Cada vez son más los que deciden pasar por el quirófano para
arreglar sus defectos físicos. Las clínicas se llenan, pues al parecer para
este sector no hay crisis. Según se dijo en el XXVI Congreso de la Sociedad Española de MedicinaEstética (SEME) celebrado este año en
Barcelona, las visitas a los centros de estética ha aumentado en un 20 % en
España. Aunque hay muchos escépticos que
aún no confían en este tipo de intervenciones y muestra de ello es el caso de
la mujer malagueña que murió en marzo de este año por unas complicaciones que
surgieron a raíz de la operación.
Según la conferencia de la SEME el
aumento que ha experimentado este sector se debe en parte a que el género
masculino ha empezado a preocuparse más por su aspecto físico, aunque las
mujeres siguen siendo un público fiel. “Creo que 3 de cada 6 clientes que
entran por la puerta son hombres y esta mejoría es notable por que hace tres
años la balanza estaba en un 1 de cada 6”, afirma la cirujana, Gema Guzmán, que
forma parte del grupo de médicos de la Clínica Ceta.
Las operaciones de cirugía
estética no son un juego y hay que tener mucho cuidado. Al aumento de la
demanda hay que sumar el que aporta el de las intervenciones ilegales, según
Guzmán “la gente quiere operarse a toda costa aunque eso suponga poner en
riesgo su vida”. Las clínicas clandestinas también se están haciendo de oro.
Ejercen de cirujanos en casas particulares o establecimientos mercantiles cuyas
medidas de higiene y de preparación para operar son mínimas. Está siendo una
opción elegida por cada vez mas personas, “su bajo coste hace que la gente
prefiera gastarse menos por lo que, creen, es lo mismo”, “en estas decisiones
no prima la seguridad, sino la economía. Se juegan la vida por unos euros”,
dice el cirujano plástico Enrique Mayor que, además forma parte de la SEME.
Cirugía de hombres. Foto: blogs.terra.es |
“Lo más recurrido sigue siendo el
pecho, sin duda” sostiene Guzmán, pero también es cierto que hay otras
operaciones que también son muy demandadas, como las que permiten la reducción
de peso. En cuanto a los aumentos
mamarios dice Guzmán que “la preferencia de talla actual está entre la 90 y la
95, esa época de pechos descomunales ya pasó, aunque quedan algunas que siempre
piden más”. “Es algo muy poco natural, no queda bien y además es dañino para la
persona, la espalda se resiente con el paso del tiempo”, dice por su parte
Mayor.
Lo que también están en alza son
las operaciones genitales. En estos tiempos de libertad y democracia que corren
la práctica del cambio de sexo está en auge. El problema es que las operaciones
de conversión genital oscilan entre los 9.000 y los 24.00 euros y llevar a cabo
la operación puede suponer años de ahorro. “La mayoría de clientes que
solicitan esta operación llevan una vida precaria y cobran una miseria. Es una
auténtica odisea para ellos” dice Enrique Mayor. Aunque añade finalmente que
“la recompensa de esa lucha es para toda la vida”.
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