El pasado viernes 2 de diciembre se celebró la presentación oficial
de Radio Chabolo, tras cumplirse un mes en periodo de pruebas. 107.6 FM es el
dial escogido por el Centro Social Okupado Kike Mur, ubicado en la antigua
cárcel de Torrero, para sintonizar una parrilla plagada de música reggae, punk,
y surf, además de programas de contrainformación y rebotes a emisiones de Radio
Topo y Radio Bronca.
Entrada a la antigua cárcel. Fuente: rojoynegro.info |
Radio Chabolo cuenta de momento con seis programas propios. Ese tipo de cosas que luego el fiscal saca de contexto,
junto con Sobredosis de B12 y Quema la patria, forman el paquete
informativo de la emisora. Mientras que el primero, plagado de humor negro, parodia
la actualidad política internacional y de Aragón, el segundo se dedica a divulgar
la filosofía anarquista y vegana. Quema la patria ofrece “temas de
actualidad de los movimientos sociales y de cualquier frente de lucha que pueda
haber abierto en la sociedad”, explica Borja, uno de los locutores del espacio
y habitual del CSO.
Ultra
Surf, obviamente, es un espacio dedicado en exclusiva a la difusión de este
estilo musical. La oferta propia del centro se cierra con Reggae Drop
y Cuanto más rápido y guarro, mejor, programas de ritmos jamaicanos y de
punk, respectivamente. Además, se retrasmiten los programas El Acratador,
Skandalo en las Ondas, La Enredadera, Ciutat
Podrida y Fendo Orella (de la también zaragozana Radio Topo) y Cinco
Bárbaros en la Cabeza y Grito Negro (de la barcelonesa Radio Bronka).
Por último, pueden ser escuchadas en directo todas las charlas que se celebran
en el CSO, que son muchas.
Por si esto fuera poco, se admiten propuestas. “Radio
Chabolo está abierta a todo aquel que quiera participar”, comenta Borja. De
hecho ya habido varias solicitudes en las asambleas, sobre todo desde las
asociaciones de vecinos. El presidente de la de Venecia-Montes de Torrero,
Jorge Grassa, defiende la “enorme” labor del CSO Kike Mur. “Le están dando vida
al barrio. Utilizan un local que estaba muerto [la antigua cárcel] para
realizar una labor cultural en el entorno. ¿Molestias? Ninguna”
Grasa recuerda que hace tiempo que el barrio de Torrero
reivindicaba un centro cívico y que “todos esos que hablan mal de la juventud,
del botellón, aquí tienen un ejemplo de jóvenes haciendo labor social”. De
hecho, él mismo salío a defenderles junto con varias decenas de vecinos en los
cuatro desalojos; incluso llegó a estar varios meses de baja por los
golpes que le propinaron los agentes de policía.
Y es que -y en esto coinciden Borja y Grassa- los vecinos
del barrio se encuentran cómodamente integrados en la actividad cultural que se
realiza en el centro, en cuyas decisiones pueden tomar parte durante las
asambleas de los lunes por la tarde. Biblioteca, cafetería, peluquería, clases
de guitarra, comidas populares, conciertos, incluso un half pipe para
los skaters son algunas de las iniciativas más antiguas de este colectivo okupa. Un centro autogestionado que no
recibe financiación externa. “Tenemos como norma básica no aceptar subvenciones
ni ningún tipo de ayudas municipales”, concluye Borja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario