Los trabajadores sociales del
distrito de Aluche denuncian que el presupuesto para servicios
sociales en el distrito se ha reducido de un modo drástico
La cobertura pública de
los servicios sociales es un elemento que no goza de la misma
popularidad que otras porciones del Estado de bienestar, como la
educación o la sanidad pública. Sin embargo, su dotación está
destinada a cubrir situaciones de necesidad de muy diversa índole,
tales como la viudedad, maternidad de mujeres solteras, desempleo
prolongado, menores sin recursos o ancianos sin apoyo familiar.
Según
el código deontológico del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales en Madrid, la actuación de los trabajadores sociales está
encaminada a “ayudar a los individuos, grupos, comunidades y
sociedades en su desarrollo y en la resolución de los conflictos
personales o sociales y sus consecuencias”. Sin embargo, las
prestaciones que conforman este servicio no suponen un derecho
defendible directamente ante las autoridades administrativas,
sino que dependen de la valoración profesional
de cada caso particular que haga el asistente social
respectivo.
Parroquia de Santa María. Autor: P. Espinosa
Los trabajadores sociales
del distrito de Aluche denuncian que
el presupuesto ha sido reducido a menos de un tercio de la cuantía
del último año. “Con
la
reducción de la partida destinada al Plan Concertado de Prestaciones
Básicas para los servicios sociales del gobierno del Partido
Popular, se establece un recorte presupuestario del 43% respecto al
año anterior. En particular, se recorta en un 39% en los
servicios sociales
destinados a personas mayores. Esto dentro de la actual crisis
económica en la que el número de usuarios de servicios sociales se
ha incrementado un 39%”, afirmó, por medio de comunicado, el presidente de la Asociación
de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez
Navarro.
“Sólo algunas
situaciones determinadas, las más extremas, terminaban haciéndose
acreedoras de las prestaciones, porque ya el presupuesto de años
anteriores era insuficiente para las necesidades del distrito. Ahora,
con esta reducción de partidas, incluso los que antes recibían van
a encontrar muy reducido el servicio”, afirma
la trabajadora social y directora del Centro de Mayores Aluche de la Comunidad de Madrid, María Jesús Marcos.
A su juicio, los
receptores de estas ayudas, habitualmente, eran “personas que
recibían una pensión mínima, mayores dentro de una situación de
casi pobreza, pero, con la situación económica actual, cada vez
aumenta el número de usuario con perfiles distintos”.
Según afirma la
trabajadora social del Centro de Salud Lucero,
Teresa Regadero, los usuarios de las ayudas de los servicios
sociales son “individuos o familias en situación de
desempleo, precariedad o pobreza, que por
distintas razones ya no son titulares de ninguna prestación
accesoria”. En muchos casos, según detalla Regadero, “parados de
larga duración, cabezas de familia monoparental”. Con estas ayudas
se contribuía al pago de los estudios de sus hijos e incluso a la
compra de alimentos.
El
recorte en los servicios sociales y la falta de ayuda institucional
está conduciendo a muchos de sus usuarios a la beneficencia de
parroquias de barrio o instituciones privadas. Este es el caso de la
Parroquia de Santa María en la calle Tembleque.
Por su parte, el concejal
del distrito ha declinado realizar declaraciones acerca de estas
denuncias. Desde la sede local del Partido Popular, su portavoz,
María Isabel Cuevas, no obstante, afirma que la situación está
siendo dramatizada en exceso y que los recortes responden únicamente
a necesidades puntuales de austeridad, provocadas por la grave
situación económica del país.
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