La muerte de una mujer, considerada la más anciana del
planeta, de 115 años, ha despertado el interés de la ciencia. Vuelve a la
primera plana, la ansiada, tenaz y perseverante búsqueda del elixir
de la eterna juventud, iniciada en épocas ancestrales. Los pronósticos sobre la
longevidad son unánimes: en el futuro las personas vivirán más y mejor.
La atención suscitada sobre la anciana de 115 años ha invitado
a los familiares a la donación de su ADN.
Sus genes han sido descifrados para hallar la razón de su longeva vida. La universidad de Ámsterdam
ha encontrado genes que presentaban algunas mutaciones que podrían haberla
protegido contra la demencia y otros problemas asociados a la vejez (vea
cómo funciona la cadena de ADN).
La
mujer había resuelto unos test a los 113 años, y sus aptitudes mentales
mostraban unas capacidades en tan buen estado, que equivalían a las de una
mujer de entre 60 y 75 años. En su autopsia no encontraron signos de demencia,
ni tampoco envejecimiento arterial.
En
este loco mundo los polos opuestos se dan la mano. Al lado de la mujer longeva
se sitúan los niños que, por el contrario, envejecen prematuramente. También se
da el caso extraño de la niña que no
envejece (pinche aquí para
ver el documental).
El gen que permitiese que las células rejuveneciesen
sería un extraordinario fármaco para tratar el síndrome Hutchinson-Gilford, una grave
forma de progeria, enfermedad causada por un defecto en los
genes que se manifiesta en alteraciones en la piel y los órganos internos
debidas a un brusco y prematuro envejecimiento del organismo.
Sube la esperanza de vida
El sociólogo y profesor del departamento
de sociología de la Universidad de Santiago de
Compostela (USC), Bernardo García Cendán, señala la evidencia de que la
esperanza de vida “sigue aumentando en España, tal y como
lo ha hecho en los últimos cincuenta años, llegando a cotas nunca soñadas por
nuestros antepasados”.
Facultad de
Administración y Dirección de Empresas/Paloma Fisac
La subida se ha producido en los dos
sexos, por lo que las diferencias entre ambos, se mantienen en un porcentaje de
casi 6 puntos, llegando a 7 en el caso de Galicia”, añade.
Respecto a Galicia insiste en señalar:
“La esperanza de vida en nuestra comunidad, es más baja que la media nacional.
También es verdad que los españoles son los más longevos de toda la UE”.
Hábitos recomendables
Existen
una serie de comportamientos que favorecen el alargamiento de la vida. El
geriatra del Hospital
Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo, Ángel Martínez-Puga
López considera: “es perfectamente posible que los cuerpos, a día de hoy, vivan
de 100 a 115 años. Del futuro no me atrevo a hablar, ya que quizá aguanten más”.
Las
pautas que hay que seguir son las muchas veces apuntadas. “No hay prácticamente
nada nuevo en lo que voy a decir, ya que existe un acuerdo unánime sobre las
conductas que permiten una vida de más de 100 años”.
Los
resume en “cinco pilares básicos: alimentación, hábitos saludables, actividad
mental, vida social y actividades preventivas”.
Sobre
la alimentación “ya ha quedado demostrado que la dieta mediterránea es la
mejor. Así lo reconocen especialistas de todo el mundo. Su contenido en frutas y
verduras es saludable, porque tienen propiedades antioxidantes, que significa
que desintoxican las células con los radicales libres”, apunta. Y añade que “habría
que ingerir menos proteínas y grasas”. Hace expresa mención a no tomar grasas
saturadas, que considera son las peores.
Dos personas mayores/Paloma Fisac
"Las relaciones sociales son imprescindibles durante toda la vida de una persona. El ser mayor no disminuye tales necesidades"
"Las relaciones sociales son imprescindibles durante toda la vida de una persona. El ser mayor no disminuye tales necesidades"
Respecto
del ejercicio, recomienda el ejercicio aeróbico. No ha de ser ni brusco ni
violento. Y explica: “El ejercicio mejora la función cardiovascular y
digestiva”.
Del
tercer pilar, recomienda “activar la memoria con trabajos intelectuales, o
aquellos que inciten a la curiosidad. Toda lectura es recomendable, y hay que
huir de apuntar todas las cosas en listas para que no se olviden. Es mejor
hacer el esfuerzo, y si no se acuerda, vuelva a salir a la calle”. Esto se une
precisamente al cuarto pilar, que lo constituyen las relaciones sociales. Y
argumenta: “Las relaciones sociales no hace humanos. Son imprescindibles en la
vida. Es importante además transmitir un espíritu equilibrado y positivo”.
Por último, el quinto de los pilares, consiste en las actividades preventivas o la evitación de hábitos tóxicos. “A mis pacientes les recomiendo no fumar. El tabaco afecta a las arterias y se relaciona con el cáncer de pulmón y el enfisema pulmonar por la acción de los alquitranes y la nicotina. El segundo es el alcohol, que produce afectación hepática y cerebral. El tercero es el sedentarismo”, apostilla.
“Si
se siguen todas estas pautas no cabe duda de que no sólo se prolongará la vida,
sino que ésta será mucho mejor”, sentencia.
El sueño es siempre reparador. El mismo efecto lo tiene en personas mayores/Paloma Fisac
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