Imagen: Logo del NPD / WikimediaCommons/ Mnmazur |
El pasado domingo el Partido Nacionaldemócrata
Alemán (NPD), de tendencia ultraderechista, votó a un nuevo líder, Holger
Apfel. El nuevo presidente es menos agresivo que el anterior y podría convencer
a sectores de la población insatisfechos con Europa. El resurgir del partido
coincide con la aparición del terrorismo de derechas en Alemania.
La reunión del domingo no había sido fácil de
concertar. El Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD) había recibido más
de 120 rechazos de colegios, auditorios y otros establecimientos para celebrar
sus congresos de partido a los que, a su vez, la ley les obliga. Cansado ya de
que le mostraran la espalda, el antiguo jefe de partido, Udo Voigt, acudió al
Bundestag (el Parlamento alemán) para pedir ayuda. De una manera u otra, finalmente consiguió un
establecimiento en Neuruppin (Brandenburgo). Sin embargo, finalmente no fuel él
quien presidió la reunión. El domingo fue sustituido a la cabeza del partido
por Holger Apfel, anteriormente cabeza del partido en Sajonia.
Esa es una de las razones por las que el domingo
el NPD votó a un nuevo líder. A puertas cerradas, como suele ser habitual en
mítines de los nacionaldemócratas, sus militantes decidieron que había que
darle una nueva imagen a un partido que recibía el rechazo de 120
establecimientos para celebrar reuniones. Con Voigt, el NPD ha vivido grandes
derrotas. Tras 15 años en el poder, el partido sólo ha logrado sumar pequeñas
victorias con apenas un escaño en algunos parlamentos regionales de manera no
continuada, excepto en Sajonia con Holger Apfel a la cabeza. Tampoco el gran
triunfo en las útlimas elecciones regionales, en las que el NPD consiguió seis
escaños en Mecklemburgo-Pomerania, le han servido a Voigt para mantenerse en el
poder, puesto que fue el jefe del partido en esa región, Udo Pastörs, el que se
llevó todo el mérito.
Finalmente se ha impuesto el ala más joven de la
organización con 126 votos a favor de Apfel, casi el 60% según informaba la
página web oficial orgullosamente. Con algunos votos menos, Udo Pastörs fue
nombrado número dos. Apfel y Pastörs representan la cara más extremista del NPD
y, con su elección, liderarán el nuevo camino que parece querer emprender el
partido. Su objetivo será entrar en el Parlamento nacional en las próximas
elecciones en el 2013.
El resurgir del NPD coincide con el resurgir del
terrorismo de derechas
Imagen: Udo Voigt / WikimediaCommons/ Marek Peters |
El gobierno alemán empieza a temerle seriamente
al Partido Nacionaldemócrata. Numerosos intelecutales han reabierto el debate
acerca de la posibilidad de prohibir el partido tras los últimos
acontecimientos que despertaron antiguos fantasmas en Alemania. La semana
pasada, las fuerzas de seguridad alemanas encontraron los cadáveres de dos
terroristas de derechas, cuya huella llevaban persiguiendo varios años. A raíz
de una investigación sobre su muerte y tras el registro de su piso que había
sido quemado, la policía germana descubrió que habían pertenecido a un
movimiento cercano al NPD que se hacía llamar Nationalsozialistischeruntergrund (grupo clandestino nacionalsocialista, NSU). Como tirando del hilo de una rebeca, la policía acabó descubriendo que los
terroristas fallecidos y el grupo extremista al que pertenecían, eran los
responsables de unos actos terroristas en
Alemania que tuvieron lugar entre el 2000 y el 2007. Los llamados 'asesinatos del kebab' acabaron con la vida de ocho empresarios turcos y uno griego.
El NPD evita hacer comentarios acerca de los
sucesos
La táctica del partido ultraderechista ha sido la de
hacer oídos sordos a cualquier pregunta relacionada con este asunto, no
contestando a los correos electrónicos de ningún medio de comunicación y
rechazando preguntas amablemente al teléfono. "Esa es precisamente la
nueva táctica del partido", cree interpetar Severin Weiland, reportero de
la revista Der Spiegel en la sección de política y especializado en
información sobre terrorismo. A
diferencia de su antecesor, Holger Apfel "es un diplomático" y parece
más inocente por carecer de la agresividad característica de Voigt y "que,
por tanto, se le había atribuido al NPD en general". Sin embargo, Weiland
advierte de que se trata "únicamente de una fachada", que no debe
despistar a la sociedad y a los políticos demócratas. "El partido sigue
manteniendo contacto con grupos extremistas", aunque de manera discreta,
asegura el periodista.
El partido pretende cambiar su imagen
Imagen: Holger Apfel/WikimediaCommons/ Marek Peters |
Tampoco en el congreso del domingo se debió
hablar sobre este tema que le viene muy mal al partido, ahora que estrena
liderazgo. Sin embargo, Apfel "será más elegante" que su antecesor,
opina también el profesor de Historia del Colegio Alemán de Madrid, Christian
Kuntze-Krakau.
Tradicionalmente, el NPD ha sido relacionado con
los neonazis y la imagen física que éstos representan. "Tatuajes, cabezas
rapadas y un aspecto muy poco serio en general", en opinión de
Kuntze-Krakau. El partido evitará este tipo de apariciones con un nuevo líder
"de aspecto serio" y mucha experiencia "en las relaciones con
los medios y enemigos políticos", tras nueve años en el parlamento de
Sajonia.
"El partido, sin duda, ahora es más
peligroso", cree Weiland, porque Apfel "se camufla bajo una
imagen" más humana. El NPD quiere rascar votos de los partidos
conservadores que han decepcionado a sus seguidores por la gestión de la
crisis. "Presentarán un programa compatible con la masa", por basarse
en el populismo. Eslóganes como "fuera del Euro" y otros temas
delicados, son los que utilizarán para aprovecharse de la situación política y
económica que arrecia a Europa. Con Udo Voigt "este paso no era
posible", dice Kuntze-Krakau, porque había alimentado demasiado una imagen
extremista e irreconciliable con los principios democráticos.
"Europa podría preocuparse si resurge el
NPD"
La semana pasada el ministro del interior
alemán, Hans-Peter Friedrich, admitió que Alemania tenía un nuevo problema con
el resurgir del terrorismo de derechas. "Europa podría preocuparse si
resurge el NPD en el Bundestag (el Parlamento Alemán)", piensa
Kuntze-Krakau. Con el país germano como único pilar estable de la Unión Europea junto
a Francia, "sería catastrófica" una desestabilización política del
país que un acontecimiento como éste "seguramente causaría". Tanto
Weiland como Kuntze-Krakau advierten de que éste es un tema que "debe tomarse
en serio", puesto que el cambio de imagen del NPD podría convencer a un
sector amplio de la población harto de pagar por la crisis financiera. La
historia podría repetirse, "recordemos que Hitler llegó al poder"
votado por un pueblo sumido en el paro y en la pobreza, dice con temor
Kuntze-Krakau.
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