El pasado sábado, Getafe vivió una de esas noches añoradas
entre los seguidores del equipo azulón. Parecía un sueño ganar al único equipo
invicto esta temporada, pero el Getafe sacó lo mejor de sí, logrando una
victoria con polémica incluida.
El Getafe volvía a dar la campanada ante un grande. Nada
podía presagiar lo que iba a ocurrir, y menos entre los seguidores del
Barcelona que se acercaban al Coliseum Alfonso Pérez con comentarios como “esto es una cuadra”, en referencia al estadio
getafense.
El choque empezó de lo más normal, el Barcelona atacaba y el
Getafe se encerraba en su campo con seis defensores atrás. El equipo catalán no
conseguía materializar sus ocasiones, mientras que el Getafe salía de vez en
cuando a la contra, pero sin gran peligro.
Pasaba la primera parte. Se podía escuchar en el descanso
como la gente se sentía feliz por aguantar el resultado contra el que se
supone, es el mejor equipo de fútbol de la actualidad.
El jugador del Getafe, Valera, celebra su gol ante el Barcelona / REUTERS |
Comenzaba la segunda mitad y el partido seguía su cauce.
Ocasiones para el Barça sin materializar, algún susto del Getafe, pero nada
más. Así, hasta que en el minuto 72, Valera, remataba de cabeza un saque de
esquina lanzado por Diego Castro que acababa en gol. “La gente no se lo creía”, comenta
el vicepresidente segundo del club getafense, Valentín Sánchez. Getafe
recordaba como hace cuatro años se vencía en semifinales de la Copa del Rey al
equipo catalán con un aplastante 4 – 0.
Empezaban los cánticos en Getafe. “Hacía tiempo que no
escuchábamos a los aficionados animar de esa manera”, afirma el jugador de la
primera plantilla del Getafe, Javier Casquero, uno de los pocos supervivientes
de las hazañas del Getafe en la Copa del Rey y en la U.E.F.A.
El tiempo pasaba muy lentamente en Getafe. Por fin se
cumplía el tiempo reglamentario. El árbitro daba tres minutos de descuento. El
Getafe seguía encerrándose atrás y el Barcelona colgaba balones al área a la
desesperada. En uno de estos, Messi cogía el balón en la frontal del área y de pared con
Keita marcaba gol, pero era anulado por fuera de juego. Todo el Barcelona
protestaba por la decisión arbitral. Según ellos, Messi no había dado el pase, sino Michel, jugador del Getafe, lo había hecho sin querer.
“El calvario parecía haber terminado”, dice Valentín
Sánchez. Pero no es así. Pasado el tiempo de descuento, Miku cometía un error garrafal en
el centro del campo, recogía el balón Xavi Hernández que se lo ponía en posición
correcta a Messi, este, dentro del área, envíaba el balón al poste, el rechace
llegaba a Pedro, jugador del Barça, que disparaba con gran intención el balón.
Moyá, portero del Getafe, despejaba el balón chocándose fuertemente contra su
compañero de equipo “Cata” Díaz.
El árbitro pitaba el final de partido. El “Geta” ganaba y daba
la sorpresa frente al Barcelona, la gente de Getafe aplaudía a su equipo hasta
que estos se dirigieron al túnel de vestuarios.
Getafe recupera la ilusión perdida
frente al que muchos dicen, es el mejor equipo de fútbol. “Ha sido una victoria
para enmarcar”, confiesa Javier Casquero.
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