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EL CENTRO DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS DE ALUCHE NO ENCUENTRA SOLUCIÓN A SUS DENUNCIAS


Las denuncias por la situación de los detenidos en el Centro de Internamiento de Aluche siguen aumentando

Viven en un limbo legal, retenidos durante meses sin ser acusados de ningún delito, en un estado de higiene precario y sufriendo atentados contra su dignidad. Son inmigrantes ilegales, pendientes de un proceso de expulsión, que se hallan en el Centro de Internamiento de Extranjero de Aluche (CIE), situado en los antiguos terrenos de la cárcel de Carabanchel. La situación del centro ha sido denunciada en numerosas ocasiones por diversas ONG, pero aún así la Administración sigue sin dar una solución efectiva al problema. El Ministerio del Interior, por primera vez, ha permitido el acceso a los periodistas dentro del recinto en donde se han enseñado las instalaciones del comedor, habitaciones o la sala de enfermería. Las deficiencias del recinto siguen siendo manifiestas y la situación de los reclusos permanece cubierta por un velo.


La falta de transparencia e información respecto de la gestión del CIE es una denuncia constante por parte de los internos, sus familiares y distintas ONG. Pueblos Unidos publicó en su último informe anual, Miradas tras las rejas, los resultados de la labor diaria de la institución dentro del centro. En él, denunciaron la mala condición de las infraestructuras del recinto, situaciones de agresiones físicas, ilegales prácticas policiales y la vulneración de otros derechos, como falta de comunicación de los reclusos con sus familiares, la duración excesiva del internamiento o una atención médica deficitaria.

                                      Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche. Autor: P. Espinosa

El informe hizo público, además, cartas y declaraciones de los internos, “R. tiene un cardenal en su brazo izquierdo, tres marcas de porra en su brazo derecho y una marca cerca de su cuello, todo esto producto de los golpes recibidos por los antidisturbios durante el cacheo del domingo”.

El párroco de la iglesia San Carlos Borromeo de Entrevías, Javier Baeza, empleada en la protección de los derechos de los inmigrantes recluidos en el CIE de Aluche, considera que “el centro supone un interrogante jurídico en España, los derechos fundamentales de los internos se vulneran constantemente”.

Hasta ahora no se ha aprobado el reglamento que permita regular las condiciones de los centros de internamiento de extranjeros, por lo que son los propios jueces de control de los centros quienes se encargan de atender las carencias legislativas al respecto. El anteproyecto presentado el lunes por el Ministerio del Interior se centra en cuestiones relativas a la seguridad y control internos, en lugar de abarcar las peticiones sobre los derechos de los internos y sus condiciones de vida. La mayoría de las quejas contempladas por las ONG ni siquiera se han contemplado, tal y como ha denunciado a través de un comunicado la Plataforma “Que el derecho no se detenga a la puerta de los CIE”.

"Allí no se respeta la higiene, por las noches se prohíbe acudir a los servicios y hay que hacerse las necesidades encima", sostiene Salvador Quispe, ciudadano boliviano que fue retenido en el centro durante los meses de marzo y mayo del 2011. "La comida es mala, llegaron a servirnos agua con sal y las agresiones de los funcionarios son frecuentes".

El Defensor del Pueblo y la Fiscalía se encargan de la tutela de los derechos fundamentales y el respeto de los derechos reconocidos legalmente, sin embargo, su actuación se ve muy limitada. Por su parte, El Colegio de Abogados de Madrid presta el Servicio de Orientación Jurídica a Extranjeros (SOJE) dentro del centro tres veces por semana. Uno de los letrados del SOJE, Ignacio Alarcón, afirma que, “en el CIE de Aluche hay muchos casos de vulneración de derechos fundamentales, la solución se pospone por parte del Ministerio del Interior tanto con el anterior gobierno como con el actual”. 

Interior no ofrece una solución al problema. Mientras el reglamento de regulación de los centros de internamiento permanece como un esbozo para su futura aprobación, los internos ven sus reclamos estancados tras los muros del CIE de Aluche.

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