La misma situación se denuncia desde la Asociación de Empresas de las Artes Escénicas de Madrid (ARTEMAD) y es la que apunta el director de la compañía de teatro Luna de Caramelo. Joaquín López “muchas de las compañías no pueden seguir adelante tanto porque ha bajado considerablemente la contratación de espectáculos, como por el retraso en los pagos. Tienen que soportar unos tiempos de demora demasiados largos, que hacen muy difícil el seguir trabajando con la normalidad necesaria”.
Emergen en tiempos de crisis las salas de titularidad privada que programan espectáculos, en ocasiones, para público reducido. Es el caso de la ‘Escalera de Jacob’, en la calle Mancebos 4 La Latina, que programa obras que se reducen a monólogos con escasa escenografía. ‘No soy gorda, soy ancha de caderas’ es un ejemplo. “Es mucho más asequible un espectáculo de pequeño formato, sobre todo para quien no se puede permitir una gran producción. Es una alternativa tanto para la productora como para el público que no puede pagar 60 euros pero que paga 10 por pasar una tarde agradable viendo un espectáculo”, cuenta el responsable de la obra, La Ogra (que todo lo logra)
Contesta
a la entrevista un hombre vestido de mujer pero eso es lo de menos porque Pablo
se transforma en su personaje artístico ‘La Ogra’. Una mujer que se define a sí misma
como: "treinteañaera actriz- cantante-dramaturga y ante todo mujer
todoterreno”. Después de llevar un año en la Escalera de Jacob le
llegó la fama en la Red.
Hizo un videoclip de una de las canciones del
espectáculo ‘Te borro del Feisbuh’ y se convirtió en el más visto de
España, México y Argentina. “La verdad es que fue un sueño, porque cuando
ninguna gran empresa te respalda y pone mucho dinero para que aparezcas hasta
en la sopa, conseguir eso, es maravilloso”, relata.
Optimista
y contenta defiende que el teatro siempre vivirá mientras haya quien disfrute
con él: “creo que está en una buena situación, los que lo hacemos, lo hacemos
porque nos gusta y los que lo ven, lo ven por la misma razón. Da igual que sea
en el Teatro Real o en una salita pequeña. Siempre la magia del teatro está
presente cuando hay ganas de hacerlo. Creo que ante la crisis lo que hay que
hacer es seguir luchando porque siempre habrá alguien que quiera escuchar lo
que le cuentas”.
A
la crisis se le empuja. Y ella lo hace con sus historias y su esfuerzo: “en
tiempos de crisis es cuando los artistas tienen más cosas que contar y algunos,
al vernos sin trabajo, nos ponemos las pilas y empezamos a crear por nuestra
cuenta sin esperar que suene la flauta y te salga un contrato maravilloso”.Y
esa es la filosofía que rige su vida.
El
comienzo de su historia se halla en los escenarios de la escuela. En los
festivales de fin de curso descubrió el gusto por actuar. “Dejé Murcia atrás y
me vine a Madrid a probar suerte. No me dieron demasiadas oportunidades a
la hora de hacer castings, entonces decidí que si nadie apostaba por mi, no
pasaba nada. Y aposté yo. Me monté mi espectáculo, hablé con grandes amigos y
profesionales que me ayudaron en todo y comencé mi aventura”.
Pero
colocar un espectáculo en una sala no es tarea fácil. Se necesitan, como en
todo arte, buenos contactos. “Por un lado la sala te dice que tienes que hablar
con un programador y por otro lado, dar con un programador que quiera meterte
en una sala es como que te toque la lotería. Si no eres conocido, es muy
complicado que te abran las puertas. Pero habrá que seguir llamando. ¿Quién
dijo que fuera fácil?”.
Ahora
su reto es llevar el espectáculo a Barcelona tarea ardua porque no conoce allí
a nadie. “Las salas reciben muchas peticiones y supongo que no es fácil
prestarle a todas y cada uno de ellos la atención que se merecen. Una vez que
se encuentra una oportunidad, lo importante es una buena relación basada en la
honestidad mutua. Si eso está, lo demás es trabajar codo a codo y llegar al
infinito”, y que no le paren los pies.
Pero
además de subirse a un escenario y hacer bailar al público está rodando ina
serie autoproducida por una productora que están formando
"Yosefilms". Y adelanta un concierto que dará en febrero en una
mítica sala de Madrid. El nombre, se lo reserva para más adelante. Que queda
Ogra para mucho.
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