Las organizaciones humanitarias apelan a la originalidad y al optimismo para luchar contra la situación de los países tercermundistas.
El pasado 24 de noviembre el grupo de teatro La Tartana de Patricia estrenó en Segovia ‘La casa de los siete balcones’. Lo que diferencia a ésta de otras obras es que la recaudación irá destinada a fondos de UNICEF para el Cuerno de África.
Todo es poco para estas regiones donde se lucha a contrarreloj para ganarle la partida a la desnutrición y las enfermedades olvidadas que hacen mella en estas poblaciones; Las organizaciones humanitarias buscan la financiación y recaudar fondos a través de campañas y distintos eventos. Sin embargo, el objetivo del marketing de una ONG no dista demasiado del de otras empresas; conseguir que la gente haga una determinada acción.
“La tendencia actual es a usar imágenes y mensajes más optimistas” explica la responsable de comunicación de World Vision Isabel Iglesias, “la gente ya está cansada de imágenes de pobreza extrema, actualmente se comunica más esperanza y el efecto de la ayuda: optimismo”. O como señala desde el departamento de Marketing Online de Acción contra el Hambre Jonathan Buffard, “una forma más feliz de decir lo mismo”.
Unos niños haciendo cola por comida en Mogadiscio, Somalia. Foto de DFID |
La empresa de marketing que trabaja para Acción Contra el Hambre, Shackelton, realizó una exitosa campaña llamada ‘Experimento Comparte’; un video donde varias parejas de niños, ignorando que se les está grabando, deciden repartir la merienda que parece destinada para uno sólo. Esta campaña resultó tan tierna y con un mensaje tan directo que también se difundió por Francia y Japón. “Lo bonito de la idea es que al final dices lo mismo que en todas las ONG pero sin hacer lo mismo”, resalta Jonathan Buffard.
“La creatividad es muy importante, sin duda”, indica Isabel Iglesias, “cuanto más creativo es un mensaje, más cala y se recuerda, más llama a la acción y es necesaria mucha menos inversión en medios y difusión para que sea compartido, visto y escuchado por más personas”.
En otra campaña de Acción Contra el Hambre, el público objetivo se redujo a los restaurantes; éstos ofrecían un “plato solidario”, con un precio ligeramente por encima del original, cuyo extra iría destinado a los niños con desnutrición en distintas partes del mundo. “Es algo más diferente, más indirecto”, indica Jonathan Buffard, “el año anterior tuvo cobertura mediática, pero este año más”.
En otros proyectos, como el Festival de Cortos Actúa de Intermon Oxfam, se busca la concienciación y la movilización a través de concursos; donde la creatividad de los participantes también juega un papel esencial.
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