Prensa especializada: Cursos formativos para salir de la crisis

La población inmigrante de la Comunidad de Madrid encuentra en los cursos de formación una salida a la inactividad derivada del desempleo. Los datos de la última Encuesta de Población Activa sitúan las cifras de paro en un 24,44%, alcanzando el récord histórico de 5.639.500 parados. Encontrar un trabajo se vuelve complicado incluso entre profesionales cualificados y para los colectivos de inmigrantes se convierte en una dura tarea.

Por ello los cursos formativos representan una salida para aquellos que buscan una oportunidad laboral en la Comunidad de Madrid. El propio gobierno regional se encarga de facilitar el acceso a la formación de una manera gratuita. En el centro Hispano Paraguayo se desarrollan actividades para mejorar la conversación en inglés. Salvador Rojas es mecánico de origen paraguayo y asiste al curso que tiene una duración de tres semanas: “cualquier cosa que sepa de más es favorable para encontrar un puesto. En algunas entrevistas te hablan en inglés para descartarte, aunque luego en el trabajo solo tengas que hablar español”. Explica que su mujer también acude a los cursos del centro: “ella viene el sábado a las clases de informática”.

Las plazas son limitadas y el número de asistentes por clase es bajo, no suele pasar de las 20 personas. “Queremos prestar atención a todos, por eso nos movemos con grupos pequeños” aclara Carmen Arribas, una de las profesoras. “Para nosotros a lo mejor es algo normal, pero ten en cuenta que viene gente que no está acostumbrada a utilizar ordenadores en su trabajo”. Dice que los inmigrantes que asisten a las clases generalmente “se esfuerzan por aprender todo lo que pueden. La gran mayoría sabe que cuanto más preparados estén, más posibilidades tendrán. El hecho de que vengan a un servicio que es de la Comunidad de Madrid y es gratuito hace que lo valoren más”.

Otros inmigrantes acuden al centro para obtener información y asesoramiento legal sobre la normativa española. En esta situación se encuentra una optimista hostelera de Paraguay que pretende abrir un negocio que capte una clientela integrada por compatriotas: “confío en que aquí todavía hay oportunidades si eres consciente de qué es lo que sabes hacer y a quién vas a llegar con tu trabajo”. Añade que los centros para inmigrantes son “un punto de encuentro” para poder compartir experiencias con gente del mismo país y de otros. Además, lo tiene claro: “si finalmente aquí no tengo éxito, regresaré a mi casa, a Paraguay”.

Y es que debido a las consecuencias de la mala gestión económica cada vez son más los inmigrantes que tienen en mente volver a su país de origen.