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Entrevista con el líder del Partido Popular y ex alcalde de Griñón, José Ramón Navarro


"Me siento traicionado por Azula y Castellanos”

José Ramón: "Detrás de Azula y Castellanos hay más gente interesada"
La última etapa de Gobierno del Partido Popular en Griñón estuvo dominada por una serie de discrepancias y desencuentros entre los miembros del partido y el entonces alcalde de la localidad, José Ramón Navarro. Este conflicto provocó la marcha de dos de sus concejales ,Ignacio Azula y Yolanda Castellanos, que decidieron  formar una agrupación independiente y sacar a la luz todas las acciones irregulares de su anterior equipo.

Pregunta. ¿Cómo le han sentado las declaraciones de sus dos ex miembros del partido, Ignacio Azula y Yolanda Castellanos?

José Ramón. No me sorprenden. Azula y Castellanos están acostumbrados a mentir. Sus declaraciones no dejan de ser un cúmulo más de todas las mentiras que están diciendo.

P.¿Es cierto que usted les quitó las delegaciones, les cesó?

J.R. Yo no les cesé. Si les hubiera querido echar por no votar a favor mía en el pleno, al día siguiente les hubiera echado.

P. ¿Cuál es el motivo exacto por el que les quita las delegaciones a Azula y Castellanos?

J.R. Ignacio Azula convocó a todos los afiliados del Partido Popular para contarles que tenía la intención de montar un partido independiente. Yolanda y él decidieron montar otra agrupación independiente. Los afiliados fueron a la convocatoria engañados por Azula, éste no les dio el motivo de la reunión. No hice nada después de esa primera convocatoria pero a la segunda que hicieron decidí reunirme con ellos.
P. ¿Qué se trató en la reunión que mantuvo con Azula y Castellanos?

J.R. Primero les pregunté, delante de todos los concejales, si eran ciertas sus intenciones de montar un partido independiente y ellos me lo afirmaron. Luego les dije que si ellos estaban en otro partido yo lo único que podía hacer era cesarle de las delegaciones. Me parece legítimo que formen un partido político pero no les voy a seguir pagando encima un sueldo después de las intenciones que tienen de hacer un partido político en mi contra y fuera del Partido Popular. Me siento traicionado por ellos. Si uno se siente del partido no actúa de esa forma.

P. Uno de los motivos que alegan Azula y Castellanos sobre su gestión es la subida de sueldo a una trabajadora sin contar con ellos.

J.R. Se aprobó una subida de sueldo a esta trabajadora de 400 euros, pasaron varios años y no había empezado a cobrar lo que se estipuló. Finalmente a finales de 2009 principios de 2010 empezó a cobrar este incremento. Esta mujer, llevaba tanto el departamento de contabilidad como el de intervención. Luego a esa subida de sueldo se le añadió una gratificación 300 euros pero porque al trabajo de esa mujer se le sumó también el de departamento de personal, la encargada de éste había pedido varías bajas y necesitábamos a alguien que se encargara del departamento y, por estos 300 euros más, ésta trabajadora se encargo de ese departamento también.

P. ¿Eran conscientes tanto Azula como Castellanos de esta subida?

J.R. Sí, Azula estaba a favor de esta subida. En vez de contratar a alguien para suplantar a la jefe del departamento de personal, que es lo que debería de haber hecho yo y pagarle un sueldo de 1.200 euros, se le pagó esta gratificación de 300 euros y la chica se encargó de ese departamento.

P. Si Azula y Castellanos estaban en disconformidad con usted ¿Por qué seguían trabajando?

J.R. Si ellos no estaban de acuerdo con las decisiones que se tomaban que se hubieran ido, lo que pasa que viene muy bien estar un año cobrando 2.000 euros al mes. Ahora que les he pillado, se van y montan otro partido político. La actitud de Azula y Castellanos me parece una falta de deslealtad y de rigor político de una dimensión incalculable. Esto es de una falta de principios tremenda.

P. Azula y Castellanos comentaron que la concejala de festejos dejó su puesto de trabajo por depresión, causada principalmente por lo difícil que es trabajar con usted.

J.R. No, a día de hoy yo mantengo una muy buena relación con la ex-concejala de festejos. El problema es que ella era muy perfeccionista, en ocasiones se iba muy tarde de trabajar y por ello había días que llegaba un poco más tarde a su puesto. Pero hay personas, entre ellos Azula, que defendían que esta señora debía de estar en su trabajo a las ocho de la mañana, independientemente de si la noche anterior había trabajado más de la cuenta.

P. Ellos intentaron que Génova tomase carta en el asunto

J.R. Sí, pero las cosas no se hacen así. Se han saltado todos los procesos lógicos y fueron directamente a Génova con el único motivo de desacreditarme, con el único motivo de quererme cortar la cabeza. Génova cree que es una tontería el escrito que hicieron junto a dos concejales más. Éstos dos últimos acabaron pidiéndome perdón ya que creían que se habían equivocado.
P. ¿Cree que usted está más preparado que la oposición para solventar la deuda del municipio?

J.R. Yo conozco mucho la realidad de Griñón. Conozco mucho las cuentas de Griñón, dónde se puede ahorrar y dónde no. Evidentemente eso me da una ventaja añadida. Para solventar la deuda es necesario tener experiencia en la gestión municipal.

P. ¿Cuál es el motivo de tantas discrepancias del CID GRIÑÓN, liderado por María Antonia Díaz, hacia usted?

J.R. María Antonia es un caso aparte, es un tema personal. María Antonia formaba parte antes de mi equipo. Ella me pidió ser concejala de urbanismo y yo no se lo concedí. Principalmente porque entendí, por cuestiones que tenían que ver con el pasado, que podría haber intereses detrás de la persona de María Antonia. Así que conté con otra persona que no tenía ni un metro cuadrado de suelo en Griñón y por tanto no tenía ningún tipo de interés. Eso nunca me lo ha perdonado María Antonia.

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