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Las reformas educativas hacen más difícil la conciliación de estudios y trabajo


Los horarios del Plan Bolonia y la posible pérdida de becas vuelven incompatible conciliar ambas responsabilidades

El sistema educativo actual permite a los alumnos que aprueben un 60% u 80% de los créditos optar a becas del Ministerio de Educación que financien la totalidad de la matrícula universitaria. Ahora, esta institución pretende pedir una nota mínima de 5,5 o 6 a aquellos alumnos que quieran optar a la misma ayuda.

Esta cuestión plantea un problema a los alumnos que estudian y trabajan a la vez y que por este motivo, no pueden asistir a la totalidad de las clases marcadas por los nuevos Planes de Grado.

Este nuevo sistema aprobado en el año 2006 e implantado en las universidades españolas está caracterizado por una asistencia obligatoria y por un seguimiento de seminarios que duran, por lo general, un día entero.

Actualmente y con la creación de estos nuevos planes de estudios parece imposible conciliar estudios y trabajo. "Las jornadas laborales cada vez son más variables en turnos. Los planes de grado no saben conciliar ni con una media jornada", destaca Leire Duque, estudiante de comunicación y vendedora en la empresa Decathlon.

Leire Duque / Foto: M. Yagüe
“Estoy trabajando y estudio el grado de comunicación audiovisual al mismo tiempo. Hay tres asignaturas que he suspendido sólo por no poder asistir a clase, sin opción a examen. Estos suspensos generan que no llegue al tanto por ciento marcado por el Ministerio y por ello, no recibo becas. No me parece justo”, asegura Leire.

Pilar Junco, profesora del IES Matemático Puig Adam cree que "cada vez son más las familias que necesitan que los hijos que las sustentan trabajen, evitando así dedicar todo el tiempo a la educación. Conciliar ambas cosas, ahora mismo es casi imposible" y por ello insta a que los planes universitarios sean más flexibles para aquellos que trabajan y estudian a la vez. “La educación no es gratis, no todas las familias pueden pagar las matrículas universitarias de cada uno de sus hijos. Si algunos padres tienen la suerte de que sus hijos están trabajando y se paguen su carrera, por qué no darle las máximas facilidades para poder conciliar”.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, anunció la intención de analizar el sistema y endurecer aún más los requisitos económicos para “fomentar la excelencia” entre los estudiantes.

Pilar opina sobre esta búsqueda por la excelencia que "es de ley premiar a los alumnos con buenas calificaciones o con matriculas de honor pero también hay que estudiar por qué no son excelentes algunos alumnos. La situación económica, dentro de unos requisitos académicos razonables, debe ser el factor determinante a la hora de conceder una beca”.

La enseñanza de estudios superiores no obligatoria ha conseguido más matriculaciones a lo largo de estos últimos cuatro años con motivo de la crisis. Los estudiantes que hace una década dejaban el instituto en busca de trabajo, especialmente en la construcción, han vuelto a las aulas con el fin de conseguir una mejora en su nivel de vida.

El pensamiento de 'ya habrá tiempo para trabajar' está llegando a su fin. La escasa oferta de trabajos bien remunerados y la necesidad de cotizar cada vez más pronto, son factores que generan en los ciudadanos una conciencia de búsqueda de formación superior, pero siempre y cuando ésta sea compatible con un posible trabajo que pueda sustentar a la persona.





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