"Buen cartel, precios económicos y una
ubicación única: la playa. El estar tan cerca de la playa es algo que nos
diferencia del resto, además de contar desde la última edición con una piscina
de 300 metros cuadrados en el Beach Club y fiestas en Barco que este año están incluidas con
el abono para los 6.000 primeros que se acrediten y se apunten en la carpa de
Acreditaciones Barco". Así explica Tomás Abril, responsable de comunicación del Arenal Sound, los motivos que diferencian al festival del resto. Sin embargo, en la pasada edición no todo fueron buenas palabras.
Aunque el Ayuntamiento de Burriana no dispone de una evaluación concreta en
cifras económicas, la organización del festival estima en más de 40.000 personas
diarias la afluencia en la edición de 2011, en la que según esos mismos datos
se superaron las 160.000 visitas. En su primera edición, Arenal
Sound recibió a 105.000 personas durante los 10 días de festival. Arenal Sound 2011 contó con 56 grupos en su cartel, entre los que se encontraban Los Nastys.
Ellos fueron los encargados de sustituir a Tulsa, que no
pudo asistir al evento al sufrir su batería una trombosis. Los jóvenes músicos recibieron
la noticia de que tocaban el viernes 5 de agosto el miércoles de esa misma
samana. Su agencia Gig N Tik (representante de otros cantantes como RussianRed, Miss Caffeina y Babasónicos) les puso el transporte, les alojó en un
hotel de cuatro estrellas y se encargó de cubrir todos sus gastos. Los Nastys
no cobraron, y aunque aseguran que el viaje fue “toda una locura” tienen muy
buen recuerdo del concierto. “A pesar de que el público no sabía que tocábamos, la gente respondió bien”, aclara Luis Basilio, el líder de la banda. En su opinión la causa de que la gente no estuviera informada de ese cambio
de última hora fue, simplemente, que el festival no lo informó en el plazo de
los días previos a la actuación. Por el contrario, Arenal Sound se defiende alegando que "se anunció a
los medios a través de una nota de prensa y se informó en las redes sociales
tan pronto como se supo". En sección de Artistas 2011 de la web del festival aún aparecen The Zombie Kids- que tampoco acudieron finalmente- y Tulsa como asistentes. Los Nastys no figuran en ningún apartado de la página.
La banda estuvo un día solo en el Arenal Sound y afirma que el único trato que tuvo con la organización fue cuando tocaron y ecualizaron. “Desde fuera sí que vimos que el camping era lo peor. Estaba lleno de gente, muy mal organizado”. Para ellos fue "toda una suerte poder tocar en el festival" pues como afirma el batería Gonzalo Rodrigo "son oportunidades para ir cogiendo nombre, pero eso supone tener que hacer lo que ellos quieran".
Los Nastys
The Noises, sin embargo, sí que fueron contratados por el propio festival. Cobraron al rededor de 800 euros, una cantidad fija que no incluía dietas ni alojamiento.
El grupo actuó el jueves 4 en el escenario 'Desperados', el mismo en el que actuaron otros grupos más conocidos como La Habitación Roja y Supersubmarina. Ninguno de ellos tuvo acceso a un camerino, que estaba reservado para el escenario Legendario en el que tocaron Scissors Sisters, Tiga y Vetusta Morla, entre otros. Para ellos sí que había un camerino por artista, sevicio de catering y baños privados. "Fue muy incómodo que, después de cinco horas de viaje, no tuviéramos ni dónde dejar las cosas"- explica Chuso Ruíz, el guitarrista del grupo- "Nos hicieron dar millones de vueltas para poder entrar con el coche donde teníamos todos los instrumentos. Y todo esto veinte minutos antes de que nos tocara tocar".
The Noises
The Noises se alojaron en el camping como el resto de los asistentes al festival. Arenal Sound les dio un pase de artista. Según la opinión del otro guitarra de la banda Pablo Fuente, "el problema fue que se les desbordó porque no esperaban tanta gente".
La banda también reconoce la parte positiva del festival: "El sonido es increíble en el Arenal Sound. Nos daban a elegir los amplificadores y el equipo era muy bueno. Eso sí, eran muy estrictos con el tiempo y nos cortaron el sonido en mitad de una canción".
La puntualidad no fue nada reprochable, pues los conciertos empezaban a la hora exacta que anunciaba el cartel. No obstante, para los asistentes el tiempo sí supuso un problema a la hora de recoger sus pulseras y de acceder al camping. Iris Moratilla acudió al festival y asegura que tuvo que aparcar aproximadamente a un kilómetro y medio de donde estaban los campings, porque los parkings estaban llenos así como todos los sitios cercanos al recinto. Según la propia testigo: "Ahi ya nos dimos cuenta de que estaba muy mal organizado".
Coincide en que los problemas se dieron sobre todo a la hora de entrar al camping porque "la cola para
entrar no avanzaba nada ya que la gente iba pasando en grupos de 20 en 20". Los organizadores les acompañaban dentro de la zona de acampada para indicarles exactamente donde tenían que colocar sus tiendas. "Todo para que luego ni siquiera hubiera sitios con sombra, por
llamar de alguna manera a la tela que pusieron a modo de techo", concreta.
"A parte de las más de tres horas que estuvimos esperando para entrar, lo peor eran los baños. Eran
insuficientes y a los dos días ya estaba el mar lleno de excrementos, así como el parking del festival.
Los bares del pueblo estaban colapsados de gente que iba a
utilizar los servicios y en la gran mayoría no te dejaban entrar y te decían que estaban averiados".
Manuel Blázquez también incide en la falta de higiene en el Arenal Sound: "Por la mañana daba pena ver las playas. Había incluso excrementos en el mar, imagino que porque a ciertas horas de la noche era imposible entrar en los urinarios públicos. No solo había muy pocas duchas, si no que la mayoría estaban rotas". Él tuvo la suerte de acceder al recinto al rededor de las cuatro de la tarde lo que le permitió recoger la pulsera que permitía la entrada a los conciertos. "Había colas de horas para canjear las entradas desde las diez de la noche en adelante".
La ambientóloga Carolina Relaño Pastor considera que son muchos los riesgos de realizar un festival en plena línea de playa: "Ya no solo por la contaminación por basuras que se puedan generar, si no también hay que tener en cuenta el impacto sonoro de las viviendas de las proximidades, de la contaminación del agua por los baños y de los vertidos derivados de los bares".
Por su parte el responsable de comunicación del Ayuntamiento de Burriana Vicente Ríos, asegura que el festival asume la limpieza del recinto y el Ayuntamiento la limpieza viaria y de las playas. "Procuramos desde el Ayuntamiento y también desde la organización del festival que no haya ningún impacto ambiental. Por ello, aunamos esfuerzos en la limpieza y en la recogida de residuos, tanto en toda la zona marítima como en el recinto del Arenal Sound. Al haber mucha más gente que habitualmente, el gasto se dispara, pero lo asumimos para que todo esté en perfectas condiciones, y vamos a seguir mejorando de cara a la próxima edición", aclara el portavoz.
A parte de la posterior limpieza de la zona, también afirman tomar medidas preventivas. Se acota una zona específica de l’Arenal para actividades del festival, aunque los asistentes pueden acudir a cualquiera de las playas de la zona. Ríos añade: "No hemos apreciado ningún deterioro a pesar del incremento del número de usuarios y de bañistas. En Burriana tenemos la suerte de tener una de las playas más grandes del Mediterráneo, con una superficie de arena muy grande".
El Ayuntamiento reconoce que La gran afluencia de turistas en tan poco tiempo también comporta problemas, "muchos de ellos solucionados pero algunos todavía pendientes". Los principales inconvenientes derivan de la congestión del tráfico en determinadas horas punta, el incremento de servicios públicos y el consiguiente gasto por parte del Ayuntamiento o la restricción de usos de la Playa de l’Arenal –un activo muy importante para Burriana-.
Pesa a ello, manifiestan que el balance final es positivo con tan sólo dos ediciones aunque "podría serlo mucho mejor si se corrigen todos estos problemas en la tercera". Subrayan asimismo las ventajas, que tienen que ver con la consolidación de Burriana como un destino turístico de macrofestival en verano, además del enorme impacto económico que repercute en la economía local. "Conocemos también la gran satisfacción de los empresarios
del sector hostelero y del comercio que han visto multiplicados sus ingresos
durante los días del festival", puntualiza Ríos.
En relación a la mala organización y a la falta de previsión y adecuación de las instalaciones en el Arenal Sound 2011 la organización del festival añade que "desde que finalizó la segunda edición del festival, el equipo ha puesto en marcha un plan de mejoras en infraestructuras para el bienestar de todos los asistentes". Asimismo informa de que se ha creado un correo de sugerencias para que los asistentes envíen sus quejas e ideas y para poder corregir los errores cometidos. Abril aclara que "la organización realizó llamadas
personales a los asistentes que pusieron una hoja de reclamación para pedir disculpas personalmente". "Sabemos que hubo fallos, pero el plan de mejoras está
en marcha”, puntualiza.
Entre dichas mejoras, el festival promete que cada zona de acampada incluirá su propia zona de duchas y de baños químicos, muy diferente a la situación del festival de este verano, en la que solo existía una zona de duchas y en la que los campings C y D compartían los aseos. Además, asegura que dicha zona "contará con un mantenimiento constante y el refuerzo de un servicio de recogida de limpieza las 24 horas del día". Al igual que promete con todos los servicios e infraestructuras, la recogida de basuras también se multiplicará por tres con un "mayor número de contenedores y un servicio de limpieza constante".
También informa de que no se reducirá el aforo porque el recinto se ampliará y respecto al precio de las entradas para el 2012 aclara que los últimos meses previos al evento la subida de precio será más significativa, pero que seguirán manteniendo "los mismos precios económicos del año anterior".
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