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Más derechos para las trabajadoras del hogar


Wendy Landívar trabajaba como psicóloga en Bolivia, profesión que apenas le bastaba para sobrevivir. Hace cinco años que abandonó su país natal para trabajar en una casa en España, donde “se siente muy a gusto”. Su jefa le trata bien, “si no no estaría aquí”, y el sueldo “está dentro de lo normal”. Desde el principio tiene contrato de trabajo y Seguridad Social, así como derecho a vacaciones y tiempo libre. Landívar es conciente de que ha tenido suerte, ya que “el gremio de la limpieza es muy vulnerable”.

Foto: azotesdivinos
Según la Organización No Gubernamental (ONG) Intermón Oxfam, un 60% de los trabajadores del hogar son extranjeros, y "podría haber medio millón de inmigrantes en la economía sumergida". Si tenemos además en cuenta que el propio decreto hace referencia a un 94% de mujeres hablamos, pues, de un sector mayoritariamente femenino e inmigrante. La coordinadora de Intervención Social de la ONG "PueblosUnidos", Begoña Arias, hace una radiografía del sector de trabajadores en el hogar. Apunta a que existe un desequilibrio entre la oferta y la demanda, ya que se necesitan más cuidadores de niños, que de mayores. Sin embargo "hay demasiadas inmigrantes con conocimientos de geriatría, mientras que muchos puestos de trabajo cuidando niños se quedan sin cubrir". Según la coordinadora del programa "Abriendo Mundos" de la ONG Intermon Oxfam, Zinnia Quirós, esto se explica porque "el impacto psicológico de las inmigrantes es muy fuerte, ya que en muchos casos, tienen a sus propios hijos en su país". El sueldo de cuidar niños ronda los 750-800 euros, 100 euros menos cuidando mayores.  Esta última cifra se justifica porque "los propios ancianos dicen tener sueldos muy bajos", y además en muchos casos, están inmovilizados o con alzheimer, "y se tiene menos comprensión con el descanso del trabajador", apunta Arias.

El empleador es un "empresario"

El Ministerio de Trabajo e Inmigración publicó ayer el Real Decreto1620/2011 en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por el que se regula la relación laboral del trabajo en el hogar. El decreto se dicta con el fin de integrar el trabajo doméstico en el Régimen General de la Seguridad Social.
De esa forma se modifica el régimen jurídico del servicio doméstico, y se dirige a “la consecución de dignificación” de las condiciones de trabajo de las personas que trabajan en este sector, como reza la propia ley.
Lo más novedoso de la disposición es que se cotiza a la Seguridad Social desde la primera hora de trabajo, “antes las trabajadoras se ponían enfermas y tenían que pagar ellas mismas el médico”, sostiene la abogada de la ONG Pueblos Unidos, Cristina Manzanedo. A partir de ahora la baja por enfermedad es retribuida desde el tercer día, mientras que se contempla el accidente laboral, cosa que antes no ocurría. En cuanto al sueldo la persona que trabaje en el hogar tiene que ganar como mínimo el Salario Mínimo Interprofesional, sin posibilidad de descuento en comida y alojamiento, como hasta ahora se aplicaba. Este descuento se puede llevar a cabo, siempre y cuando, no exceda el 30 por ciento del salario total, “antes se les podía descontar hasta un 45 por ciento del sueldo”, afirma la abogada. Además ahora se va a pagar una mensualidad más, al contemplar el decreto dos pagas extras al año. La indemnización por desistimiento del contrato por parte del empleado aumenta con respecto a lo anteriormente vigente: de siete días de salario por año se pasa a 12.

A partir de ahora el empleador es un empresario, hay que cambiar el chip”, afirma Manzanedo. Si hasta ahora los contratos podían ser de palabra, a partir de ahora el trabajador puede reclamar un contrato escrito. Otro punto novedoso es la estipulación y aumento de las horas de descanso. Ahora los tiempos de presencia -en los que las internas pueden hacer trabajos de poco esfuerzo- no pueden exceder las 20 horas semanales de promedio en un mes. Si se trabaja más de 40 horas semanales tiene que ser retribuido, "como cualquier empresa, y al igual que el tiempo libre", afirma Manzanedo. A este respecto, entre jornadas laborales tiene que haber un mínimo de 12 horas, cuatro horas más para las trabajadoras internas, de lo hasta ahora estipulado. Entre semana y semana se formula un descanso de 36 horas consecutivas, como ya se contempla en el Estatuto de los Trabajadores. Por otra parte, se deben conceder vacaciones anuales de 30 días, en los cuales el trabajador no está obligado a residir en el domicilio familiar.

Acercamiento progresivo al "trabajo común"

El decreto hace hincapié en el acercamiento "progresivo" entre el trabajo doméstico y el "trabajo común", recogido expresamente en el Estatuto de los Trabajadores. Entrará en vigor desde el 1 de enero de 2012 según lo establecido en la Ley 27/2011, sobre la "actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social". Los empleadores dispondrán de un año para formalizar por escrito los contratos de trabajo. La cotización a la Seguridad Social recoge este "periodo de adaptación", de forma que, entre 2012 y 2018 se establece una base de cotización tarifada en 15 tramos según salario percibido, mientras que a partir de 2019 se cotiza "por salarios reales". Asi, finalmente se incorpora el trabajo doméstico al Régimen General de la Seguridad Social "como los demás trabajadores, lo cual supondrá a partir de enero un encarecimiento de las cotizaciones a cargo del titular del hogar familiar”, afirma el profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad Rey Juan Carlos, Rodrigo Martín Jiménez.

Tanto la activista Quirós como Arias manifiestan que la ley es “insuficiente”. “Este decreto también es discriminatorio porque no se tiene derecho a la prestación al desempleo”, afirma Quirós. La abogada Manzanedo opina que la ley es buena “en relación con lo que tenemos hasta ahora”, pero va a dar “problemas”. El profesor Martín Jiménez, por su parte, cree que provocará “un aumento del empleo sumergido”, y hará “que no aflore el de los extranjeros que se encuentren en situación irregular”. “Lo que hay que hacer es cambiar el chip cultural, sino la realidad del sector va a cambiar poco”, afirma Manzanedo.


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