Jugó un papel crucial en la transición española y fue el primer presidente del Gobierno socialista de la democracia, consiguiendo en 1982 la mayoría absoluta más amplía de la historia con 202 escaños a favor del Partido Socialista. Felipe González es uno de esos políticos que aunque abandonen las filas siguen siendo un referente en su partido. Su enorme carisma y sobre todo sus trece años de experiencia al frente del Ejecutivo lo convierten en un líder incombustible capaz de seguir moviendo masas. Aunque en la actualidad prefiere no participar en política, González está siempre a la disposición del PSOE. Ha participado muy activamente en la última campaña electoral y ha apoyado y confiado en el programa de Rubalcaba. Ahora, después de que el PSOE haya obtenido sus peores resultados electorales, el ex presidente del Gobierno reconoce los errores de su partido, analiza la situación actual de España y explica lo que espera del nuevo gobierno de Mariano Rajoy.
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| González en su despacho de Velázquez / Foto: Maria L. Delgado |
P. ¿Esperaba unos resultados tan malos para el PSOE en estas elecciones?
R. Sí, yo temía que los resultados iban a ser malos, aunque yo lo miro con mas serenidad porque no estoy dentro de la maquinaria, lo que yo he hecho es apoyar la campaña seriamente. Creo que la propuesta que se ha hecho desde el PSOE para afrontar la crisis era la más sensata, no obstante esperaba peor resultado. El coste de la gestión de la crisis ha sido muy duro y a pesar del esfuerzo de Rubalcaba, la campaña no ha sido buena, otras veces ha habido mucha más unidad de campaña. Yo lo veo con perspectiva y veo que el PP ha tenido 600.000 votos más que la vez anterior pero menos de los que tuvimos nosotros en 2008. Contemplo que hay cuatro millones de votos que nos faltan, de esos cuatro millones, la trasferencia de votos se han ido a IU y a UPyD una parte, otra parte mínima al PP y otra parte grande a la abstención. Por lo tanto queda una tarea por delante de hacer una oposición seria, constructiva, responsable y acercarse a la gente. Esta es la tarea que le queda al partido, no lo veo tan complicado de recuperar, me preocupa más la gestión de esta crisis por parte de los que han tenido la mayoría absoluta con menos votos de los que tuvimos nosotros en 2008.
P. ¿Cree que el PP se merecía una victoria tan abultada en número de escaños?
R. No es el momento de analizar qué méritos o qué no méritos tiene el PP para conseguir esta victoria porque induce más a hacer un análisis desde una posición que yo no tengo que es de rencor, que desde una posición más serena. En este momento lo que cabe es desear que acierten y hagan lo mejor para salir de la crisis. Si tengo alguna duda es que no creo que vean la dimensión de la crisis en el espacio nacional y en el espacio europeo, pero lógicamente tienen que tener el beneficio de la duda y yo desde luego tiene que tener, y yo ya lo digo claramente, el apoyo.
P. Los votos de izquierdas se han fragmentando hacia pequeños partidos como Equo o Pacma que sin embargo no han tenido representación en el Congreso debido a ley electoral actual, ¿qué opina sobre la irrupción de estos nuevos partidos? ¿Hubiese sido bueno que estuvieran en el Congreso?
R. La verdad es que el Congreso se ha hecho mucho más diverso, hay mucha más representación de fuerzas políticas que ha habido en años anteriores. Eso es bueno, se dice que ha aumentado el pluralismo en el Congreso. Cuando hay tantas quejas respecto al bipartidismo que en mi opinión es la fórmula de todas las democracias consolidadas en el mundo para la formación de gobiernos estables con capacidad para afrontar la crisis, yo digo que no ha habido un ruptura del bipartidismo, lo que ha habido es una ganancia neta muy fuerte para todo el arco de la derecha y en el resto una mayor dispersión, pero esto no va a hacer más operativa la oposición, ni más viva la dinámica del Congreso.
P. ¿Cómo cree que ha afectado el movimiento del 15M en estas elecciones generales?
R. No estoy seguro de que haya tenido resultado. Si el movimiento 15M ha hecho una campaña por un voto más hacia la izquierda, mucho resultado no ha tenido porque en realidad el PP se ha alzado con una mayoría absoluta. Yo creo que tenemos que ser muy objetivos y rigurosos con los análisis, en realidad las fuerzas políticas de la derecha tanto a nivel regional como a nivel nacional en este momento están sumando más que en otras ocasiones. El PP ha tenido su voto, lo ha concentrado, lo ha movilizado y no ha habido ninguna merma. La merma está en los partidos que tenderían a favorecen al 15M, pero en el resultado final, si no querían que la crisis la gestionara la derecha, le han dado el voto a la derecha.
P. ¿Sería necesaria una reforma de la Ley Electoral para que hubiese más pluralidad en el Congreso?
R. La ley electoral hay que tocarla. Pero hay un aspecto importantísimo para poder cambiarla que es abrir las lista para que la gente pueda elegir a quien quiere votar y a quien no quiere votar, y corregir a los partidos en la elaboración de las listas diciendo quien va en cabeza y quien no va en cabeza. Después ya se puede pensar en una mayor justicia electoral pero teniendo en cuenta que estamos en una España extraordinariamente diversa y hay formaciones políticas que solo se presenta en una región, por tanto las comparaciones de la ley electoral no se pueden simplificar. Si una formación política se presenta solo en un espacio territorial, hay que medir los votos en ese espacio territorial, es imposible medir los votos a nivel nacional.
P. Casi 700.000 españoles han votado blanco o nulo, ¿está la gente perdiendo la confianza en la política?
R. Sin duda, incluso haciendo un esfuerzo de participación, aunque haya bajado respecto de la anterior, creo que hay una crisis de la política muy muy seria. Hay una crisis que yo he dicho en campaña, de gobernanza de las democracias representativas y creo que en ese sentido la renovación de la política de ver dónde están los problemas de comunicación con el ciudadano y de confianza con el ciudadano son fundamentales.
P. En el Senado la cifra de votos nulos y en blanco es especialmente representativa, un 3,66% ha elegido alguna de estas opciones y muchos españoles consideran que el Senado es prescindible o debe ser reformado, ¿deberían llevarse a cabo alguna de estas opciones?
R. Hay que reformarlo, más que prescindir de él. La cámara debería ser útil como representación territorial que es como funciona realmente esa cámara en Alemania por ejemplo, que es un país descentralizado y federalizado. Allí funciona como una cámara de representación territorial que es lo que debería ser el Senado aquí.
P. Después estas elecciones se abre una nueva etapa en el PSOE, es el momento de renovarse, en febrero habrá congreso en el Partido Socialista para elegir al próximo secretario general y la militancia pide más poder de decisión, ¿cree que los militantes deberían tener más protagonismo en las decisiones del partido?
R. Yo no sé si exactamente, si estamos claros al interpretar lo que piden los militantes, siempre en eso tengo una cierta precaución. He dirigido el partido durante muchos años y cuando alguien dice que los militantes piden tal cosa, se puede producir el mismo defecto y atribuirse una representación que no está contrastada. A pesar de las cosas que dicen, el Partido Socialista es el partido que procesa sus decisiones de manera más democrática en todo el arco político del país. Mientras más participación de los militantes haya, mucho mejor, pero esa participación como siempre es una participación que se canaliza en la elección de sus representantes para el Comité Federal y en la elección de sus representantes para el congreso. Naturalmente una cosa es decidir en un congreso de 1.100 representantes de toda la organización y otra cosa decidir sobre 250.000 militantes que no pueden participar directamente aunque sí pueden hacer sugerencias o propuestas, pero los debates tienen que ordenarse de alguna manera en la democracia representativa. Todo el mundo puede participar y debe participar, porque el proceso para ir al congreso da la posibilidad de participar a todos los militantes. Ahora hay una confusión respecto a lo que van a hacer en el congreso del PSOE en febrero, si es elegir al secretario general o al candidato. El congreso tiene que elegir al secretario general y a su ejecutiva, es normal pensar que el que sea secretario general será el próximo candidato pero estatutariamente no es así. Puede llegar el momento de la selección del candidato y en ese momento se decide quién será el próximo candidato, hay tiempos para esto. El problema es que tienen que acertar en el congreso y yo la verdad que en los problemas internos del partido me meto poco.
P. ¿Con qué políticos socialistas se quedaría para liderar esta nueva etapa? ¿Quiénes cree que son los mejores candidatos para la secretaría general del PSOE?
R. Realmente ni si quiera cuando ha habido primarias he participado, porque no quiero interferir en eso. Yo estoy a disposición del partido para lo que haga falta, ayudando en lo que pueda, pero no quiero interferir en temas internos. Es más en algún momento cuando empezó Zapatero él mismo me proponía que fuera presidente del partido y le dije que no me parecía conveniente para él y ni para el liderazgo del partido porque se podían producir distorsiones y atribuirme a mi funciones que no tenía, ni tengo, ni quiero tener. Por lo tanto espero que el proceso se haga con tranquilidad y seriedad, que reflexionen y hagan una buena propuesta política. Yo no me decanto por nadie, ni apoyaré a ningún candidato en concreto.
P. El cambio de gobierno también traerá cambios en muchas materias al país, ¿qué espera del Gobierno de Rajoy?
R. Pues primero enterarme de qué quiere hacer y de cómo ve la crisis. Repito hay que dar el beneficio de la oportunidad pero que Rajoy diga que espera que los mercados le den una tregua es lo contrario a lo que yo creo que se puede esperar de un líder político, porque yo creo que no hay un número de teléfono al que llamar para pedir una tregua a los mercados.
P. El PP ha conseguido ganar en casi todas las provincias españolas, y el PSOE solo ha obtenido la victoria en Sevilla y Barcelona, además en la actualidad casi todos las Comunidades Autónomas son de Partido Popular, ¿es bueno que un mismo partido tenga tanto poder?
R. Yo no sé si es bueno o malo, pero tiendo a pensar que no es bueno, que tendría que haber una mayor compensación de poderes. Pero me preocupa mucho más como gestionen el poder, porque el poder al final se lo dan los ciudadanos porque han querido. Dicen, no es bueno que hayan hecho eso, pero los ciudadano tienen en primer lugar el derecho a decidirlo en democracia y en segundo lugar los ciudadanos tienen derecho incluso a equivocarse, en el caso de que se equivoquen, son los únicos que tienen derecho a equivocarse. Esa es la democracia.
P. Algunos líderes populares como Mª Dolores de Cospedal ya ha afirmado que la gente se quejará cuando el PP empiece a aplicar sus medidas, ¿usted cree que con su mayoría absoluta podrían desmantelar derechos básicos como sanidad y educación, como ya ocurre en algunas regiones donde gobierna?
R. Sí, eso es lo que temía y lo que temo. Yo tengo un gran respeto por los servicios públicos de carácter universal que no solo igualan oportunidades en el territorio sino que son además un impulso desde el punto de vista de la renovación de la economía y del futuro. Yo creo que no deberían debilitarse, creo que habría que esforzarse por recortar de donde sea pero no de elementos tan fundamentales como la sanidad y la educación. ¿Lo van a hacer? Ellos niegan que lo vayan a hacer pero de hecho lo están haciendo de una manera o de otra en las comunidades conde gobiernan, ojalá no lo hagan.
P. ¿Y piensa que el PP podrían tocar leyes en avances sociales como la ley del aborto o la de matrimonio homosexual?
R. Hasta ahora no lo han hecho, pero sí pueden hacerlo. En las fases anteriores cuando han gobernado no han tocado las leyes que aumentaban los derechos civiles. A lo mejor podrían tocarlo, pero hay un montón de derechos adquiridos y la sociedad se pondría en contra.
P. ¿Cuáles serían sus recetas para intentar salir de la crisis?
R. Hay, que hacer unas reformas estructurales, que están en marcha, tanto en las relaciones laborales, como en la negociación colectiva, en la educación, en la formación profesional, etc.… Y estas reformas tienen que tener siempre una guía, que es ganar competitividad por lo tanto tenemos que aumentar la capacidad de producir y la competitividad de la economía española. Esta es la finalidad última y es el instrumento fundamental para añadir económicamente valor que nos permita mantener la idea que tenemos de los servicios públicos, la sanidad y la educación, tenemos que tener una economía mucho más eficiente, esto a nivel interno. Pero si los líderes no comprenden que esta partida se juega en dos tableros, hagamos lo que hagamos a nivel interno, si no cambia la política europea no vamos a conseguir salir de la crisis. Y eso hay poca gente que lo vea, lo estaba viendo Rubalcaba pidiendo reformas en la política europea pero lo están haciendo mal a nivel europeo, llegan tarde y hacen poco o hacen poco y siempre llegan tarde y cada vez empeora más la situación.
P. ¿Cree que tiene mucho poder Europa y los grandes líderes europeos dentro de las decisiones de la política española?
R. No exactamente eso, ojalá hubiera grandes líderes europeos con una visión europea. En Europa están fallando las instituciones europeas, la Comisión y el Parlamento, porque cuando uno tiene que gobernar para 500.000 millones de personas en 27 estados tiene que haber instituciones que representen los intereses de los 500 millones. Francia representa los intereses de Francia, Alemania los de Alemania, y sus líderes están preocupados de sus elecciones. Si vemos las elecciones en España, no se ha hablado de debate europeo en la medida en que yo lo he podido hacer y parte de nuestra solución depende de Europa. Entonces yo creo que hay que fortalecer las instituciones europeas y que en Consejo Europeo entero tiene que comprometerse en proveer bienes públicos para el conjunto de Europa y no para un país o dos. Por eso es un error esta exhibición de Merkel y Sarkozy dictando lo que tiene que hacer Europa y limitando la posibilidad a la Comisión.
P. ¿Piensa que en España podría suceder como en Italia o Grecia donde han sido impuestos por Europa dos tecnócratas como presidentes del Gobierno de esos países?
R. No exactamente, sería bueno que ya hubiera dicho Rajoy que economista va a poner al frente de la economía española pero es su manera de hacerlo y ha ganado las elecciones con esa fórmula. Hay que reconocer al Gobierno de Zapatero, aunque nunca lo harán y menos después de la derrota, que ha evitado que lleguemos a esa situación, con un coste electoral como el que se ha visto, pero lo ha evitado. Como el debate es puramente nacional, daba la impresión de que el Gobierno español tenía toda la culpa de lo que pasaba en España, y desde luego la culpa de lo que pasaba en Portugal, en Grecia, en Italia, en Francia o en Irlanda, es bastante absurdo porque el debate es muy cateto.
P. ¿Espera que la historia reconozca estos aciertos del Gobierno de Zapatero?
R. Sí, pero habrá que dejar que se decante el tiempo. El proceso histórico hará como con todos los demás, un saldo de errores y de aciertos. Avances ha habido y muy serios y en un momento determinado ha enfrentado la situación de crisis, aceptando enfrentarla en las condiciones que Europa ha decidido, que es obsesionados por cortar el problema de la deuda ya, no dando tiempo para ir graduando ese esfuerzo y haciendo políticas activas para que haya más crecimiento económico y más empleo. Pero esa es la decisión del conjunto de Europa, no es una decisión impuesta, es una decisión del Consejo Europeo y Zapatero la aplicó, Italia no la aplicó y por cierto tampoco la aplicó Francia aunque diga que la aplicará para 2013. Eso nos ha hecho sufrir innecesariamente mucho, porque España es un país solvente que está pagando el precio del acoso de lo que llaman los mercados, de los especuladores. Esto se ha intentado controlar para no llegar al límite de riesgo que han caído otros y eso es mérito del gobierno socialista sin apoyo de la oposición.
P. En los próximos cuatro años, ¿qué debe hacer el PSOE para recuperar la confianza de muchos de sus electores?
R. Yo le recomiendo que haga lo mismo que ha hecho el PP que le ha dado mucho éxito. Quiero decir el PP ha jugado a que mientras peor estén las cosas, mejor para ellos, se han aprovechado de la situación en el sentido menos responsable pero les ha ido bien. ¿Para qué te vaya bien tienes que ejercer irresponsablemente la oposición? Yo no se lo recomiendo al PSOE, al contrario le recomiendo que sea fiel a su proprio estilo y a su propia tradición y que sea responsable ante los problemas de España.
P. Por último ¿cree que Rajoy y su ejecutivo en esta legislatura serán capaces de salvar de alguna manera la situación actual de España o sin embargo la crisis se llevará también al gobierno del PP?
R. Yo no veo lo que puede pasar, porque no se sabe lo que van a hacer. Esta cosa que le están pidiendo unos y otros sin mucha legitimidad, que aclare ya que va a hacer, que empiece ya a decir cuál es su plan y de donde va a recortar, es una demanda que solo es legítima si la hacen los españoles. Los españoles le han dado todo el poder sin pedirle aclaraciones. Por tanto Rajoy sabe que se puede tomar ese tiempo, lo que no sabe medir, me temo, es las consecuencias de tomarse un tiempo que no tiene.
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