La comunidad china tan solo registra un 5,68% de paro en la Comunidad de Madrid. Esta cifra muestra la realidad de un colectivo de inmigrantes que prácticamente roza el pleno empleo. El consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, ha dado a conocer este dato en la Viceconsejería de Inmigración, Voluntariado y Cooperación durante la presentación de la Encuesta Regional de Inmigración (ERI) de 2012.
Bazar chino. Fotografía de Gonzalo Torres
Según los acuerdos sobre conceptos económicos se consideran cifras de pleno empleo aquellas menores al 5% de paro. Un 84,09 de la población china en la Comunidad de Madrid tiene empleo. A ello hay que añadirle que un 39,19% trabaja por cuenta ajena, dato que muestra que el colectivo chino es el que tiene el mayor porcentaje de trabajadores autónomos y empresarios de la población de inmigrantes. Este último porcentaje supera con creces los de inmigrantes búlgaros y subsaharianos, las comunidades más emprendedoras después de la china con un 14,29% y un 12,50% respectivamente.
Muchos son los inmigrantes chinos que deciden crear un negocio por cuenta propia. María José llegó a Madrid en 2003 y desde 2005 regenta una tienda de alimentación. Su nombre chino es Jie, pero como tantos otros compatriotas decidió adoptar un nombre español para “hacer más fácil los pedidos”. “Si usas tu nombre de China es un lío”, bromea María José. Una de las claves del éxito de los negocios chinos es su flexibilidad horaria. La tienda de María José está abierta de ocho de la mañana a once y media de la noche. A pesar de la prolongada jornada laboral la dependienta explica que no se aburre porque “siempre entra gente para hablar” y que en las horas de menor afluencia de clientes puede “ver películas chinas en el ordenador (portátil)”.
Los negocios regentados por inmigrantes chinos generalmente tienen un núcleo de carácter familiar. “Por la mañana está mi marido y yo trabajo por la tarde. Mis hijos también ayudan” explica María José. Mantiene el contacto con su familia de China a través del teléfono ya que según ella hay “muchas compañías que ofrecen buen precio para hablar”. La Encuesta Regional de Inmigración estima que un 33,52% de los inmigrantes chinos envían remesas de dinero para ayudar a sus familiares.
Uno de los proveedores de María José asegura que los comerciantes chinos “son buenos clientes, pero muy exigentes”. En cuanto al cambio de nombre de muchos de ellos, reconoce que hace más fácil la comunicación: “mejor, así nos facilita las gestiones y el trabajo”. No obstante no todo son buenas noticias para los comercios chinos, ya que la crisis también les afecta. María José tiene otra tienda de bolsos y zapatos a tan solo un par de calles de su negocio y explica que ésta “no va tan bien”. “La gente compra poco y ahora hay otras tiendas” explica la dependienta haciendo alusión a los negocios parecidos que han abierto en la misma calle sus compatriotas.
Frente a la realidad de la población china se encuentran aquellos colectivos más afectados por el paro. Los marroquíes presenta la mayor tasa de desempleo con un 54,95%, seguidos de subsaharianos y ecuatorianos, con un 52,03% y un 40,60% respectivamente. Son la otra cara de la moneda, los inmigrantes desempleados en la Comunidad de Madrid.
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