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El rap es capaz de influir en las mentalidades de los votantes y vincular a muchos


Madrid, 16 de mayo de 2012.- El rap se ha convertido en una manera de reivindicar injusticias o hacer críticas de diferentes índoles. El conjunto madrileño Rimas Rojas, compuesto por los mc´s Vox (22 años) y Royo (23 años), representa a uno de los grupos más revolucionarios de la capital y, a través de sus canciones, demandan una lucha contra la corrupción política, el racismo y otros problemas sociales.
Concierto de Rimas Rojas en la sede del PCE: Vox (a la izquierda)
y Royo (a la derecha) // Foto: María Manso
El rapero madrileño Iván Nieto (31 años), cuyos inicios en la música se remontan al año 1998, asegura que la situación de este estilo musical ha cambiado desde que penetró en España. "Es una cultura musical muy cerrada, por eso, en este país ha hecho que se tarde mucho tiempo en entendernos. Ahora nos escucha más gente y nuestras letras dejan huella en el público", afirma.


Asimismo, Royo asegura que, de alguna manera, las letras de los mc´s son capaces de influir en el público pero dentro de unas limitaciones ya que, como declara, su alcance es escaso. “Sí, sabemos que la gente que nos ha escuchado se ha interesado en profundidad por algunas de las referencias que hacemos en las canciones; de hecho, esa es una de nuestras principales intenciones: conseguir que la gente se conciencie sobre diversos temas a través de nuestras rimas”, afirma.

En segundo lugar, también ayuda a que la gente se movilice ante las posibles injusticias existentes dentro del sistema. “La música rap está estrechamente vinculada con las protestas de los barrios obreros de todo el mundo. Se pudo ver en los disturbios de Los Ángeles ’92 o en los banlieues franceses en 2005, en Chile. Son numerosos los mc´s y grupos que llevan a cabo un rap contestatario, político, combativo o como se quieran definir, que pone en tela de juicio los cimientos del sistema capitalista y, cada vez, es más público el que lo sigue. De hecho, cuando el rap pasó de ser una música de pasatiempo a un altavoz de las injusticias en los guetos de Estados Unidos fue cuando dio un notable auge y, con todo el potencial que desarrolló como contracultura, comenzó a ser un quebradero de cabeza para el stablishment”, explica.

Continúa exponiendo hasta qué punto la música es capaz de penetrar en la conciencia de la gente: “como toda expresión artística, no debe estar ajena a la realidad; debe ser un martillo capaz de transformarla. Así han sido muchos géneros como el punk o la música de cantautor, cada una con sus particularidades, son las que han marcado generaciones enteras con una conciencia crítica en un contexto concreto. En el rap se puede expresar de manera muy directa lo que se siente en los barrios obreros y en eso reside su fuerza. A veces, de una manera más consciente que otra, con un discurso más elaborado, pero capaz de vincular a mucha gente, sobre todo a una masa juvenil importante, aunque en ocasiones demasiado triburbanista, que es proclive a vincular determinados movimientos sociales como el antifascista o el okupa con esta cultura urbana”.


Rimas Rojas. Concierto en La Traba (Madrid). 2009










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