Antonio Rodríguez, Comisario
y Jefe de la Unidad de Coordinación
Operativa de la Policía Científica y
especialista en investigación de incendios.
Cada año es mayor el número de incendios que asolan
nuestro país. Número que aumenta más, si cabe, con la llegada del verano. Cada
vez son más las personas que se ven afectadas por el poder de destrucción del
fuego y no pueden hacer nada para evitar que éste arrase con todo a su paso. Pero
no sólo en el monte el fuego juega malas pasadas. Cada son más los incendios
que tienen lugar en las zonas urbanas. Antonio Rodríguez Jefe de la Unidad de
Coordinación Operativa de la Policía Científica y especialista en investigación de incendios
explica cómo es el trabajo de la policía en esta materia.
Pregunta. ¿Cómo se lleva a
cabo el operativo policial en caso de incendio?
Respuesta. Normalmente se recibe la noticia a través del 091, de los ZETAS y estos los comunican a
Policía Científica. Una vez que la Policía Científica se desplaza al lugar y ve
lo que hay lo que se hace es acordonar la zona de inicio con seguridad
ciudadana y se espera a que terminen de
trabajar los bomberos y que el fuego este extinguido. Esperamos a que el
escenario este ‘frio’, como decimos nosotros y pasamos a investigar.
P. ¿Cómo se sabe si un
incendio es provocado o accidental?
R. Cuando hay un incendio en principio lo enfocas como
cualquier otro delito. Lo que haces es investigar los alrededores en busca de
algún objeto que pueda tener relación con el incendio, como puedan ser una lata
de gasolina o una palanqueta. Mirar cosas que puedan estar relacionadas con si
el incendio es provocado o no. Luego vas de las zonas menos dañadas a las de
más destrucción, al foco del incendio. Si es un incendio en lugar grande, como
una nave industrial, debes ir acompañado de alguien de la empresa para que te
diga que había dentro y luego tratar de averiguar donde ha empezado el fuego,
que deja unas marcas de dirección a su paso y analizar en laboratorio los
indicadores que puedan indicar si el incendio es provocado. Los incendios lo
que tiene es que no hay ninguno igual al anterior.
P. Y, una vez que se sabe que ha sido provocado, ¿cuál es el procedimiento a seguir?
Comisario Antonio Rodríguez. / Esther Blanco |
P. ¿Cuál es el porcentaje
de detenciones que se efectúan en este ámbito?
R. Es muy bajo. Los incendios son muy difíciles de
investigar porque el poder destructivo del fuego acaba, en la mayoría de los
casos, con las pruebas que pudiera haber en el lugar.
P. ¿Cuántos incendios
puede llegar a investigar la Policía al año?
R. Más de 1.000 incendios, en torno a 1.500 al año.
Teniendo en cuenta que nosotros no nos encargamos de los forestales, eso es
competencia de la Guardia Civil y de las unidades adscritas.
P. En ciudad, ¿Cuáles son
las principales causas de incendio?
R. El incendio en la propia vivienda se produce,
principalmente, descuidos en la cocina. Por ejemplo, al dejar sartenes en el
fuego sin atender. También, por dejar los cigarrillos mal apagados o por
dejarse las velas encendidas. Luego están los problemas derivados de
instalaciones eléctricas defectuosas.
P. ¿Son muchas las
personas que fallecen a causa de los incendios en la vivienda?
R. Generalmente, el incendio se produce cuando los
inquilinos no están. No obstante, hay de todo. Pero hay que tener en cuenta que
las muertes no se producen necesariamente como consecuencia de las quemaduras,
es más, el 80% de las muertes en incendios se producen por la inhalación de humo.
P. ¿Qué tipo de penas se
imponen a los autores de estos delitos?
R. Las penas son severas. El delito de incendio es un
delito muy grave, especialmente cobarde o alevoso. Es un delito de valoración
del riesgo que sin llegar a consumarse son 10 años de prisión. Ha sido un
delito muy penado que ya en la época de Alfonso X, con las partidas, se condena
al delito de incendio provocado porque el incendio era un arma de guerra. Ahora
es un arma de terrorismo, se queman cajeros, contenedores, coches.
P. Por último, ¿Cuándo
aparecen en España los especialistas en investigación de incendios?
R. en los años
setenta y ochenta no existía la cultura de que el incendio provocado fuera un
delito y como no existía se generalizó la quema de propiedades para cobrar el
seguro. En el año 1987 la Secretaría del Estado formó a policías y guardias
civiles en investigación de incendios provocados.
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