente a los miembros
de la corporación municipal, excepto a sus compañeros del UPyD quiso desearles
mucha suerte en su nueva etapa en el Ayuntamiento de Pinto: “Al equipo de
gobierno les quiero desear sinceramente lo mejor. Son tiempos difíciles para
gobernar y ellos son los responsables de cuál será el futuro de Pinto y sus
vecinos. Los ayuntamientos posiblemente no puedan por si solos sacarnos de la
crisis, pero si pueden hacer que sus vecinos la sufran lo menos posible”.
Vuelta a su tierra
Sobre una posible vuelta a Pinto, Rafael no descarta nada, aunque deja claro que hoy por hoy no se plantea volver: “Ahora tengo una vida
muy intensa en Murcia. Los murcianos me han acogido y se han hecho un hueco en
mi corazón. Estoy casado con una murciana y te puedo asegurar que a las
murcianas no les gusta alejarse de su tierra. Pero es una puerta que nunca
cerraré”.
Además reconoció que vería con buenos ojos integrar el
consejo local de UPyD de Pinto si volviera a vivir al municipio pinteño: “Si
volviera, mi primer día en Pinto lo dedicaría a la familia, el segundo a los
amigos y el tercero a conocer a mis nuevos compañeros del consejo local de
UPyD. El partido nació con el objetivo de regenerar la política de nuestro
país, tenemos que avanzar hacia una democracia más madura. El objetivo aún está
lejos. No podría b ajarme de este tren antes de tiempo”.
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