Bryce Bevin, el que fue seleccionador de rugby de España en el mundial de Gales de 1999 y ganador del premio al Entrenador del Año en Portugal, volverá a ser seleccionador si Javier González Cancho es elegido presidente de la federación estatal el próximo 14 de julio.
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| Bryce Bevin durante un partido entre el Guetxo Artea y La Vila. Foto: jjmeridab. |
Pregunta: ¿Cómo se siente al ser uno de los candidatos favoritos para ser seleccionador de España?
Respuesta: Humilde y emocionado, con el gran reto por delante.
P. ¿En caso de ser seleccionado, tiene a algún jugador favorito en mente?
R. Danni Marron de El Salvador y Jon Magunazelaia de Gernika
P. ¿Cómo fue la experiencia de haberlo sido en la fase de clasificación para el Mundial de 1999?
R. Una muy buena experiencia, con un genial grupo de jugadores dedicados. Paso a paso hemos logrado los objetivos y a la vez recuerdo bien a los jóvenes que hemos introducido como Ripol,Velzaco, Gallastegi, Souto o Etxebarria y varios otros que jugaron muchos años a muy alto nivel; además jugadores como Urkidi, Chupao, Malo, Puertas y muchos más, que formaban el equipo feliz que hemos tenido.
P. Nueva Zelanda es un país en el que el rugby es uno de los deportes más practicados. ¿Cuándo fue su primer contacto con el rugby?
R. Mi padre fue muy buen jugador, de alto nivel, y por ello el rugby está en mi sangre. Baje al campo del club local cuando tenía 5 años y jugaba rugby a 15, con botas, en el campo entero, en una liga con mis amigos, que son todavía amigos.
P. Participó en la National Provincial Championship, o NPC, con los equipos de Manawatu e Auckland. ¿Cómo fue la experiencia de participar en la mayor competición de rugby de Nueva Zelanda?
R. Aprendí muchísimo de los jugadores, muchos ellos de los All Blacks (equipo de Nueva Zelanda), y con entrenadores como John Hart, que fue Entrenador luego de los All Blacks. La pena es que no tuve paciencia de aguantar en el ambiente y me fui a jugar a Francia 3 años, que también fue una gran experiencia.
P. Después de probar el rugby francés, ¿qué fue lo que le movió a ir a venir a trabajar a España?
R. Mi padre me dijo que tengo que seguir mis sueños. Yo fui abogado al inicio de mi carrera y dejar el despacho y seguir algo muy lejos era una aventura. Un riesgo pero me gustan los retos y cambios, ya que un cambio para mi es fácil, porque olvido el pasado rápido y busco nuevos retos cada día. Gracias al coraje de Ulysses, el presidente de la Federación Españolade Rugby en esos tiempos, de traer una persona desde tan lejos y desconocida, pude venir a España y tengo que agradecerle muchísimo por su fuerza.
P. ¿Qué diferencias principales encuentra entre el rugby neozelandés y el español?
En Nueva Zelanda el rugby se juega en las calles y está en la sangre de los jóvenes, todos quieren ser un All Black (jugador del equipo de Nueva Zelanda, los All Blacks). Es muy parecido al futbol aquí. Jugar al rugby es una diversión enorme, en Nueva Zelanda no es una labor, está en el corazón de nuestra sociedad y es como la red social. Aquí en España el rugby no se juega en los patios de los colegios, no es una actividad natural. Los españoles pueden hacer una actividad con los pies o una cosa con las manos, pero no ambas cosas a la vez (Bryce ríe). Es una broma, la diferencia es social y genética.
P. ¿Qué cosas podría envidiar el rugby español al neozelandés?
R. La pasión en España con el rugby es increíble. Hace poco, las condiciones en España para jugar no fueron tan lujosas como están ahora y entonces los sacrificios de jugar al rugby en España eran muy grandes. Había campos de tierra, con barro y poco césped, pero la gente jugaba con alegría y colegialidad. En comparación con Nueva Zelanda las condiciones no son muy buenas. Aquí en España ha hecho falta mucha más dedicación porque no fue tan reconocido. Por eso respeto tanto a la gente del rugby aquí en España.
P. ¿Cómo resumiría el trabajo del Getxo Artea en la división de honor? ¿Le satisface el resultado de su equipo?
R. SÍ. Es una reflexión del trabajo y la inteligencia de la junta del club trabajando serio y con una voluntad tremenda. El ambiente que ellos crean para trabajar es muy tranquilo y entonces se pueden lograr objetivos. Cada uno hace su trabajo y hay un respeto entre las personas. Los jugadores también han hecho una temporada tremenda, con mucho entrenamiento y dedicación. En momentos difíciles que hemos pasado, continuamos, esperamos con ganas. Es un grupo de gente muy positiva y con ambición. Enhorabuena a ellos.
P. Usted llevó al equipo portugués `Os Belenenses’ a ser los campeones de Portugal en la temporada 2008/2007 y recibió en ese país el premio al Entrenador del año, también en el 2008. ¿Cree que estos logros compensan todo su trabajo en el mundo del rugby?
R. Es una satisfacción no tanto para mí, pero sí para mi familia que tiene que aguantarme semana tras semana durante estos años. Toda la agonía que sufren está premiada si logramos un reto. También es una reflexión del trabajo de un club : la junta, los entrenadores ayudantes y jugadores. Son premios que reflejan la contribución de todos en el ambiente de un club.
P. ¿Cuál considera que es su mayor logro?
R. Los mayores logros son cuando las condiciones fueron más difíciles, cuando no existió un ambiente de paz en el club y yo debí suprimir más obstáculos que lograr objetivos. Cuando llegué en el equipo estaban muy descontentos y desplegados, divididos por todos lados.
Y los Belenenses han tenido 12 entrenadores en 6 años, porque nadie aguanta con ellos hasta Navidades normalmente; además no ganaron mucho durante muchos años antes y muchos años después de que yo les entrenase. No había estructura ni organización, pero la exigencia por el club de ganar que era más grande que los recursos dio su buen resultado.
P. Va usted a ser uno de los ponentes en el VI Congreso Internacional de Rugby Soluciones, junto con otros entrenadores de élite nacionales e internacionales. ¿En qué va a consistir su ponencia y en que temas se va a centrar?
R. Voy a presentar dos cosas: primero, el perfil del jugador de elite español desde una perspectiva de una persona de Nueva Zelanda; y segundo, mi rutina de trabajar en un proyecto de un club, las estructuras y programas establecidos para lograr los objetivos del club. Lo primero es una reflexión de lo que encuentro aquí ante mis ojos, somos un país en la posición Tier 3 (niveles de jerarquización de equipos) el mundo de rugby, y yo vengo desde un país de Tier 1. Quiero hablar de cuáles son mis observaciones sobre los jugadores y el contexto donde juegan su rugby .Es un poco subjetivo pero me gustaría escuchar lo que piensan la gente de mis observaciones.
P. ¿Cómo ha coordinado su vida personal con este deporte, al haber vivido en varios países?
R. Me gusta vivir al lado el mar y bañarme siempre en el mar. Aqui en Getxo es ideal. La vida vasca me encanta con campo, costa y rugby. Es una vida muy sana y segura para mi familia. Me encanta a pasar mucho tiempo en casa con mi familia porque estoy fuera de viaje frecuentemente. Leo muchos libros de muchos temas y paso tiempo con mi hija, que en su vida el rugby es un placer. Yo no lo considero como una labor y poder hacerlo en Europa y en el País Vasco es un sueño. Es una oportunidad para aprender la cultura y el idioma del pueblo, oportunidades que no tienen todos. ¡Qué suerte!
P. Para terminar, el rugby en España cada vez está creciendo más, pero, ¿cree usted que podría llegar a ocupar en algunos años un espacio más importante dentro del deporte español?
R. Por supuesto. Con mucho trabajo de la FER que está a la vanguardia del reto, creo que se puede lograr permanecer en el Tier 2 de rugby. Lo que necesitamos son estructuras sostenibles y exitosas que no van a cambiar con un cambio de caras. Una forma de trabajar constante involucrando a todo el pueblo del rugby. Hay que hacer crecer el nivel de rugby involucrando a los árbitros, a los entrenadores, a los jugadores y directivos. Se puede lograr creciendo juntos, para el beneficio de los clubes, de las federaciones territoriales y en definitiva de España.
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