Las obras de
restauración de la catedral de Lugo están a punto de concluir. El templo
recupera su esplendor y pone al descubierto sus secretos
A finales de este
año se espera que la mayor parte de los trabajos de restauración de la catedral
lucense estén finalizados. Esta es la primera intervención constructiva de
importancia que se realiza en este templo desde hace más de 100 años.
Los trabajos, que
comenzaron en el mes de marzo gracias a la financiación en su mayor parte del Ministerio de Fomento,
se dividen en dos partes que se realizan al mismo tiempo: la limpieza,
encintado y restauración de los elementos de la fachada principal y la
recuperación de las pinturas murales de la capilla mayor.
El delegado de patrimonio
de la diócesis de Lugo y responsable de la supervisión de las obras de
restauración, César Carnero, explica que la intervención en la fachada
principal “ha consistido fundamentalmente en abordar los problemas que la
vegetación y la materia orgánica concentrada en la piedra estaban ocasionando y
que habían llegado a desplazar los sillares en algún punto”.
La fachada
monumental de la catedral de Lugo, de estilo neoclásico que data de finales del
siglo XVII, es obra del arquitecto Julián
Sánchez Bort. Su restauración está muy avanzada y, prácticamente, ya se
han retirado los andamios de ambas torres: “ahora se están terminando de
colocar los baberos de plomo y titanio en la torre norte para evitar las
filtraciones, la sustitución de los elementos de hierro y la instalación de un
nuevo para rayos”.
Pero sin duda, lo
más espectacular de esta intervención ha sido la que se ha llevado a cabo
dentro del templo.
El descubrimiento
Pinturas de la capilla mayor de la catedral de Lugo/ MJ Campo |
La decoración pictórica de la capilla mayor
de la catedral de Lugo es obra del “maestro de Arquitectura y Pintura”, José
Francisco de Terán. La limpieza y restauración de esta cúpula permite ya valorar
la calidad de lo que para el delegado de patrimonio de la diócesis de Lugo,
César Carnero, es “la mejor obra pictórica de estas características del barroco
final que hoy se puede admirar en Galicia”.
La restauradora Teresa López trabajando en las pinturas de la capilla mayor /MJ Campo |
Las obras de restauración en esta parte de
la catedral, capilla mayor y transepto, fueron adjudicadas a la empresa lucense
Resconsa, de reconocido prestigio en el campo de la rehabilitación del patrimonio
histórico artístico. Los 12 restauradores, especialistas en pintura, trabajan
jornadas de ocho horas para intentar descubrir qué se escondía bajo la capa
negra que cubría la cúpula. Teresa López, es uno de ellos: “La visión de las
pinturas era, si no imposible, sí muy dificultosa. El oscurecimiento era
generalizado debido a la suciedad superficial, a la oxidación de los barnices
y, sobre todo, al humo de los candiles que ardieron durante años de forma
permanente delante del Santísimo Sacramento”.
Los trabajos de limpieza han dado su fruto
y finalmente se ha podido comprobar que las pinturas se conservan casi en su
totalidad. “Pensábamos que el estado de las pinturas era deplorable, y que la
imprimación habría desaparecido casi en su totalidad, pero afortunadamente no
ha sido así”. Las pérdidas de la preparación y de la película pictórica, de
óleo, están muy localizadas. “Lo más dañado está localizado en la zona
perimetral de la bóveda y casi siempre en las juntas de los sillares. Ahora
estamos corrigiendo esas faltas mediante la técnica de rigattino, es decir, hacemos la reintegración de la obra,
completamos el espacio ausente y lo diferenciamos perfectamente del original”.
Cuando se quiten definitivamente los andamios que invaden este espacio se podrá
contemplar la majestuosidad de una cúpula que conserva más del 90% de las
pinturas originales, en muy buenas condiciones.
Financiación pública y privada
El proyecto de
restauración y rehabilitación supera el millón de euros y está financiado gracias
a una subvención del Ministerio de Fomento con cargo al 1% cultural. No
obstante el montante de esta ayuda sólo representa el 75% del total de la
inversión, siendo la diócesis lucense la encargada de financiar el 25%
restante.
Con la intención
de recaudar los fondos necesarios esta institución ha creado la Fundación Catedral
de Lugo, declarada de interés gallego por
resolución de la Xunta de Galicia de
11 de julio de 2011 , tiene como finalidad la promoción, divulgación,
conservación y fomento de los valores culturales, históricos, religiosos y
patrimoniales de la catedral de Lugo, así como el estudio e investigación de
los aspectos culturales, religiosos, históricos y sociales vinculados a la
catedral y a su ámbito de influencia.
El deán de la
catedral y vicepresidente de esta fundación, Luciano Armas, señala que a través
de la fundación, además de cumplir objetivos de tipo promocional que vienen
fijados en los estatutos “pretende recaudar fondos y ayudas para sufragar la
parte del coste de las obras que no están subvencionadas por Fomento”. Por el
momento, y aunque no ha sido presentada oficialmente, ya han recibido el apoyo
de la
Confederación de empresarios de Lugo (CEL). “Los
empresarios lucenses se han volcado con este proyecto, han entendido la
importancia que para la ciudad representa la conservación de la catedral y han
recaudado dinero”. Y también cuentan con aportaciones de carácter individual
“Un empresario, del que no estoy autorizado a dar el nombre, ha contribuido
con una generosa cuantía, unos 100.000 euros, que sin duda nos ayudarán mucho,
ya que el coste de la obra es enorme. Otros particulares también han hecho
donaciones pero de menor cantidad, en cualquier caso nada es desdeñable, todo
lo contrario, cualquier apoyo es de inestimable valor”.
Torre de la fachada principal de la catedral de Lugo / MJ Campo |
Otras sorpresas
Cuando comenzaron
las obras en las torres de la fachada principal un obrero descubrió, en una
hendidura de la torre este, un animal con una larga cola y piel moteada. Lo que
pensaban que era un gato resultó ser una especie protegida en peligro de
extinción: una jineta. “Nadie entiende cómo llegó a este sitio- comenta el
canónigo César Carnero- pero estamos encantados con el descubrimiento y
pretendemos terminar rápidamente la obra en este lugar y retirar los andamios
lo antes posible para que la jineta o jinetas, no estamos seguros de que sea
una sola, recupere la normalidad”.
Este mamífero,
depredador nocturno, se alimenta de insectos y pequeños animales por lo que ha
resultado ser una excelente solución para el control de la colonia de palomas.
Según Carnero “a raíz de saber que era una jineta comenzamos a entender porque
las palomas no habitaban en ciertas partes de la catedral ni anidaban en sitios
que son muy propicios para estos pájaros”.
Esta solución es
provisional hasta que este hecho insólito se comunique a la
Consellería de Medio Ambiente de la
Xunta de Galicia la presencia de este animal y se pronuncie al respecto.
La jineta no es el
único habitante de las torres de este templo. Desde hace tiempo se conocía la
existencia de dos halcones que también colaboraban en el control de las palomas
que tantos problemas representan para edificios de estas características. Sin
embargo, su presencia en las catedrales es relativamente común, en algunas son
utilizados de forma esporádica para espantar a estas aves.
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