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| Foto: Clara Navarro |
No hace mucho que la mujer es partícipe del mundo literario. La histórica restricción de ésta al terreno de las letras, ya sea por factores políticos, sociales o educativos, ha sido un obstáculo más que ha sabido superar con éxito. Su presencia en la literatura resulta ya casi necesaria para algunos lectores que ven en ella la esencia de su lectura. Pero no conforme con hacerse con el papel y la pluma, experimenta nuevos mundos donde poder hacerse leer e incluso, a veces, imaginar.
Allá por el año 86, unas cuantas mujeres abrían una librería en el centro de Madrid. Pero no una cualquiera, una especializada en obras literarias escritas por mujeres. Ésta, perteneciente a una cooperativa nacida en 1978, se dedicaba a guardar entre sus estanterías todas las obras feministas, las escritas por autoras y cuentos infantiles que evitasen el sexismo. Hoy, en el año 2011 siguen haciéndolo, pero como en todo, los tiempos han cambiado. “Cuando empezamos, recuerdo que éramos capaces de colocar todas las obras que teníamos a la venta en una sola estantería. Ahora, nos falta espacio en la tienda”, comenta una de las dependientas que lleva trabajando allí desde su apertura. Un claro ejemplo de que las autoras han crecido en calidad y sobre todo en presencia.
Lo han tenido difícil, pero aquí están. Coronando listas de best sellers y más vendidos en librerías de todo el mundo. Las mujeres literatas no solo han conseguido ser reconocidas, también han demostrado ser una influencia vital para los lectores de hoy en día. Pero, ¿dónde radica la continua diferencia entre el número de publicaciones entre hombres y mujeres? ¿Cómo han conseguido llegar a puestos tan privilegiados encontrándose tantos obstáculos?
Escritoras... ¿2.0?
Han pasado muchos años en los que la mujer escritora no ha encontrado más que problemas y obstáculos ante editoriales y medios que quisieran publicar sus relatos. Los intentos por que el lector disfrutara de sus escritos ha sido una victoria conseguida en una gran batalla que aún deja restos por el camino.
Pero los tiempos cambian, y ellas saben mejor que nadie que la clave está en hacerse escuchar, lo difícil es saber cómo hacerlo. Las redes sociales se han convertido en un recurso para la mujer escritora, desde perfiles hasta blogs personales. Todo vale con tal de hacerse con un lugar. Y es que se han dado cuenta de que en internet hay sitio para todos. “La relación es directa, aquí no hay intermediarios”, comenta la periodista y escritora de narrativa y poesía Inmaculada Luna, que cuenta con varias obras publicadas. “En internet, la mujer tiene un espacio para escribir con absoluta libertad. Los lectores/as internautas tienen menos prejuicios en ese sentido”, añade.
Ella misma es un claro ejemplo de este caso. Afirma que su blog fue el punto de arranque que la ayudó a escribir sus dos primeros libros. Y como ella, otros tantos ejemplos.
Aunque la presencia de mujeres en las redes sociales está aún por debajo de las cifras representativas que mantiene el hombre, éstas han ganado terreno y han sabido utilizarlo.
Según los datos ofrecidos por Nielsen, empresa especializada en la investigación de mercados y medios de comunicación, en su último estudio en relación a los meses de julio, agosto y septiembre de 2011, puede apreciarse que son las mujeres y los jóvenes los que más consumen redes sociales. Así lo muestra también el Instituto Nacional de Estadística en su última nota de prensa publicada el pasado cinco de octubre de este año, las mujeres participan más con un 54,8% frente al 49,9% de los hombres.
Los constantes problemas que se han encontrado las escritoras, al intentar publicar sin éxito en las editoriales, han provocado que éstas se decidan por ofrecer sus textos a los lectores por medio de otras vías.
Este caso puede verse en la historia de Amanda Hocking, una joven estadounidense cuyo éxito, según cuenta el diario Público, cambió en cuestión de meses. La joven escritora, harta de que las editoriales rechazaran sus escritos sobre fantasías y vampiros, encontró la tienda online de Amazon a finales de 2010, donde pudo poner a la venta sus obras. En cuestión de meses, esta joven se ha convertido en una escritora llena de éxito que, por supuesto, también cuenta con un perfil en twitter con un alto número de seguidores y un blog personal.
Otras, simplemente, utilizan las redes sociales porque le dan un valor añadido a estar en contacto directo con sus lectores. Publicar textos, comentar críticas con sus lectores, son sensaciones restringidas al que se limita al papel.
Un ejemplo más que confirma la plena existencia de la mujer escritora, que, como tantas otras, se abre camino y evoluciona con los nuevos tiempos. Mujeres cuya meta es llegar a su público, que luchan por seguir escribiendo y por que cada día comiencen nuevas mentes a leerlas. Una lucha infinita que las ayuda a superarse. Como dice Luis Miguel Ariza, cuya última obra 'Los Hijos del Cielo' (Martínez Roca) ya está en la calle, “las mujeres han alzado su voz, y qué voz”.
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